/ viernes 31 de julio de 2020

La alerta del sector empresarial

En economía, Veracruz es un desastre. Los líderes de las principales cámaras empresariales del país ilustraron que, en esa materia, el estado veracruzano es el que registra mayor impacto negativo en cierre de empresas y desempleo.

No es un invento de Enoch Castellanos Férez, presidente de la Canacintra, y de otros dirigentes de organizaciones empresariales, es la realidad que se está viviendo en todo el territorio veracruzano, donde diariamente los dueños de negocios deciden cerrar. A la fecha, según las cifras que aportaron, en la entidad se han perdido 53 mil empleos durante el primer semestre de este año y, algo que ya se sabía, sólo se han otorgado 10 mil créditos en apoyo a microempresas, lo que o representa solamente el 5% del total de éstas en el estado, cuyo número asciende a más de 270 mil, las cuales, en su enorme mayoría, ya no pueden costear ni lo básico como pagos de luz, agua, rentas… y mucho menos nómina. Son datos duros que resultan inquietantes, pero no parecen existir para quienes tienen la responsabilidad de atender estos problemas. Y la situación no para ahí, hay males mayores. Según la información que aportan estos mismos dirigentes, Veracruz ocupa el cuarto lugar del país con menor Índice de Desarrollo Humano (IDH), sólo después de Chiapas, Oaxaca y Guerrero: 62.16% de su población se encuentra en situación de pobreza, 45.76% con pobreza moderada y 16.40% con pobreza extrema. La alerta planteada por la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanco-Servytur, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex y la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), tendría que ser escuchada para evitar no sólo que se profundice el daño a la economía veracruzana, sino que esto se convierta en un gravísimo problema social si, como se advierte, siguen cerrando empresas y se pierden empleos (hay una disminución del 6.9%, de acuerdo con los registros del Instituto Mexicano del Seguro Social).

“A nadie conviene la quiebra de empresas, ni dejarlas a su suerte”, planteó el veracruzano por adopción Enoch Castellanos, quien asumió el liderazgo en marzo del año pasado y en cuyo primer discurso extendió su mano al gobierno de la 4T, planteándose como su “aliado en favor del desarrollo del país”, aunque también señaló en ese pronunciamiento que “el crecimiento no se genera por decreto; necesita inversión pública y privada, nacional e internacional; México debe generar condiciones para estimular la inversión: reglas claras, garantías y seguridad”. Obviamente no se han cumplido esas premisas y las consecuencias ya son notables y podrían generar mucho daño en los meses por venir.

opedro2006@gmail.com

En economía, Veracruz es un desastre. Los líderes de las principales cámaras empresariales del país ilustraron que, en esa materia, el estado veracruzano es el que registra mayor impacto negativo en cierre de empresas y desempleo.

No es un invento de Enoch Castellanos Férez, presidente de la Canacintra, y de otros dirigentes de organizaciones empresariales, es la realidad que se está viviendo en todo el territorio veracruzano, donde diariamente los dueños de negocios deciden cerrar. A la fecha, según las cifras que aportaron, en la entidad se han perdido 53 mil empleos durante el primer semestre de este año y, algo que ya se sabía, sólo se han otorgado 10 mil créditos en apoyo a microempresas, lo que o representa solamente el 5% del total de éstas en el estado, cuyo número asciende a más de 270 mil, las cuales, en su enorme mayoría, ya no pueden costear ni lo básico como pagos de luz, agua, rentas… y mucho menos nómina. Son datos duros que resultan inquietantes, pero no parecen existir para quienes tienen la responsabilidad de atender estos problemas. Y la situación no para ahí, hay males mayores. Según la información que aportan estos mismos dirigentes, Veracruz ocupa el cuarto lugar del país con menor Índice de Desarrollo Humano (IDH), sólo después de Chiapas, Oaxaca y Guerrero: 62.16% de su población se encuentra en situación de pobreza, 45.76% con pobreza moderada y 16.40% con pobreza extrema. La alerta planteada por la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanco-Servytur, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex y la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), tendría que ser escuchada para evitar no sólo que se profundice el daño a la economía veracruzana, sino que esto se convierta en un gravísimo problema social si, como se advierte, siguen cerrando empresas y se pierden empleos (hay una disminución del 6.9%, de acuerdo con los registros del Instituto Mexicano del Seguro Social).

“A nadie conviene la quiebra de empresas, ni dejarlas a su suerte”, planteó el veracruzano por adopción Enoch Castellanos, quien asumió el liderazgo en marzo del año pasado y en cuyo primer discurso extendió su mano al gobierno de la 4T, planteándose como su “aliado en favor del desarrollo del país”, aunque también señaló en ese pronunciamiento que “el crecimiento no se genera por decreto; necesita inversión pública y privada, nacional e internacional; México debe generar condiciones para estimular la inversión: reglas claras, garantías y seguridad”. Obviamente no se han cumplido esas premisas y las consecuencias ya son notables y podrían generar mucho daño en los meses por venir.

opedro2006@gmail.com