/ jueves 9 de septiembre de 2021

Apoyo a afectados por Grace

Una buena noticia surgió este miércoles desde la conferencia mañanera del presidente López Obrador: el ejecutivo anunció un programa de apoyo para recuperar los bienes y el patrimonio de las familias que fueron afectadas por el huracán “Grace”.

Dijo que existe un fondo disponible de 3 mil millones de pesos para la reparación y reconstrucción de las viviendas afectadas por el meteoro en los estados de Veracruz, Puebla e Hidalgo; y apuntó que el censo realizado en las zonas afectadas por la Secretaría del Bienestar arroja que 110 mil viviendas sufrieron daños. No es poca cosa; se trata de igual número de familias que perdieron una parte y en algunos casos la totalidad de su patrimonio. El presidente sostuvo que el Ejército y la Marina serán las instancias encargadas de la distribución de los apoyos a las familias afectadas; y ante las críticas por la desaparición del Fondo para la atención de Desastres Naturales, Fonden, expuso que su gobierno apoya a los damnificados “mejor que nunca”. Sobre ese asunto en particular, el mandatario fue contundente: “el Fonden era un barril sin fondo, en cada emergencia se robaban mil, dos mil, tres mil, cinco mil millones de pesos… lo que queremos es desaparecer la corrupción en México, pero eso no significa que no se atienda…” Al final, al margen de las consideraciones sobre la desaparición del Fonden, el anuncio presidencial es una buena noticia para Veracruz y particularmente para una zona sumida en la pobreza y el rezago: el Totonacapan y la Huasteca Alta de Veracruz. El reporte que nos llega de los municipios de la Sierra del Totonacapan y de la zona de Poza Rica, Cazones, Tihuatlán y Coatzintla consigna un panorama deprimente; en esa región hay unas 18 mil viviendas afectadas por el huracán, de acuerdo con el delegado regional de la Secretaría de Bienestar, Emilio Olvera Andrade, encargado del levantamiento del censo de damnificados, para su futura incorporación al programa emergente de apoyos. El funcionario indicó que en seis días los Servidores de la Nación recorrieron los sectores golpeados por el huracán, en su mayoría, comunidades y poblados pobres, vulnerables y marginados. En Tihuatlán, reportó a los medios, los Servidores de la Nación visitaron las localidades afectadas, 84 en total; en Coatzintla, 26; y en Poza Rica, todas las zonas poblacionales, a efecto de censar a las familias damnificadas. Eso sin contar con la población de los municipios del Totonacapan, en su mayoría gente pobre, y marginada. Hace unos días, por cierto, la población de esa región se manifestó por la lentitud con que marchan los trabajos para restablecer el suministro de energía. A dos semanas del impacto del huracán, la CFE no había podido reparar todos los daños. Por eso es una buena noticia el anuncio presidencial sobre el apoyo a los damnificados por el huracán; en su mayoría, gente que sobrevive en condiciones muy desfavorables, en rezago y pobreza extrema, particularmente en el caso de las zonas marginadas e indígenas.

Una buena noticia surgió este miércoles desde la conferencia mañanera del presidente López Obrador: el ejecutivo anunció un programa de apoyo para recuperar los bienes y el patrimonio de las familias que fueron afectadas por el huracán “Grace”.

Dijo que existe un fondo disponible de 3 mil millones de pesos para la reparación y reconstrucción de las viviendas afectadas por el meteoro en los estados de Veracruz, Puebla e Hidalgo; y apuntó que el censo realizado en las zonas afectadas por la Secretaría del Bienestar arroja que 110 mil viviendas sufrieron daños. No es poca cosa; se trata de igual número de familias que perdieron una parte y en algunos casos la totalidad de su patrimonio. El presidente sostuvo que el Ejército y la Marina serán las instancias encargadas de la distribución de los apoyos a las familias afectadas; y ante las críticas por la desaparición del Fondo para la atención de Desastres Naturales, Fonden, expuso que su gobierno apoya a los damnificados “mejor que nunca”. Sobre ese asunto en particular, el mandatario fue contundente: “el Fonden era un barril sin fondo, en cada emergencia se robaban mil, dos mil, tres mil, cinco mil millones de pesos… lo que queremos es desaparecer la corrupción en México, pero eso no significa que no se atienda…” Al final, al margen de las consideraciones sobre la desaparición del Fonden, el anuncio presidencial es una buena noticia para Veracruz y particularmente para una zona sumida en la pobreza y el rezago: el Totonacapan y la Huasteca Alta de Veracruz. El reporte que nos llega de los municipios de la Sierra del Totonacapan y de la zona de Poza Rica, Cazones, Tihuatlán y Coatzintla consigna un panorama deprimente; en esa región hay unas 18 mil viviendas afectadas por el huracán, de acuerdo con el delegado regional de la Secretaría de Bienestar, Emilio Olvera Andrade, encargado del levantamiento del censo de damnificados, para su futura incorporación al programa emergente de apoyos. El funcionario indicó que en seis días los Servidores de la Nación recorrieron los sectores golpeados por el huracán, en su mayoría, comunidades y poblados pobres, vulnerables y marginados. En Tihuatlán, reportó a los medios, los Servidores de la Nación visitaron las localidades afectadas, 84 en total; en Coatzintla, 26; y en Poza Rica, todas las zonas poblacionales, a efecto de censar a las familias damnificadas. Eso sin contar con la población de los municipios del Totonacapan, en su mayoría gente pobre, y marginada. Hace unos días, por cierto, la población de esa región se manifestó por la lentitud con que marchan los trabajos para restablecer el suministro de energía. A dos semanas del impacto del huracán, la CFE no había podido reparar todos los daños. Por eso es una buena noticia el anuncio presidencial sobre el apoyo a los damnificados por el huracán; en su mayoría, gente que sobrevive en condiciones muy desfavorables, en rezago y pobreza extrema, particularmente en el caso de las zonas marginadas e indígenas.