/ lunes 28 de diciembre de 2020

Elecciones: se tiran a matar

La forma de hacer política en Veracruz no ha cambiado ni se prevé que cambie, por el contrario pareciera que todo va rumbo a otra elección con las características de las anteriores, en las que hay de todo, bueno y malo, sobre todo de esto último.

Los participantes en estos procesos han ido perfeccionando sus actuaciones, para tratar de que sus huellas, en las acciones irregulares, sean lo menos visibles, pero a la vez lo más efectivas posibles.

Meses antes de cada elección, sobre todo a partir de que Fidel Herrera estuvo en el poder -con maestrías y doctorados en estos asuntos- se empiezan a ver cosas interesantes que marcan el rumbo que tendrán los comicios.

Alcaldes y diputados opositores, empresarios y representantes de organizaciones son jalados al lado del poder. Las comisiones electorales son integradas de manera especial y hasta la policía está lista para actuar.

El mismo día de las elecciones a lo largo y ancho de Veracruz se dan hechos interesantes que no trascienden de todo. Por cierto, con la tecnología al alcance de todos cada vez será más difícil aplicarlos

Hay un ejemplo interesante y que es muestra clara de lo que nos referimos en estos comentarios.

En el norte del estado un personaje lleva ganadas como diez elecciones, para si y sus cercanos, y ha perdido algunas cuando menos se esperaba.

Los triunfos no han sido producto de la casualidad ni de la popularidad y las derrotas tampoco de la casualidad ni porque haya caído en lo antipopular.

Hace unos años le prepararon sorpresivamente un operativo, con la participación de elementos de seguridad. Se dice que fueron concentrados en un rancho, propiedad de este personaje vencedor en múltiples ocasiones, buena parte de sus operadores.

Llegaron muy temprano el día de las votaciones, antes de la instalación de casillas, para tal vez recibir las últimas indicaciones.

Gran error concentrarse todos o casi todos en el mismo lugar. Les cayó la Policía Estatal y los detuvo acusándolos de cualquier cosa. Los llevaron a la cárcel y después los pusieron en libertad, pero ya no pudieron operar como lo hacen siempre. Los que trabajaron en esa plaza fueron los elementos enviados por el gobierno en turno.

De este caso se afirma que lo conoce muy bien Joaquín Guzmán Avilés, el actual dirigente estatal del Partido Acción Nacional (PAN), quien ha sido alcalde y diputado varias ocasiones y ha hecho ganar a sus hermanos y allegados en la región de Tantoyuca.

También no se ve que vaya a cambiar la forma de hacer política por el factor de que buena parte de los actores en Veracruz siguen siendo los mismos, los cuales, a través de los últimos lustros, han generado no solo rivalidades sino hasta odios.

Así las cosas, de las diferencias naturales que provoca la política pasaron a que en cada elección se tiran a matar.

Ahora son asesores, están atrás de partidos o de candidatos y desde hace tiempo acarician el momento de vengarse con la derrota del enemigo.

Así es esto de la política, pero el ciudadano veracruzano es libre y, llegado el momento, debe votar para elegir a quien considere el mejor candidato.

Contra el voto masivo y libre ningún operador puede.

Cuando nos volvamos a encontrar en este espacio será 2021, así que estimados lectores les expreso mis más sinceros deseos de que el próximo año haya salud y paz en sus hogares.

Será otro año muy complicado, derivado de la pandemia y de los problemas sociales y económicos que hay en el país, así que en primer lugar debe uno cuidar su salud, para poder hacer frente a los retos que nos depara 2021.

La forma de hacer política en Veracruz no ha cambiado ni se prevé que cambie, por el contrario pareciera que todo va rumbo a otra elección con las características de las anteriores, en las que hay de todo, bueno y malo, sobre todo de esto último.

Los participantes en estos procesos han ido perfeccionando sus actuaciones, para tratar de que sus huellas, en las acciones irregulares, sean lo menos visibles, pero a la vez lo más efectivas posibles.

Meses antes de cada elección, sobre todo a partir de que Fidel Herrera estuvo en el poder -con maestrías y doctorados en estos asuntos- se empiezan a ver cosas interesantes que marcan el rumbo que tendrán los comicios.

Alcaldes y diputados opositores, empresarios y representantes de organizaciones son jalados al lado del poder. Las comisiones electorales son integradas de manera especial y hasta la policía está lista para actuar.

El mismo día de las elecciones a lo largo y ancho de Veracruz se dan hechos interesantes que no trascienden de todo. Por cierto, con la tecnología al alcance de todos cada vez será más difícil aplicarlos

Hay un ejemplo interesante y que es muestra clara de lo que nos referimos en estos comentarios.

En el norte del estado un personaje lleva ganadas como diez elecciones, para si y sus cercanos, y ha perdido algunas cuando menos se esperaba.

Los triunfos no han sido producto de la casualidad ni de la popularidad y las derrotas tampoco de la casualidad ni porque haya caído en lo antipopular.

Hace unos años le prepararon sorpresivamente un operativo, con la participación de elementos de seguridad. Se dice que fueron concentrados en un rancho, propiedad de este personaje vencedor en múltiples ocasiones, buena parte de sus operadores.

Llegaron muy temprano el día de las votaciones, antes de la instalación de casillas, para tal vez recibir las últimas indicaciones.

Gran error concentrarse todos o casi todos en el mismo lugar. Les cayó la Policía Estatal y los detuvo acusándolos de cualquier cosa. Los llevaron a la cárcel y después los pusieron en libertad, pero ya no pudieron operar como lo hacen siempre. Los que trabajaron en esa plaza fueron los elementos enviados por el gobierno en turno.

De este caso se afirma que lo conoce muy bien Joaquín Guzmán Avilés, el actual dirigente estatal del Partido Acción Nacional (PAN), quien ha sido alcalde y diputado varias ocasiones y ha hecho ganar a sus hermanos y allegados en la región de Tantoyuca.

También no se ve que vaya a cambiar la forma de hacer política por el factor de que buena parte de los actores en Veracruz siguen siendo los mismos, los cuales, a través de los últimos lustros, han generado no solo rivalidades sino hasta odios.

Así las cosas, de las diferencias naturales que provoca la política pasaron a que en cada elección se tiran a matar.

Ahora son asesores, están atrás de partidos o de candidatos y desde hace tiempo acarician el momento de vengarse con la derrota del enemigo.

Así es esto de la política, pero el ciudadano veracruzano es libre y, llegado el momento, debe votar para elegir a quien considere el mejor candidato.

Contra el voto masivo y libre ningún operador puede.

Cuando nos volvamos a encontrar en este espacio será 2021, así que estimados lectores les expreso mis más sinceros deseos de que el próximo año haya salud y paz en sus hogares.

Será otro año muy complicado, derivado de la pandemia y de los problemas sociales y económicos que hay en el país, así que en primer lugar debe uno cuidar su salud, para poder hacer frente a los retos que nos depara 2021.