/ miércoles 4 de agosto de 2021

A -3 meses de la tragedia, en la L12 todo sigue igual

La caída del puente en la Línea 12 del Metro de la CDMX, causó daños irreparables con la muerte de 26 personas, 80 heridas y 5 desaparecidas, quienes sin deberla ni temerla, se encontraban en dicho medio de transporte entre las estaciones Olivos y Tezonco.

Y desde entonces familiares y amigos de las víctimas, al día de hoy, siguen llorando la ausencia de sus seres queridos, sin que las autoridades competentes (Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y el propio presidente López Obrador) cumplan la promesa de sancionar a los responsables e indemnizar a los familiares de las víctimas.

Las especulaciones políticas recayeron de inmediato en el señalamiento de quien construyó esa parte del Metro capitalino y hoy es prominente militante del partido Morena y colaborador cercano de AMLO, puesto que el canciller Ebrard debe su nombramiento al señor presidente, y la gobernadora de la CDMX debe su elección a la innegable influencia político-electoral del primer inquilino de Palacio Nacional y fundador del partido Morena.

Para nadie resulta extraño que en el reciente destape de su sucesor en la presidencia, AMLO haya incluido los dos personajes en la sexteta de donde su partido tendrá que seleccionar al candidato, abanderado de Morena, que buscará ganar la elección presidencial a cualquier precio y será en tiempos de precampaña cuando salgan a relucir los trapos sucios de ambos personajes y tal vez sea entonces cuando las víctimas sean reconocidas como tales y sus familiares damnificados reciban las indemnizaciones correspondientes. De lo anterior y dada la protección concedida por orden de quien sabe quien, a la exdirectora del Metro, Florencia Serranía Soto, ingeniera, empresaria, investigadora y exfuncionaria pública, y también al dueño del grupo Carso, Carlos Slim Helú, a pesar de que el hombre más rico de México se comprometió a reparar la edificación de las traves donde se originó el percance, y todos felices y contentos, sin responsabilidad alguna para quien resulte responsable de la gran tragedia. El tiempo de gobernar hay que utilizarlo para encubrir a Q.R.R. de lo ocurrido en la L12 del Metro y de lo demás que se encarguen los organizadores de las encuestas “patito”, total, como decía el divo de Juárez, “para qué tanto problema”.

La caída del puente en la Línea 12 del Metro de la CDMX, causó daños irreparables con la muerte de 26 personas, 80 heridas y 5 desaparecidas, quienes sin deberla ni temerla, se encontraban en dicho medio de transporte entre las estaciones Olivos y Tezonco.

Y desde entonces familiares y amigos de las víctimas, al día de hoy, siguen llorando la ausencia de sus seres queridos, sin que las autoridades competentes (Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y el propio presidente López Obrador) cumplan la promesa de sancionar a los responsables e indemnizar a los familiares de las víctimas.

Las especulaciones políticas recayeron de inmediato en el señalamiento de quien construyó esa parte del Metro capitalino y hoy es prominente militante del partido Morena y colaborador cercano de AMLO, puesto que el canciller Ebrard debe su nombramiento al señor presidente, y la gobernadora de la CDMX debe su elección a la innegable influencia político-electoral del primer inquilino de Palacio Nacional y fundador del partido Morena.

Para nadie resulta extraño que en el reciente destape de su sucesor en la presidencia, AMLO haya incluido los dos personajes en la sexteta de donde su partido tendrá que seleccionar al candidato, abanderado de Morena, que buscará ganar la elección presidencial a cualquier precio y será en tiempos de precampaña cuando salgan a relucir los trapos sucios de ambos personajes y tal vez sea entonces cuando las víctimas sean reconocidas como tales y sus familiares damnificados reciban las indemnizaciones correspondientes. De lo anterior y dada la protección concedida por orden de quien sabe quien, a la exdirectora del Metro, Florencia Serranía Soto, ingeniera, empresaria, investigadora y exfuncionaria pública, y también al dueño del grupo Carso, Carlos Slim Helú, a pesar de que el hombre más rico de México se comprometió a reparar la edificación de las traves donde se originó el percance, y todos felices y contentos, sin responsabilidad alguna para quien resulte responsable de la gran tragedia. El tiempo de gobernar hay que utilizarlo para encubrir a Q.R.R. de lo ocurrido en la L12 del Metro y de lo demás que se encarguen los organizadores de las encuestas “patito”, total, como decía el divo de Juárez, “para qué tanto problema”.