/ lunes 18 de julio de 2022

Fortalecer lazos de amistad, el camino para afrontar desafíos

En su reciente visita a Estados Unidos, el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador puso en alto el nombre de México, y ante el mandatario anfitrión Joe Biden, mostró su experiencia política, la sencillez en su trato y la voluntad de cooperación basada en el respeto para fortalecer la relación bilateral.

La cordialidad y animosidad fueron la constante del encuentro de los presidentes en la Casa Blanca, quienes revisaron temas de la mayor importancia y que tienen que ver con migración, energía, inflación e intercambio comercial, entre otros.

Resulta relevante que los protagonistas de este encuentro reconozcan que los gobiernos de naciones vecinas deben estrechar los vínculos de cooperación en diversos ámbitos para afrontar los grandes desafíos como: los severos daños a la actividad productiva derivados de la pandemia, las guerras que no sólo dejan dolor, muerte y destrucción, sino afectaciones a la economía y, claro está, la inflación creciente a nivel mundial.

En todo momento afloró la postura firme en la defensa de la soberanía nacional del presidente López Obrador. Cuando sostuvo que ve a México en pie de igualdad con Estados Unidos y reafirmó su liderazgo a nivel regional al plantear su propuesta de cinco puntos para enfrentar conjuntamente la actual crisis, en el entendido que cooperación no significa hegemonía ni sometimiento.

La propuesta del mandatario mexicano va desde un plan de abasto de combustible, facilitar mil kilómetros de gasoductos del lado mexicano de la frontera para dotar de gas a estados de la Unión Americana en esa zona; impulsar el intercambio comercial, poner en marcha un plan de inversión privada en ambos países para la producción de bienes, así como ordenar el flujo migratorio para permitir la llegada a Estados Unidos para ofrecer mano de obra a nivel técnico y profesionistas con visas temporales de trabajo.

Fortalecer los lazos de amistad entre México y Estados Unidos es la ruta indicada para salir airosos de los desafíos a escala mundial. Ratifico en sus términos cuando con voz firme el presidente López Obrador dijo a su homólogo Joe Biden, que no será la primera ni la única ocasión que cerremos filas a pesar de las diferencias y de agravios que no resultan fácil de olvidar ni con el tiempo ni con buenos deseos, pero en muchas ocasiones ambos vecinos han logrado trabajar como buenos amigos y verdaderos aliados.

Y claro está que hubo reciprocidad por parte del presidente anfitrión, quien calificó de sólida la relación entre ambas naciones. Sostuvo que con el presidente López Obrador es posible hablar de desafíos, pero también de compromisos compartidos para afrontarlos.

Reconoció que el tema migratorio ha llegado a niveles históricos, y que no solamente afecta a Estados Unidos y a México, sino a países de Centroamérica. Informó que el gobierno que encabeza está impulsando la apertura de oportunidades de trabajo para los inmigrantes, al destacar que en 2021 se otorgaron 300 mil visas, lo cual representa un logro significativo.

Este es el segundo encuentro de los presidentes López Obrador y Joe Biden en menos de ocho meses. Reconozco el éxito de la visita que seguramente tendrá efectos positivos para México en el corto plazo en materia económica, energética y de asuntos migratorios.

Por si fuera poco, apenas hace unos días el presidente López Obrador anunció que en noviembre próximo se dará otra reunión con su homólogo norteamericano, en el marco de la Cumbre de Líderes de América, que además tendrá sede en nuestro país, por lo que seguro estoy de que rendirá buenos frutos y servirá para seguir fortaleciendo la amistad histórica entre ambas naciones.

(*) PRESIDENTE DE LA MESA DIRECTIVA DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

En su reciente visita a Estados Unidos, el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador puso en alto el nombre de México, y ante el mandatario anfitrión Joe Biden, mostró su experiencia política, la sencillez en su trato y la voluntad de cooperación basada en el respeto para fortalecer la relación bilateral.

La cordialidad y animosidad fueron la constante del encuentro de los presidentes en la Casa Blanca, quienes revisaron temas de la mayor importancia y que tienen que ver con migración, energía, inflación e intercambio comercial, entre otros.

Resulta relevante que los protagonistas de este encuentro reconozcan que los gobiernos de naciones vecinas deben estrechar los vínculos de cooperación en diversos ámbitos para afrontar los grandes desafíos como: los severos daños a la actividad productiva derivados de la pandemia, las guerras que no sólo dejan dolor, muerte y destrucción, sino afectaciones a la economía y, claro está, la inflación creciente a nivel mundial.

En todo momento afloró la postura firme en la defensa de la soberanía nacional del presidente López Obrador. Cuando sostuvo que ve a México en pie de igualdad con Estados Unidos y reafirmó su liderazgo a nivel regional al plantear su propuesta de cinco puntos para enfrentar conjuntamente la actual crisis, en el entendido que cooperación no significa hegemonía ni sometimiento.

La propuesta del mandatario mexicano va desde un plan de abasto de combustible, facilitar mil kilómetros de gasoductos del lado mexicano de la frontera para dotar de gas a estados de la Unión Americana en esa zona; impulsar el intercambio comercial, poner en marcha un plan de inversión privada en ambos países para la producción de bienes, así como ordenar el flujo migratorio para permitir la llegada a Estados Unidos para ofrecer mano de obra a nivel técnico y profesionistas con visas temporales de trabajo.

Fortalecer los lazos de amistad entre México y Estados Unidos es la ruta indicada para salir airosos de los desafíos a escala mundial. Ratifico en sus términos cuando con voz firme el presidente López Obrador dijo a su homólogo Joe Biden, que no será la primera ni la única ocasión que cerremos filas a pesar de las diferencias y de agravios que no resultan fácil de olvidar ni con el tiempo ni con buenos deseos, pero en muchas ocasiones ambos vecinos han logrado trabajar como buenos amigos y verdaderos aliados.

Y claro está que hubo reciprocidad por parte del presidente anfitrión, quien calificó de sólida la relación entre ambas naciones. Sostuvo que con el presidente López Obrador es posible hablar de desafíos, pero también de compromisos compartidos para afrontarlos.

Reconoció que el tema migratorio ha llegado a niveles históricos, y que no solamente afecta a Estados Unidos y a México, sino a países de Centroamérica. Informó que el gobierno que encabeza está impulsando la apertura de oportunidades de trabajo para los inmigrantes, al destacar que en 2021 se otorgaron 300 mil visas, lo cual representa un logro significativo.

Este es el segundo encuentro de los presidentes López Obrador y Joe Biden en menos de ocho meses. Reconozco el éxito de la visita que seguramente tendrá efectos positivos para México en el corto plazo en materia económica, energética y de asuntos migratorios.

Por si fuera poco, apenas hace unos días el presidente López Obrador anunció que en noviembre próximo se dará otra reunión con su homólogo norteamericano, en el marco de la Cumbre de Líderes de América, que además tendrá sede en nuestro país, por lo que seguro estoy de que rendirá buenos frutos y servirá para seguir fortaleciendo la amistad histórica entre ambas naciones.

(*) PRESIDENTE DE LA MESA DIRECTIVA DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS