/ lunes 16 de noviembre de 2020

Historias de impunidad 

El pasado miércoles 11 de noviembre, Florisel Ríos Delfín, alcaldesa de Jamapa, fue secuestrada y victimada por un comando armado, en lo que fue el tercer homicidio en menos de dos años contra políticos que estaban en funciones en cargos de elección popular en Veracruz.

Antes de la presidenta municipal de Jamapa fueron ejecutados Maricela Vallejo Orea, alcaldesa de Mixtla de Altamirano, victimada el 24 de abril de 2019, y el diputado local Juan Carlos Molina Palacios, en noviembre de ese mismo año.

Rogelio Ayala Palomino, exalcalde de Yecuatla, no estaba en funciones, pero su ejecución, por la madrugada del domingo 21 de julio, también se convirtió en una mancha en las estadísticas de agresiones contra integrantes de la clase política local.

También de forma relativamente reciente se registraron los casos de Santana Cruz Bahena, victimado el 20 de noviembre de 2017; era presidente municipal electo de Hidalgotitlán, del Partido Nueva Alianza; y fue asesinado cuando se encontraba en el interior su domicilio.

Cinco días después, el 25 de noviembre de ese año, Víctor Manuel Espinoza Tolentino, alcalde priista de Ixhuatlán de Madero, fue emboscado y asesinado a balazos.

No habían pasado ni dos meses cuando el prestigioso abogado Víctor Molina Dorantes, del Partido de la Revolución Democrática, exalcalde de Colipa, fue ejecutado de un certero disparo en la cabeza, el 10 de enero de 2018 .

El común denominador de la mayoría de los casos de agresiones mortales contra políticos veracruzanos ha sido la impunidad. Pareciera que cualquiera puede asesinar a un alcalde o a un diputado (como los casos de Roque Spinoso Foglia, en 1984, y José María Guillén Torres, en 2003) sin consecuencias.

Probablemente la única excepción a esa regla de impunidad ha sido el caso de Mixtla de Altamirano. En noviembre de 2019 fue capturada por esos hechos María Angélica “N”, exalcaldesa del lugar, siete meses del ataque que cobró la vida de la presidenta municipal, su esposo y un auxiliar.

La alcaldesa tenía 27 años cuando fue victimada, el 24 de abril de 2019. Fue interceptada en el tramo carretero Zongolica-Orizaba, a la altura del municipio de Los Reyes.

Fuera del caso de Maricela Vallejo no hay antecedente de esclarecimiento de ningún otro asesinato contra alcaldes o diputados en Veracruz.

De forma reciente, por ejemplo, representantes del Partido Revolucionario Institucional reprocharon a la fiscalía de Veracruz la falta de avances en las investigaciones del caso del diputado Juan Carlos Molina Palacios, dado que ha pasado un año de su asesinato y se corre el riesgo de que éste se convierta en un ejemplo más de la impunidad que prevalece en nuestro país en cuanto a la procuración e impartición de justicia.

Esperemos que la fiscalía pueda esclarecer los casos de Florisel Ríos Delfín, Rogelio Ayala Palomino, Juan Carlos Molina Palacios, Santana Cruz Bahena, Víctor Manuel Espinoza Tolentino y Víctor Molina Dorantes, todos con menos de tres años y todos impunes a la fecha.

El pasado miércoles 11 de noviembre, Florisel Ríos Delfín, alcaldesa de Jamapa, fue secuestrada y victimada por un comando armado, en lo que fue el tercer homicidio en menos de dos años contra políticos que estaban en funciones en cargos de elección popular en Veracruz.

Antes de la presidenta municipal de Jamapa fueron ejecutados Maricela Vallejo Orea, alcaldesa de Mixtla de Altamirano, victimada el 24 de abril de 2019, y el diputado local Juan Carlos Molina Palacios, en noviembre de ese mismo año.

Rogelio Ayala Palomino, exalcalde de Yecuatla, no estaba en funciones, pero su ejecución, por la madrugada del domingo 21 de julio, también se convirtió en una mancha en las estadísticas de agresiones contra integrantes de la clase política local.

También de forma relativamente reciente se registraron los casos de Santana Cruz Bahena, victimado el 20 de noviembre de 2017; era presidente municipal electo de Hidalgotitlán, del Partido Nueva Alianza; y fue asesinado cuando se encontraba en el interior su domicilio.

Cinco días después, el 25 de noviembre de ese año, Víctor Manuel Espinoza Tolentino, alcalde priista de Ixhuatlán de Madero, fue emboscado y asesinado a balazos.

No habían pasado ni dos meses cuando el prestigioso abogado Víctor Molina Dorantes, del Partido de la Revolución Democrática, exalcalde de Colipa, fue ejecutado de un certero disparo en la cabeza, el 10 de enero de 2018 .

El común denominador de la mayoría de los casos de agresiones mortales contra políticos veracruzanos ha sido la impunidad. Pareciera que cualquiera puede asesinar a un alcalde o a un diputado (como los casos de Roque Spinoso Foglia, en 1984, y José María Guillén Torres, en 2003) sin consecuencias.

Probablemente la única excepción a esa regla de impunidad ha sido el caso de Mixtla de Altamirano. En noviembre de 2019 fue capturada por esos hechos María Angélica “N”, exalcaldesa del lugar, siete meses del ataque que cobró la vida de la presidenta municipal, su esposo y un auxiliar.

La alcaldesa tenía 27 años cuando fue victimada, el 24 de abril de 2019. Fue interceptada en el tramo carretero Zongolica-Orizaba, a la altura del municipio de Los Reyes.

Fuera del caso de Maricela Vallejo no hay antecedente de esclarecimiento de ningún otro asesinato contra alcaldes o diputados en Veracruz.

De forma reciente, por ejemplo, representantes del Partido Revolucionario Institucional reprocharon a la fiscalía de Veracruz la falta de avances en las investigaciones del caso del diputado Juan Carlos Molina Palacios, dado que ha pasado un año de su asesinato y se corre el riesgo de que éste se convierta en un ejemplo más de la impunidad que prevalece en nuestro país en cuanto a la procuración e impartición de justicia.

Esperemos que la fiscalía pueda esclarecer los casos de Florisel Ríos Delfín, Rogelio Ayala Palomino, Juan Carlos Molina Palacios, Santana Cruz Bahena, Víctor Manuel Espinoza Tolentino y Víctor Molina Dorantes, todos con menos de tres años y todos impunes a la fecha.