/ sábado 7 de mayo de 2022

Debanhi, víctima de feminicidio y complicidad

La indolencia, complicidad y la poca capacidad para investigar de las autoridades; la culpabilidad, criminalización y señalamiento a las víctimas, revictimizando a los familiares, así como la impunidad con la que quedan los feminicidas son el patrón repetitivo de las desapariciones en México.

La joven Debanhi es víctima de un feminicidio, así lo ordenan las leyes como el Protocolo Latinoamericano de Investigación de muertes violentas a mujeres, que dicta que toda muerte de mujer tiene que ser investigada desde un inicio como feminicidio y con perspectiva de género.

La Fiscalía de Nuevo León ha cometido errores graves o están protegiendo al o a los feminicidas de Debanhi, creando y sembrado evidencias cada día más para confundir y quitar la mirada al motel.

Catearon cuatro veces el motel Nueva Castilla con binomios y no encontraron nada. El 21 de abril por la noche anunciaron que habían encontrado un cuerpo con las características de Debanhi, dentro de una cisterna del motel; posteriormente la Fiscalía dio a conocer de manera oficial el dictamen de la autopsia, que había muerto por “traumatismo craneocefálico”, que estaba viva cuando cayó y que se levantó, que no tenía agua en los pulmones; descartaron abuso sexual, que entró sola al motel; la fiscal Griselda Núñez informó que nunca se iba a saber la fecha de cuándo murió y además no pudieron hacerle el examen toxicológico, ya que sus órganos no tenían sangre. Encontraron sus pertenencias en diferentes cisternas, catearon el departamento de la planta baja e informaron que no encontraron nada. El 5 de mayo informan que siempre sí habían encontrado una credencial, una cadena y la carcasa de un celular en unas jardineras, a unos metros del departamento que ya habían cateado.

El 27 de abril hacen un despliegue ante medios de comunicación para desacreditar a Debanhi, queriendo dar a entender que ella era culpable de haber caído por accidente a la cisterna; sus amigas y el chofer se prestan para señalarla. Las autoridades fueron cuestionadas por la prensa y en redes sociales, ya que no era creíble lo que decían. Lo terrible es que están llevando el caso con misoginia, sin perspectiva de género y con estereotipos, violando los derechos humanos de la víctima y de sus familiares.

El padre de la víctima, Mario Escobar, ha informado desde un inicio que el cuerpo de su hija fue sembrado, que su hija presentaba signos de abuso sexual, marcas de asfixia, golpes en la cara, ojos y en la frente, que su hija tenía los ojos abiertos cuando reconoció el cuerpo y además mandó hacer una autopsia particular en presencia de la Fiscalía y la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas y no concuerda con el de la Fiscalía. Han filtrado conversaciones del celular, cosa que es grave ya que no han guardado la secrecía del caso, no han cuidado la cadena de custodia y el debido proceso; con esto pueden dejar en libertad a los feminicidas.

Con esto se echa abajo las hipótesis de la Fiscalía. El doctor Natalio González, académico de la UNAM, dice que la putrefacción de un cuerpo comienza después de la muerte y empieza a oler en 48 horas, esto lo detectan inmediatamente los perros. El biólogo Fray Martin Pérez Villegas, perito en entomología forense de la UNAM, asegura que los insectos establecen el tiempo de la muerte en una persona, el “proceso de entomología forense”, que determina pos mortem y si el cuerpo fue movido del lugar y si ingirió alguna sustancia, droga y se puede obtener el ADN. Si catearon cuatro veces el lugar, los perros no detectaron el olor del cuerpo y no había moscas, entonces no estaba el cuerpo en la cisterna como la Fiscalía lo dice.

Le mintieron al padre de Debanhi al decirle que no era delito que el chofer le tocara los pechos a su hija, cuando es un delito que está tipificado en el artículo 259 y 260 Bis del Código Penal de Nuevo León. Las amigas y el chofer deben estar en la carpeta de investigación como indiciados y no como testigos, ya que sus dos amigas la golpearon y jalaron los cabellos; los videos lo demuestran. Asimismo, desde el primer día ya contaban con la ruta de su GPS.

lexfemme.12@hotmail.com

La indolencia, complicidad y la poca capacidad para investigar de las autoridades; la culpabilidad, criminalización y señalamiento a las víctimas, revictimizando a los familiares, así como la impunidad con la que quedan los feminicidas son el patrón repetitivo de las desapariciones en México.

La joven Debanhi es víctima de un feminicidio, así lo ordenan las leyes como el Protocolo Latinoamericano de Investigación de muertes violentas a mujeres, que dicta que toda muerte de mujer tiene que ser investigada desde un inicio como feminicidio y con perspectiva de género.

La Fiscalía de Nuevo León ha cometido errores graves o están protegiendo al o a los feminicidas de Debanhi, creando y sembrado evidencias cada día más para confundir y quitar la mirada al motel.

Catearon cuatro veces el motel Nueva Castilla con binomios y no encontraron nada. El 21 de abril por la noche anunciaron que habían encontrado un cuerpo con las características de Debanhi, dentro de una cisterna del motel; posteriormente la Fiscalía dio a conocer de manera oficial el dictamen de la autopsia, que había muerto por “traumatismo craneocefálico”, que estaba viva cuando cayó y que se levantó, que no tenía agua en los pulmones; descartaron abuso sexual, que entró sola al motel; la fiscal Griselda Núñez informó que nunca se iba a saber la fecha de cuándo murió y además no pudieron hacerle el examen toxicológico, ya que sus órganos no tenían sangre. Encontraron sus pertenencias en diferentes cisternas, catearon el departamento de la planta baja e informaron que no encontraron nada. El 5 de mayo informan que siempre sí habían encontrado una credencial, una cadena y la carcasa de un celular en unas jardineras, a unos metros del departamento que ya habían cateado.

El 27 de abril hacen un despliegue ante medios de comunicación para desacreditar a Debanhi, queriendo dar a entender que ella era culpable de haber caído por accidente a la cisterna; sus amigas y el chofer se prestan para señalarla. Las autoridades fueron cuestionadas por la prensa y en redes sociales, ya que no era creíble lo que decían. Lo terrible es que están llevando el caso con misoginia, sin perspectiva de género y con estereotipos, violando los derechos humanos de la víctima y de sus familiares.

El padre de la víctima, Mario Escobar, ha informado desde un inicio que el cuerpo de su hija fue sembrado, que su hija presentaba signos de abuso sexual, marcas de asfixia, golpes en la cara, ojos y en la frente, que su hija tenía los ojos abiertos cuando reconoció el cuerpo y además mandó hacer una autopsia particular en presencia de la Fiscalía y la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas y no concuerda con el de la Fiscalía. Han filtrado conversaciones del celular, cosa que es grave ya que no han guardado la secrecía del caso, no han cuidado la cadena de custodia y el debido proceso; con esto pueden dejar en libertad a los feminicidas.

Con esto se echa abajo las hipótesis de la Fiscalía. El doctor Natalio González, académico de la UNAM, dice que la putrefacción de un cuerpo comienza después de la muerte y empieza a oler en 48 horas, esto lo detectan inmediatamente los perros. El biólogo Fray Martin Pérez Villegas, perito en entomología forense de la UNAM, asegura que los insectos establecen el tiempo de la muerte en una persona, el “proceso de entomología forense”, que determina pos mortem y si el cuerpo fue movido del lugar y si ingirió alguna sustancia, droga y se puede obtener el ADN. Si catearon cuatro veces el lugar, los perros no detectaron el olor del cuerpo y no había moscas, entonces no estaba el cuerpo en la cisterna como la Fiscalía lo dice.

Le mintieron al padre de Debanhi al decirle que no era delito que el chofer le tocara los pechos a su hija, cuando es un delito que está tipificado en el artículo 259 y 260 Bis del Código Penal de Nuevo León. Las amigas y el chofer deben estar en la carpeta de investigación como indiciados y no como testigos, ya que sus dos amigas la golpearon y jalaron los cabellos; los videos lo demuestran. Asimismo, desde el primer día ya contaban con la ruta de su GPS.

lexfemme.12@hotmail.com