Viejos ideólogos y periodistas han dicho en muchas ocasiones que en la política las cosas no son, las cosas van siendo. La política, como la historia, tiene adherida a su naturaleza el factor de la incertidumbre, porque así es el tiempo, que depende de circunstancias.
Por ello, cuando se toma la decisión de participar en el servicio público debe tenerse claro que en ese mismo momento tácitamente se está firmando también la renuncia del mismo. Puede ser un periodo corto o largo; eso depende de muchos factores y variables, esencialmente políticos y sociales.
En la vida humana como en la política, todo se circunscribe a etapas y ciclos. Quien esto escribe concluyó un periodo dentro del servicio público, un ciclo formativo, de aprendizaje y experiencia para mi crecimiento y carrera política, que a mis 28 años resguardo con gratitud. Mis ideales y convicciones, lo he dicho en otras ocasiones, han ido siempre más allá de “un cargo” en el servicio público.
En estos días he recordado las palabras de un apreciado periodista, de los que hoy llaman “la vieja escuela” por la coyuntura en la que ejercieron su labor y se forjaron, en las que me advertía mediante un consejo sobre las delgadas líneas que en el servicio público o ejercicio del poder se nublan y pueden pasar factura.
Delgadas líneas políticas no escritas pero que van ligadas a la esencia y a la congruencia. Sí bien cada político y/o gobernante tiene un estilo propio, inherente a su persona, se vuelve indispensable mantener congruencia desde el inicio hasta el momento de dimitir en un puesto, ya que quienes están alrededor lo reciben, perciben y evalúan.
Además, este mismo periodista añadió: “Ustedes (los políticos) van de paso, y nosotros (los periodistas) nos quedamos. Así como tú, hemos visto pasar decenas de funcionarios y jóvenes políticos”, sentenció.
Es claro, en los cargos públicos de la política hoy estás y mañana no. Lo que queda es lo realizado y lo vivido durante el tiempo en que se está. Como oposición, en el partido y en el gobierno, contribuí con mi grano de arena por un mejor futuro, y claro que mantengo el anhelo de contribuir en lo futuro con más y mejores cosas para y por Veracruz.
Los jarochos somos grilleros
Dicen los grandes filósofos que somos seres eminentemente políticos y sociales, sin duda. Aunado a eso los veracruzanos somos dicharacheros, grilleros y pasionales por naturaleza, con la facilidad de convertir cualquier momento y espacio en un centro de análisis y debate político. Con soltura, en una mesa de cualquier café o sobremesa de alguna comida tendemos a construir y deconstruir diferentes escenarios políticos.
Veracruz es sin duda un protagonista en la historia y en la conformación de México como País. Veracruz es cultura, riqueza natural y gastronomía. También es uno de los padrones electorales más importantes y por ello tiene una gran importancia política y electoral, y en los últimos procesos comiciales ha sido caja de resonancia nacional, razón por la cual existen siempre muchos reflectores sobre la entidad.
Lo importante es incentivar la participación electoral durante estos últimos días, y que las veracruzanas y veracruzanos organizados salgamos a participar con determinación el próximo 2 de junio.
Como veracruzano, como jarocho, como hijo de esta tierra, me apasiona la política, como a usted, amable lector y en ello seguiremos, buscando aportar, desde cualquier trinchera, nuestro conocimiento y nuestras energías para que siempre le vaya bien a Veracruz y a los veracruzanos.
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