/ viernes 19 de agosto de 2022

El desafío del 2024

Muchos opinan que por ahora no existe una oposición capaz de enfrentar electoralmente con éxito a Morena en 2024, sea la presidencia de la República o el gobierno de Veracruz.

En el caso local, hay varios aspirantes, uno de ellos que ya levantó la mano y otros que esperan la oportunidad de hacerlo, pero en realidad son pocos con atributos necesarios para gobernar, tener un diagnóstico de las necesidades y propuestas de solución. Los ciudadanos, muchos, ya han valorado el cambio por el que votaron en 2018, y aunque el presidente de la República es el único que mantiene una alta aprobación popular, el partido en el poder no, y podría complicarse la elección que viene en dos años más. Es casi un hecho que el partido guinda postulará a la gubernatura a Rocío Nahle García, la secretaria de Energía originaria de Zacatecas, y aunque el grupo gobernante está muy confiados en ganar bajo la forma que sea, esa candidatura podría no resultarles conveniente, sobre todo por los problemas sin solución, como inseguridad, violencia, falta de empleo, pobreza, y la construcción de nuevos hospitales, servicios de salud eficientes, medicamentos, carreteras en buen estado, obras hidráulicas y un sin fin de obras necesarias sin realizar con un presupuesto de 120 mil millones de pesos que tiene para ejercer cada año. Lo único que pueden verse son las acciones, los beneficios sociales, que realiza el gobierno de la República en Veracruz. No habría argumentos ante esa grave falta del actual gobierno veracruzano, que a casi cuatro año de ejercicio, acumula desencanto en la mayoría de los sectores de la sociedad. Eso daría oportunidad a quien pueda convertirse en una opción real para enderezar la situación que se padece, resultado de un cambio por el que votaron los ciudadanos en 2018. Debe considerarse la pérdida de confianza de los electores hacia los partidos que antes gobernaron, por las trapacerías y errores cometidos por los hombres y mujeres que llevaron al poder, que, sin embargo, no se compara en que resultó peor el remedio que la enfermedad. Si se pregunta su opinión a ciudadanos informados que creyeron y votaron por ese cambio, de si volverían a votar por el mismo partido, seguramente dirían que no. Habrá quien señale que las encuestas dicen lo contrario o que han seguido ganando elecciones, federales y locales, lo cuales cierto; la encuestas han sido trajes a la medida, y los triunfos morenistas deben atribuirse en gran parte a la falta de liderazgos e inacción de los partidos opositores, militantes y dirigentes, que siguen sin trabajar ni reagruparse, y lo más que han hecho es impugnar resultados electorales. Si a los ciudadanos les resulta una candidatura distinta por un frente amplio de partidos, pero sobre todo de organizaciones y ciudadanos, se organizan para cuidar que no se cometan trampas y si los empleados del gobierno no se dejan intimidar para acudir a votar por los abanderados oficiales, entonces Morena tendría que irse del gobierno, para dar entrada a quienes en realidad rindan cuentas, sirvan a la sociedad con resultados y respeten la ley, sin pretender nunca más convertir al gobierno en patrimonio propio. Dependerá de ese frente amplio opositor, y principalmente de la sociedad, la continuidad del actual gobierno o dar un golpe de timón con su voto en 2024.

opedro2006@gmail.com

Muchos opinan que por ahora no existe una oposición capaz de enfrentar electoralmente con éxito a Morena en 2024, sea la presidencia de la República o el gobierno de Veracruz.

En el caso local, hay varios aspirantes, uno de ellos que ya levantó la mano y otros que esperan la oportunidad de hacerlo, pero en realidad son pocos con atributos necesarios para gobernar, tener un diagnóstico de las necesidades y propuestas de solución. Los ciudadanos, muchos, ya han valorado el cambio por el que votaron en 2018, y aunque el presidente de la República es el único que mantiene una alta aprobación popular, el partido en el poder no, y podría complicarse la elección que viene en dos años más. Es casi un hecho que el partido guinda postulará a la gubernatura a Rocío Nahle García, la secretaria de Energía originaria de Zacatecas, y aunque el grupo gobernante está muy confiados en ganar bajo la forma que sea, esa candidatura podría no resultarles conveniente, sobre todo por los problemas sin solución, como inseguridad, violencia, falta de empleo, pobreza, y la construcción de nuevos hospitales, servicios de salud eficientes, medicamentos, carreteras en buen estado, obras hidráulicas y un sin fin de obras necesarias sin realizar con un presupuesto de 120 mil millones de pesos que tiene para ejercer cada año. Lo único que pueden verse son las acciones, los beneficios sociales, que realiza el gobierno de la República en Veracruz. No habría argumentos ante esa grave falta del actual gobierno veracruzano, que a casi cuatro año de ejercicio, acumula desencanto en la mayoría de los sectores de la sociedad. Eso daría oportunidad a quien pueda convertirse en una opción real para enderezar la situación que se padece, resultado de un cambio por el que votaron los ciudadanos en 2018. Debe considerarse la pérdida de confianza de los electores hacia los partidos que antes gobernaron, por las trapacerías y errores cometidos por los hombres y mujeres que llevaron al poder, que, sin embargo, no se compara en que resultó peor el remedio que la enfermedad. Si se pregunta su opinión a ciudadanos informados que creyeron y votaron por ese cambio, de si volverían a votar por el mismo partido, seguramente dirían que no. Habrá quien señale que las encuestas dicen lo contrario o que han seguido ganando elecciones, federales y locales, lo cuales cierto; la encuestas han sido trajes a la medida, y los triunfos morenistas deben atribuirse en gran parte a la falta de liderazgos e inacción de los partidos opositores, militantes y dirigentes, que siguen sin trabajar ni reagruparse, y lo más que han hecho es impugnar resultados electorales. Si a los ciudadanos les resulta una candidatura distinta por un frente amplio de partidos, pero sobre todo de organizaciones y ciudadanos, se organizan para cuidar que no se cometan trampas y si los empleados del gobierno no se dejan intimidar para acudir a votar por los abanderados oficiales, entonces Morena tendría que irse del gobierno, para dar entrada a quienes en realidad rindan cuentas, sirvan a la sociedad con resultados y respeten la ley, sin pretender nunca más convertir al gobierno en patrimonio propio. Dependerá de ese frente amplio opositor, y principalmente de la sociedad, la continuidad del actual gobierno o dar un golpe de timón con su voto en 2024.

opedro2006@gmail.com