/ miércoles 15 de junio de 2022

En la quinta ola

Con la llegada de la quinta ola del Covid-19 al país, y de que, conforme a reportes de la Secretaría de Salud (SS), Veracruz está entre los diez estados donde los contagios van a la alza, habrá que ver lo que deciden las autoridades sanitarias y municipales sobre las fiestas del Carnaval de Veracruz que está en los últimos detalles de organización, incluso con la contratación de artistas que actuarán en los actos masivos del Malecón del Paseo. Desde luego, los índices de infección han sido mayores en otros estados, como Baja California Sur, Sinaloa y Ciudad de México, pero eso no reduce el riesgo de miles de personas que acudirán a las gradas por donde pasarán los recorridos de las comparsas y carrozas durante tres días. Hasta hace menos de una semana, la Dirección General de Epidemiología de la SS había reportado ocho mil 24 nuevos casos de Covid-19 en el país en un solo día, lo que representa un aumento de 203% respecto al promedio diario de la penúltima semana, y en decesos esa misma dependencia informó que se registraron 42 muertes en un día, superando el promedio de 20 en 24 horas de la semana anterior. ¿Qué ha pasado entonces si la mayoría de la población ya se encuentra vacunada?, la respuesta de los especialistas es que las vacunas no evitan la enfermedad, sólo reducen su impacto y pueden evitar la muerte, además de que otras variantes del virus generan nuevas olas de la pandemia; a eso se agrega que muy pronto se han eliminado restricciones de distanciamiento social y para pasar a un relajamiento casi total en las medidas de prevención y puede comprobarse que en la vía pública se ha dejado de usar mascarillas, en el transporte, establecimientos comerciales y gastronómicos, y las reuniones familiares o de amigos son cada vez más frecuentes y concurridas, sin el uso de cubrebocas. La alerta es real, aunque toda la república se encuentre en semáforo epidemiológico verde y la disponibilidad hospitalaria en el país para la atención de pacientes graves sea de más del 90%. De ahí que, frente a la amenaza, deban tomarse medidas con lo que pueda evitarse caer nuevamente en la inmovilidad social y económica que afectó gravemente por el cierre de empresas y el desempleo, muchas de ellos micronegocios de los que se sostenían miles o millones de familias. Imposible suspender nuevamente el Carnaval de Veracruz, pero, dependiendo de la evolución de esa quinta ola en el país y el estado, sí tendría que hacerse obligatorio la toma de temperatura en los accesos, el uso de cubrebocas y separar los espacios en las gradas, entre otras medidas. Esperemos.

mail: opedro2006@gmail.com

Con la llegada de la quinta ola del Covid-19 al país, y de que, conforme a reportes de la Secretaría de Salud (SS), Veracruz está entre los diez estados donde los contagios van a la alza, habrá que ver lo que deciden las autoridades sanitarias y municipales sobre las fiestas del Carnaval de Veracruz que está en los últimos detalles de organización, incluso con la contratación de artistas que actuarán en los actos masivos del Malecón del Paseo. Desde luego, los índices de infección han sido mayores en otros estados, como Baja California Sur, Sinaloa y Ciudad de México, pero eso no reduce el riesgo de miles de personas que acudirán a las gradas por donde pasarán los recorridos de las comparsas y carrozas durante tres días. Hasta hace menos de una semana, la Dirección General de Epidemiología de la SS había reportado ocho mil 24 nuevos casos de Covid-19 en el país en un solo día, lo que representa un aumento de 203% respecto al promedio diario de la penúltima semana, y en decesos esa misma dependencia informó que se registraron 42 muertes en un día, superando el promedio de 20 en 24 horas de la semana anterior. ¿Qué ha pasado entonces si la mayoría de la población ya se encuentra vacunada?, la respuesta de los especialistas es que las vacunas no evitan la enfermedad, sólo reducen su impacto y pueden evitar la muerte, además de que otras variantes del virus generan nuevas olas de la pandemia; a eso se agrega que muy pronto se han eliminado restricciones de distanciamiento social y para pasar a un relajamiento casi total en las medidas de prevención y puede comprobarse que en la vía pública se ha dejado de usar mascarillas, en el transporte, establecimientos comerciales y gastronómicos, y las reuniones familiares o de amigos son cada vez más frecuentes y concurridas, sin el uso de cubrebocas. La alerta es real, aunque toda la república se encuentre en semáforo epidemiológico verde y la disponibilidad hospitalaria en el país para la atención de pacientes graves sea de más del 90%. De ahí que, frente a la amenaza, deban tomarse medidas con lo que pueda evitarse caer nuevamente en la inmovilidad social y económica que afectó gravemente por el cierre de empresas y el desempleo, muchas de ellos micronegocios de los que se sostenían miles o millones de familias. Imposible suspender nuevamente el Carnaval de Veracruz, pero, dependiendo de la evolución de esa quinta ola en el país y el estado, sí tendría que hacerse obligatorio la toma de temperatura en los accesos, el uso de cubrebocas y separar los espacios en las gradas, entre otras medidas. Esperemos.

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