/ sábado 12 de marzo de 2022

Equidad de género y educación

Aunque entre 2012 y 2021 el número de mujeres profesionistas que estudiaron alguna carrera denominada STEM (Ciencias, Ingeniería, Tecnología y Matemáticas) aumentó 42%, aún son minoría dentro de estas áreas, pues de entre quienes egresan sólo 12% son mujeres, apenas una por cada siete hombres, lo cual implica una barrera a su desarrollo profesional, señala Claudia Rodríguez Loera. “El Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) analizó cuántas mujeres estudian este tipo de carreras, en cuáles se concentran, dónde se ubican, cuánto ganan y cómo se comparan con los hombres a partir de datos del INEGI y la SEP. En este análisis encontraron que las brechas de género empiezan en la infancia y aumentan con el tiempo”.

Eugenia Garduño comenta: El rol de la mujer en los diferentes campos de acción ha venido evolucionando, y la educación ha sido uno de ellos, el compromiso con la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres se establece en el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 5 de la ONU, en concordancia con el número 4, que tiene como fin garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad.

En un país donde nos educan para ser líderes en el hogar, pero no en el ámbito profesional, la educación en liderazgo femenino es fundamental para lograr la equidad de género en los ámbitos laboral y personal.

Hoy, el ecosistema digital favorece la integración de las mujeres al desarrollo de habilidades tecnológicas. La plataforma Indeed reportó en abril de 2021 un incremento de 15% (comparado con el mismo mes de 2020) en la oferta de empleos para las mujeres vinculados a la tecnología y un aumento de 58% respecto del mismo periodo en 2019.

Si bien las niñas de educación primaria han presentado mejores resultados en las pruebas del Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (PLANEA) de matemáticas que los niños, esta situación se revierte en secundaria y se amplía al finalizar el bachillerato.

Sin duda, se requiere un replanteamiento necesario de la educación. Teresa Galicia en Opinión expresa “He venido comentando sobre ciertos ejes articuladores que se exponen en el Marco Curricular de Educación Básica 2022, donde aparece el eje articulador 4.

Igualdad de género, que esboza “un replanteamiento de los contenidos de las ciencias y humanidades en los que prevalecen paradigmas de verdad y universalización que desconocen la igualdad entre hombres y mujeres, sobre todo de niñas y adolescentes pobres, indígenas y afrodescendientes”

“Al ser la escuela pública un sistema social, es el responsable de generar relaciones pedagógicas que no pueden estar orientadas rígida y exclusivamente a objetivos académicos, sino que éstos deben ser parte de una diversidad de relaciones pedagógicas, culturales y sociales que mejoren y fortalezcan la vida comunitaria dentro y fuera de la institución”.

Los planteles deben intervenir desde los primeros años de escuela para que más de las niñas tengan el deseo y las capacidades para abrir espacios en su formación y enfrentar las barreras para entrar, permanecer y crecer en el mercado laboral como profesionistas en las carreras que se han comentado y en otras áreas también.

Superar la trivial idea de que las mujeres tienen mayor probabilidad de ser oficinistas, mientras que los hombres tienden a ocupar puestos en plantas industriales.

Ahí está el camino por los derechos educativos, laborales y sociales de las mujeres en favor de una sociedad equitativa y justa.

Se requiere “impulsar una educación con calidad, equidad y perspectiva de género, articulada a través de grupos de trabajo mediante alianzas en un marco plural, nacional y global, en pro de resaltar la importancia de la empatía de género y de que se visibilice a las mujeres, se les reconozca y se les apoye. Impulsar ideas, conexiones, proyectos y negocios entre la comunidad global educativa que permitan avanzar hacia modelos de enseñanza y aprendizaje adaptados al presente y futuro del sector educativo”.

El rol de la mujer en los diferentes campos de acción ha venido evolucionando, y la educación ha sido uno de ellos, el compromiso con la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres se establece en el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 5 de la ONU, en concordancia con el número 4, que tiene como fin garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad.

Aunque entre 2012 y 2021 el número de mujeres profesionistas que estudiaron alguna carrera denominada STEM (Ciencias, Ingeniería, Tecnología y Matemáticas) aumentó 42%, aún son minoría dentro de estas áreas, pues de entre quienes egresan sólo 12% son mujeres, apenas una por cada siete hombres, lo cual implica una barrera a su desarrollo profesional, señala Claudia Rodríguez Loera. “El Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) analizó cuántas mujeres estudian este tipo de carreras, en cuáles se concentran, dónde se ubican, cuánto ganan y cómo se comparan con los hombres a partir de datos del INEGI y la SEP. En este análisis encontraron que las brechas de género empiezan en la infancia y aumentan con el tiempo”.

Eugenia Garduño comenta: El rol de la mujer en los diferentes campos de acción ha venido evolucionando, y la educación ha sido uno de ellos, el compromiso con la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres se establece en el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 5 de la ONU, en concordancia con el número 4, que tiene como fin garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad.

En un país donde nos educan para ser líderes en el hogar, pero no en el ámbito profesional, la educación en liderazgo femenino es fundamental para lograr la equidad de género en los ámbitos laboral y personal.

Hoy, el ecosistema digital favorece la integración de las mujeres al desarrollo de habilidades tecnológicas. La plataforma Indeed reportó en abril de 2021 un incremento de 15% (comparado con el mismo mes de 2020) en la oferta de empleos para las mujeres vinculados a la tecnología y un aumento de 58% respecto del mismo periodo en 2019.

Si bien las niñas de educación primaria han presentado mejores resultados en las pruebas del Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (PLANEA) de matemáticas que los niños, esta situación se revierte en secundaria y se amplía al finalizar el bachillerato.

Sin duda, se requiere un replanteamiento necesario de la educación. Teresa Galicia en Opinión expresa “He venido comentando sobre ciertos ejes articuladores que se exponen en el Marco Curricular de Educación Básica 2022, donde aparece el eje articulador 4.

Igualdad de género, que esboza “un replanteamiento de los contenidos de las ciencias y humanidades en los que prevalecen paradigmas de verdad y universalización que desconocen la igualdad entre hombres y mujeres, sobre todo de niñas y adolescentes pobres, indígenas y afrodescendientes”

“Al ser la escuela pública un sistema social, es el responsable de generar relaciones pedagógicas que no pueden estar orientadas rígida y exclusivamente a objetivos académicos, sino que éstos deben ser parte de una diversidad de relaciones pedagógicas, culturales y sociales que mejoren y fortalezcan la vida comunitaria dentro y fuera de la institución”.

Los planteles deben intervenir desde los primeros años de escuela para que más de las niñas tengan el deseo y las capacidades para abrir espacios en su formación y enfrentar las barreras para entrar, permanecer y crecer en el mercado laboral como profesionistas en las carreras que se han comentado y en otras áreas también.

Superar la trivial idea de que las mujeres tienen mayor probabilidad de ser oficinistas, mientras que los hombres tienden a ocupar puestos en plantas industriales.

Ahí está el camino por los derechos educativos, laborales y sociales de las mujeres en favor de una sociedad equitativa y justa.

Se requiere “impulsar una educación con calidad, equidad y perspectiva de género, articulada a través de grupos de trabajo mediante alianzas en un marco plural, nacional y global, en pro de resaltar la importancia de la empatía de género y de que se visibilice a las mujeres, se les reconozca y se les apoye. Impulsar ideas, conexiones, proyectos y negocios entre la comunidad global educativa que permitan avanzar hacia modelos de enseñanza y aprendizaje adaptados al presente y futuro del sector educativo”.

El rol de la mujer en los diferentes campos de acción ha venido evolucionando, y la educación ha sido uno de ellos, el compromiso con la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres se establece en el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 5 de la ONU, en concordancia con el número 4, que tiene como fin garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad.