/ domingo 20 de septiembre de 2020

El político mítico

Porfirio Muñoz Ledo es en política, ex de todo, menos de presidente de la república. Fue secretario de Estado (Trabajo y Previsión Social y Educación, director del IMSS, por ejemplo) y líder nacional de par de partidos políticos. Uno, el PRI. Y dos, el PRD.

Y ahora cuando tiene 87 años (nació en la Ciudad de México), diputado federal, sueña con dirigir un tercer partido político. Morena. La semana anterior ya levantó la mano y anunció que buscará la dirigencia.

Está en la cancha. Como siempre, en las grandes ligas.

Enemigos y adversarios dicen que es un alcohólico. Pero si así es, los méritos ganados en el campo de la batalla política son insólitos y rebasan tanto por la derecha y el centro como la izquierda.

A, está totalmente lúcido. B, lleno de un espíritu crítico y rebelde. C, dando la pelea estelar de su vida.

D, escribiendo y publicando libros. E, depuesto de la presidencia de la mesa directiva en el Congreso de la Unión, lo dijo sin rodeos: "En la curul soy más peligroso".

Es uno de los pocos, excepcionales militantes de Morena que cuestiona al presidente de la república.

Muñoz Ledo fue quien presentó a Andrés Manuel López Obrador con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Y le abrió paso.

López Obrador es el jefe del Poder Ejecutivo Federal y Muñoz Ledo se desempeña por enésima ocasión como legislador federal.

Y cuando en Morena las aguas están revueltas como sucede en cada cambio partidista ha levantado la mano.

En la contienda enfrentará, entre otros, a su homólogo Mario Delgado, gente del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, uno de los más fuertes y sólidos aspirantes y suspirantes por la candidatura presidencial de Morena en el año 2024, y que por eso mismo busca y quiere posiciones.

Mario Delgado, delfín de Ebrard, busca la dirigencia nacional de Morena de cara a la elección de quince gobernadores y 500 diputados federales el año entrante y a quienes corresponderá cohabitar con el año 2024 en la cancha electoral.

Muñoz Ledo tendrá un objetivo, como es convertirse en el único político en dirigir tres partidos políticos nacionales en su vida pública.

Está más allá de las pasioncillas oficiales para soñar con imponer al candidato presidencial de Morena.

En todo caso, sería "uña y carne" con López Obrador, manteniendo siempre, como ha sido su eje transversal, su libertad, independencia y autonomía.

A su edad es para que Muñoz Ledo estuviera en casa, digamos, jugando con los nietos y mostrándoles la vida.

Incluso, escribiendo algún libro pendiente. Más todavía, escribiendo sus habituales artículos periodísticos de otros tiempos.

Pero y por eso mismo resulta admirable su emoción social y política para continuar dando la pelea y en el primer plano.

Porfirio Muñoz Ledo es en política, ex de todo, menos de presidente de la república. Fue secretario de Estado (Trabajo y Previsión Social y Educación, director del IMSS, por ejemplo) y líder nacional de par de partidos políticos. Uno, el PRI. Y dos, el PRD.

Y ahora cuando tiene 87 años (nació en la Ciudad de México), diputado federal, sueña con dirigir un tercer partido político. Morena. La semana anterior ya levantó la mano y anunció que buscará la dirigencia.

Está en la cancha. Como siempre, en las grandes ligas.

Enemigos y adversarios dicen que es un alcohólico. Pero si así es, los méritos ganados en el campo de la batalla política son insólitos y rebasan tanto por la derecha y el centro como la izquierda.

A, está totalmente lúcido. B, lleno de un espíritu crítico y rebelde. C, dando la pelea estelar de su vida.

D, escribiendo y publicando libros. E, depuesto de la presidencia de la mesa directiva en el Congreso de la Unión, lo dijo sin rodeos: "En la curul soy más peligroso".

Es uno de los pocos, excepcionales militantes de Morena que cuestiona al presidente de la república.

Muñoz Ledo fue quien presentó a Andrés Manuel López Obrador con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Y le abrió paso.

López Obrador es el jefe del Poder Ejecutivo Federal y Muñoz Ledo se desempeña por enésima ocasión como legislador federal.

Y cuando en Morena las aguas están revueltas como sucede en cada cambio partidista ha levantado la mano.

En la contienda enfrentará, entre otros, a su homólogo Mario Delgado, gente del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, uno de los más fuertes y sólidos aspirantes y suspirantes por la candidatura presidencial de Morena en el año 2024, y que por eso mismo busca y quiere posiciones.

Mario Delgado, delfín de Ebrard, busca la dirigencia nacional de Morena de cara a la elección de quince gobernadores y 500 diputados federales el año entrante y a quienes corresponderá cohabitar con el año 2024 en la cancha electoral.

Muñoz Ledo tendrá un objetivo, como es convertirse en el único político en dirigir tres partidos políticos nacionales en su vida pública.

Está más allá de las pasioncillas oficiales para soñar con imponer al candidato presidencial de Morena.

En todo caso, sería "uña y carne" con López Obrador, manteniendo siempre, como ha sido su eje transversal, su libertad, independencia y autonomía.

A su edad es para que Muñoz Ledo estuviera en casa, digamos, jugando con los nietos y mostrándoles la vida.

Incluso, escribiendo algún libro pendiente. Más todavía, escribiendo sus habituales artículos periodísticos de otros tiempos.

Pero y por eso mismo resulta admirable su emoción social y política para continuar dando la pelea y en el primer plano.

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