/ martes 26 de abril de 2022

El Presidente no debe asustar las inversiones

La semana pasada el presidente Andrés Manuel López Obrador dio el anuncio de la empresa que se pondrá en marcha en el sur de la entidad con una inversión de mil 300 millones de dólares, de la firma estadounidense Constellation Brands, la cual ya arrancó la construcción de su cervecera en la comunidad de Vargas, del puerto de Veracruz.

Originalmente en 2017 esta factoría se iba a instalar en Mexicali, y “gracias” a las consultas populares que promueve el titular del Ejecutivo, en 2020 fue cancelado el proyecto en el norte de la entidad cuando el 76 por ciento de los consultados se inclinaron por cancelar la construcción y operación de la cervecera.

Dos años después, esta inversión forma parte de los más de cinco mil 500 millones de dólares que Constellation Brands tiene previsto invertir en los próximos cuatro años en la región veracruzana, sumándose a esto inversiones privadas que beneficiarán a la zona del Istmo, que comparten los estados de Veracruz, Tabasco, Chiapas y Oaxaca.

Estas participaciones benefician en gran manera a la entidad, y si el proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, que ahora impulsa el Presidente, trabaja sin contratiempos ni obstáculos, las demás empresas sí se instalarán en la zona, generando empleos y una mejor estabilidad económica.

Sabemos que desde 2018 el Presidente comenzó a ahuyentar la inversión cuando decidió cancelar el NAIM en Texcoco, en los siguientes años las políticas del gobierno, proyectos y reformas impulsadas por el propio Ejecutivo degradaron la confianza de los inversionistas en el país.

Para el 2020, el país ya estaba fuera de los 25 países más atractivos para la inversión extranjera; cuando antes de este gobierno transformador, México estaba en el top de los 25 países más atractivos para la inversión extranjera, según datos de la consultoría global Kearney.

Al anunciar el Corredor Transístmico, algunos de los empresarios como Patrick Ottensmeyer, presidente de Kansas City Southern, México; Francisco Garza, presidente de General Motors México, y Sandhya Ganapathy, presidente de EDP Renewables para América del Norte, conocedores del nublado clima de inversiones en el país, exigieron al Presidente certeza jurídica para sus inversiones.

Y es que tanto la reforma eléctrica como los ataques a organismos autónomos, la baja proactividad para impulsar el crecimiento y la insistencia en proyectos de alto costo y bajo impacto como el AIFA, Tren Maya, Dos Bocas, refinería que se presume pronta a inaugurarse, han restado atractivo de inversión al país.

Es urgente cambiar la forma de gobernar de López Obrador, debe ser de confianza y certidumbre, no con ocurrencias, para que ninguna compañía deje de invertir en el país, sino todo lo contrario, porque es en su gobierno cuando más fuga de capital y empresas ha ocurrido.

Pese a las críticas que diariamente hace a los gobiernos anteriores, es de reconocer que cada año se rompía el récord de inversiones y desde que llegó este gobierno cada año se van las inversiones de México.

Y que las inversiones privadas para que nazca el Corredor Transístmico beneficien verdaderamente a la zona del Istmo, que comparten los estados de Veracruz, Tabasco, Chiapas y Oaxaca, porque el país necesita crecimiento, desarrollo y un gobierno que verdaderamente vele por el progreso de los mexicanos.

(*) Coordinador de los senadores del PAN

La semana pasada el presidente Andrés Manuel López Obrador dio el anuncio de la empresa que se pondrá en marcha en el sur de la entidad con una inversión de mil 300 millones de dólares, de la firma estadounidense Constellation Brands, la cual ya arrancó la construcción de su cervecera en la comunidad de Vargas, del puerto de Veracruz.

Originalmente en 2017 esta factoría se iba a instalar en Mexicali, y “gracias” a las consultas populares que promueve el titular del Ejecutivo, en 2020 fue cancelado el proyecto en el norte de la entidad cuando el 76 por ciento de los consultados se inclinaron por cancelar la construcción y operación de la cervecera.

Dos años después, esta inversión forma parte de los más de cinco mil 500 millones de dólares que Constellation Brands tiene previsto invertir en los próximos cuatro años en la región veracruzana, sumándose a esto inversiones privadas que beneficiarán a la zona del Istmo, que comparten los estados de Veracruz, Tabasco, Chiapas y Oaxaca.

Estas participaciones benefician en gran manera a la entidad, y si el proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, que ahora impulsa el Presidente, trabaja sin contratiempos ni obstáculos, las demás empresas sí se instalarán en la zona, generando empleos y una mejor estabilidad económica.

Sabemos que desde 2018 el Presidente comenzó a ahuyentar la inversión cuando decidió cancelar el NAIM en Texcoco, en los siguientes años las políticas del gobierno, proyectos y reformas impulsadas por el propio Ejecutivo degradaron la confianza de los inversionistas en el país.

Para el 2020, el país ya estaba fuera de los 25 países más atractivos para la inversión extranjera; cuando antes de este gobierno transformador, México estaba en el top de los 25 países más atractivos para la inversión extranjera, según datos de la consultoría global Kearney.

Al anunciar el Corredor Transístmico, algunos de los empresarios como Patrick Ottensmeyer, presidente de Kansas City Southern, México; Francisco Garza, presidente de General Motors México, y Sandhya Ganapathy, presidente de EDP Renewables para América del Norte, conocedores del nublado clima de inversiones en el país, exigieron al Presidente certeza jurídica para sus inversiones.

Y es que tanto la reforma eléctrica como los ataques a organismos autónomos, la baja proactividad para impulsar el crecimiento y la insistencia en proyectos de alto costo y bajo impacto como el AIFA, Tren Maya, Dos Bocas, refinería que se presume pronta a inaugurarse, han restado atractivo de inversión al país.

Es urgente cambiar la forma de gobernar de López Obrador, debe ser de confianza y certidumbre, no con ocurrencias, para que ninguna compañía deje de invertir en el país, sino todo lo contrario, porque es en su gobierno cuando más fuga de capital y empresas ha ocurrido.

Pese a las críticas que diariamente hace a los gobiernos anteriores, es de reconocer que cada año se rompía el récord de inversiones y desde que llegó este gobierno cada año se van las inversiones de México.

Y que las inversiones privadas para que nazca el Corredor Transístmico beneficien verdaderamente a la zona del Istmo, que comparten los estados de Veracruz, Tabasco, Chiapas y Oaxaca, porque el país necesita crecimiento, desarrollo y un gobierno que verdaderamente vele por el progreso de los mexicanos.

(*) Coordinador de los senadores del PAN