/ martes 31 de mayo de 2022

En el país del “no pasa nada”

El sábado por la mañana el convoy de reporteros que cubrían la gira del presidente Andrés Manuel López Obrador por Sinaloa, evidenciaron con videos y fotografías haber sido detenidos sobre la carretera Badiraguato-Guadalupe y Calvo, por un grupo de hombres armados.

Relataron algunos comunicadores que el retén donde fueron detenidos se ubica a 30 minutos del rancho La Tuna, donde reside la madre del líder del cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”. Sí, la misma señora que hace dos años fue saludada por el titular del Ejecutivo federal.

Los reporteros fueron cuestionados por un hombre que sostenía un arma larga, el cual les preguntó a los comunicadores hacia dónde se dirigían, ellos dijeron que iban al evento del Presidente y afortunadamente los dejaron seguir su camino.

Horas más tarde se le cuestionó a López Obrador sobre el “imprevisto” tan inusual, a lo que él simplemente contestó: “No pasa nada, no pasó nada”, cuando evidentemente pasó todo, cuando esas personas de dudoso proceder han convertido al país en ríos de sangre y el Presidente dice que no pasa nada. En el país del “no pasa nada”, a principios del mes de mayo fue hallado muerto el periodista Luis Enrique Ramírez Ramos, al sur de Culiacán, Sinaloa: el noveno comunicador en el México del “no pasa nada” de AMLO.

El jefe de las Fuerzas Armadas dice que “no pasa nada” desde el bastión del cártel de Sinaloa, en medio de la mayor ola de violencia que estamos pasando minimizó el retén donde bloquearon el paso de periodistas y por un momento ellos sintieron en riesgo su integridad.

En el “no pasa nada” del Presidente, en el México real pasa todo, donde Sinaloa tiene registrado más de 200 homicidios dolosos tan solo este año, y cuando el clima de violencia contra los periodistas en el país no es el más adecuado.

Quizá hay un trasfondo en la simpatía que tiene el Presidente por Sinaloa, porque no es la primera vez que va a “supervisar obras”, casualmente antes de las elecciones en Durango, entidad que forma parte del “Triángulo Dorado”, zona que ahora el Ejecutivo federal quiere que se llame “triángulo de la gente buena, de la gente trabajadora”. Aunque AMLO diga que no hay grupos delictivos que controlen el país, la defensa que hace a los criminales únicamente da la percepción de la complicidad entre narco y el gobierno, y en Sinaloa se vio confirmado una vez más.

(*) Coordinador de los senadores del PAN

El sábado por la mañana el convoy de reporteros que cubrían la gira del presidente Andrés Manuel López Obrador por Sinaloa, evidenciaron con videos y fotografías haber sido detenidos sobre la carretera Badiraguato-Guadalupe y Calvo, por un grupo de hombres armados.

Relataron algunos comunicadores que el retén donde fueron detenidos se ubica a 30 minutos del rancho La Tuna, donde reside la madre del líder del cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”. Sí, la misma señora que hace dos años fue saludada por el titular del Ejecutivo federal.

Los reporteros fueron cuestionados por un hombre que sostenía un arma larga, el cual les preguntó a los comunicadores hacia dónde se dirigían, ellos dijeron que iban al evento del Presidente y afortunadamente los dejaron seguir su camino.

Horas más tarde se le cuestionó a López Obrador sobre el “imprevisto” tan inusual, a lo que él simplemente contestó: “No pasa nada, no pasó nada”, cuando evidentemente pasó todo, cuando esas personas de dudoso proceder han convertido al país en ríos de sangre y el Presidente dice que no pasa nada. En el país del “no pasa nada”, a principios del mes de mayo fue hallado muerto el periodista Luis Enrique Ramírez Ramos, al sur de Culiacán, Sinaloa: el noveno comunicador en el México del “no pasa nada” de AMLO.

El jefe de las Fuerzas Armadas dice que “no pasa nada” desde el bastión del cártel de Sinaloa, en medio de la mayor ola de violencia que estamos pasando minimizó el retén donde bloquearon el paso de periodistas y por un momento ellos sintieron en riesgo su integridad.

En el “no pasa nada” del Presidente, en el México real pasa todo, donde Sinaloa tiene registrado más de 200 homicidios dolosos tan solo este año, y cuando el clima de violencia contra los periodistas en el país no es el más adecuado.

Quizá hay un trasfondo en la simpatía que tiene el Presidente por Sinaloa, porque no es la primera vez que va a “supervisar obras”, casualmente antes de las elecciones en Durango, entidad que forma parte del “Triángulo Dorado”, zona que ahora el Ejecutivo federal quiere que se llame “triángulo de la gente buena, de la gente trabajadora”. Aunque AMLO diga que no hay grupos delictivos que controlen el país, la defensa que hace a los criminales únicamente da la percepción de la complicidad entre narco y el gobierno, y en Sinaloa se vio confirmado una vez más.

(*) Coordinador de los senadores del PAN