/ lunes 2 de agosto de 2021

Así enjuiciarán a los expresidentes

Lo que se venía venir sucedió: hubo una muy baja participación en la consulta popular. ¿Y ahora qué vendrá?… lo que también se ve venir.

Es la primera vez que este ejercicio democrático se realiza en México, pero la gente no sitió como algo suyo y prioritario el tema. No lo entendió o no le interesó y en un amplio sector prevaleció la idea de que si hay que llevar ante la justicia a los expresidentes, pues que se haga y ya.

¿Y ahora qué sigue? Por un lado, otras consultas y por lo que se refiere a las consecuencias de la de este domingo, dos cuestiones ya adelantadas por el lado de la Cuarta Transformación.

Una, la embestida para desaparecer al Instituto Nacional Electoral (INE) y crear otro organismo que se encargue de la organización de las elecciones.

El presidente López Obrador quiere la desaparición del INE y desde hace tiempo hay una maquinaria echada a andar para lograr eso, la cual intensificará sus acciones.

En estos días el diablo será el INE, el cual tendrá la culpa de que muy pocos mexicanos hayan participado en la consulta y de muchas cosas más.

Llegado el momento será presentada una iniciativa en la Cámara de Diputados para una reforma que incluya la creación de un nuevo instituto a cargo de la organización de las elecciones que no solo sustituya al INE sino posiblemente a los OPLEs.

En teoría no podría lograr eso la 4T, por la forma en que estará conformada la Cámara, pero hay grandes dudas en la forma en que se conducirán diputados del PRI y del PAN, sobre todo del primer partido. Pretextos para lograr una negociación de ese tipo puede haber varios, justificaciones ninguna. Pero ya se verá qué sucede en los próximos meses.

Dos, la creación de una comisión de la verdad, que a su manera enjuiciará y sancionará a los expresidentes vivos, menos a uno.

A Enrique Peña Nieto esa comisión le hallará haber encabezado una presidencia que permitió la corrupción en altos niveles en prácticamente toda la estructura del gobierno federal. Le pueden agregar la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, aunque eso tal vez matizado, por la participación que hubiera tenido el Ejército.

A Felipe Calderón lo responsabilizarán de genocidio, por los muertos que hubo en su guerra contra los cárteles del narcotráfico. También lo culparán de robarse las elecciones presidenciales y de acciones de corrupción.

Vicente Fox será hallado culpable de haber permitido la corrupción de su familia política y de participar en el robo de la elección presidencial que impidió el triunfo de López Obrador al competir contra Calderón.

Ernesto Zedillo será responsabilizado de la matanza de Acteal y de empobrecer a millones de mexicanos con sus políticas económicas favorecedoras para los ricos, lo que llegó a su clímax con el Fobaproa.

Carlos Salinas de Gortari también sería culpable de algo similar, es decir, por empobrecer a millones y favorecer económicamente a unos pocos, agregándole que regaló las paraestatales.

Hasta ahí quería el presidente AMLO que llegara el enjuiciamiento, pero ¿por qué no extenderlo e incluir a Miguel de la Madrid, José López Portillo, Luis Echeverría Álvarez y Gustavo Díaz Ordaz?

De la Madrid fue un desastre con su política económica y en su gobierno los cárteles tomaron fuerza. López Portillo, más allá de su frivolidad que incluyó el nepotismo, fue desastroso para el país su conducción económica.

Luis Echeverría fue el iniciador del desastre económico de México y su participación en el halconazo y antes, como secretario de Gobernación en la matanza de 1968, lo deben colocar en uno de los peores sitios de la historia del país.

Díaz Ordaz con lo del 68 tiene de sobra para recibir sentencia de esa comisión de la verdad.

En fin, las consultas populares son positivas al ser una forma más de la democracia. Habrá otras y serán mejores, sobre todo si surgen de la sociedad, no de una idea del gobierno.

Lo que se venía venir sucedió: hubo una muy baja participación en la consulta popular. ¿Y ahora qué vendrá?… lo que también se ve venir.

Es la primera vez que este ejercicio democrático se realiza en México, pero la gente no sitió como algo suyo y prioritario el tema. No lo entendió o no le interesó y en un amplio sector prevaleció la idea de que si hay que llevar ante la justicia a los expresidentes, pues que se haga y ya.

¿Y ahora qué sigue? Por un lado, otras consultas y por lo que se refiere a las consecuencias de la de este domingo, dos cuestiones ya adelantadas por el lado de la Cuarta Transformación.

Una, la embestida para desaparecer al Instituto Nacional Electoral (INE) y crear otro organismo que se encargue de la organización de las elecciones.

El presidente López Obrador quiere la desaparición del INE y desde hace tiempo hay una maquinaria echada a andar para lograr eso, la cual intensificará sus acciones.

En estos días el diablo será el INE, el cual tendrá la culpa de que muy pocos mexicanos hayan participado en la consulta y de muchas cosas más.

Llegado el momento será presentada una iniciativa en la Cámara de Diputados para una reforma que incluya la creación de un nuevo instituto a cargo de la organización de las elecciones que no solo sustituya al INE sino posiblemente a los OPLEs.

En teoría no podría lograr eso la 4T, por la forma en que estará conformada la Cámara, pero hay grandes dudas en la forma en que se conducirán diputados del PRI y del PAN, sobre todo del primer partido. Pretextos para lograr una negociación de ese tipo puede haber varios, justificaciones ninguna. Pero ya se verá qué sucede en los próximos meses.

Dos, la creación de una comisión de la verdad, que a su manera enjuiciará y sancionará a los expresidentes vivos, menos a uno.

A Enrique Peña Nieto esa comisión le hallará haber encabezado una presidencia que permitió la corrupción en altos niveles en prácticamente toda la estructura del gobierno federal. Le pueden agregar la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, aunque eso tal vez matizado, por la participación que hubiera tenido el Ejército.

A Felipe Calderón lo responsabilizarán de genocidio, por los muertos que hubo en su guerra contra los cárteles del narcotráfico. También lo culparán de robarse las elecciones presidenciales y de acciones de corrupción.

Vicente Fox será hallado culpable de haber permitido la corrupción de su familia política y de participar en el robo de la elección presidencial que impidió el triunfo de López Obrador al competir contra Calderón.

Ernesto Zedillo será responsabilizado de la matanza de Acteal y de empobrecer a millones de mexicanos con sus políticas económicas favorecedoras para los ricos, lo que llegó a su clímax con el Fobaproa.

Carlos Salinas de Gortari también sería culpable de algo similar, es decir, por empobrecer a millones y favorecer económicamente a unos pocos, agregándole que regaló las paraestatales.

Hasta ahí quería el presidente AMLO que llegara el enjuiciamiento, pero ¿por qué no extenderlo e incluir a Miguel de la Madrid, José López Portillo, Luis Echeverría Álvarez y Gustavo Díaz Ordaz?

De la Madrid fue un desastre con su política económica y en su gobierno los cárteles tomaron fuerza. López Portillo, más allá de su frivolidad que incluyó el nepotismo, fue desastroso para el país su conducción económica.

Luis Echeverría fue el iniciador del desastre económico de México y su participación en el halconazo y antes, como secretario de Gobernación en la matanza de 1968, lo deben colocar en uno de los peores sitios de la historia del país.

Díaz Ordaz con lo del 68 tiene de sobra para recibir sentencia de esa comisión de la verdad.

En fin, las consultas populares son positivas al ser una forma más de la democracia. Habrá otras y serán mejores, sobre todo si surgen de la sociedad, no de una idea del gobierno.