Independientemente de los números y dinero que representan los programas sociales impulsados por el actual gobierno de la República...
Lo más importante es que se lleva justicia a los desamparados más pobres en congregaciones rurales marginadas y cinturones de miseria en zonas urbanas y suburbanas, especialmente personas de la tercera edad y discapacitados. El propósito esencial es darles acceso a una vida digna y que no padezcan hambre; aún más, esos apoyos para los de abajo, cumplen con la reactivación de las economías locales e impactan con oportunidades en actividades productivas de esas poblaciones, en los sectores agropecuario y forestal, artesanal, comercio, pesca, oficios y una mejor preparación académica para los jóvenes. Además, a diferencia del pasado, nadie roba ni mocha esos recursos que se entregan directamente a los beneficiarios, sin la intervención de nocivas organizaciones y gestores que eran una inagotable fuente de corrupción. Ahora, hay certeza del destierro de esos vicios que impedían el bienestar de millones de mexicanos y los habían condenado a una situación de pobreza y abandono por los gobiernos neoliberales. En su segundo informe de gobierno, el presidente de la República dio a conocer que 70 por ciento de los hogares de México recibe al menos un programa de bienestar, y el 30 por ciento restante logra mejores condiciones económicas y de trabajo, necesarias para seguir progresando y vivir en paz.
Veracruz es de los estados más beneficiados por programas sociales; se puede medir en los más de dos millones 145 mil veracruzanos que reciben alguno de ellos al cierre de 2020, lo que en conjunto equivale a una derrama de recursos federales por más de 61 mil 40 millones de pesos.
Por ejemplo, en el Programa Producción para el Bienestar se han otorgado mil 865 millones de pesos a 188 mil 713 pequeños y medianos productores, además de cañeros y caficultores.
El de adultos mayores alcanzó una cobertura de 677 mil 214 beneficiarios, con una dispersión de 13 mil 960 millones de pesos, y en pensiones para personas con discapacidad se beneficia a 69 mil 375 de ellos con casi mil 100 millones de pesos. Se entregaron 65 mil 786 Tandas para el Bienestar por un monto de más de 394 millones 716 mil pesos; Sembrando Vida tuvo un alcance para 65 mil 662 campesinos con la entrega de casi 3 mil 738 millones de pesos; en Crédito Ganadero a la Palabra se apoya a mil 842 productores con casi 99 millones de pesos.
Se dan becas a 154 mil 844 beneficiarios en Jóvenes Construyendo el Futuro; se tienen 321 mil 273 Becas para el Bienestar Benito Juárez de Educación Básica, otras 351 mil 286 para Estudiantes de Educación Media Superior, así como 42 mil 151 para Jóvenes Escribiendo el Futuro, en el nivel universitario; 88 mil 494 productores de granos tienen precios de garantía, para lo cual se destinan más de 360 millones de pesos; en el Programa de Apoyo a Microempresas Familiares, en su modalidad Crédito a la Palabra, ya se pagó a 103 mil 871 de un total de 117 mil, con una derrama de casi 26 mil millones de pesos; en el Programa Emergente de Vivienda, en las modalidades de ampliación y mejoramiento, se destinaron 4 mil 891 apoyos con inversión de 308 millones 630 mil pesos; en cuanto a La Escuela Es Nuestra, la inversión alcanzó mil 67 millones de pesos para 6 mil 562 planteles que han mejorado la calidad de sus instalaciones y en cuyas obras se generaron al menos 33 mil 689 empleos, y en el Programa de Apoyo para el Bienestar de las Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras, alcanzó 14 mil 370 beneficiarias con la entrega de casi 133 millones de pesos. Este es el alcance del gobierno de la transformación en nuestra entidad.
