/ viernes 6 de noviembre de 2020

Las cartas en Martínez

En Martínez de la Torre, como en otros municipios veracruzanos, la posible alianza entre PAN, PRI y PRD podría llevar la contienda por la presidencia municipal a un escenario de polarización con sólo dos protagonistas: los respectivos candidatos de dicha coalición y de Morena-PVEM-PT.

En las vísperas de la definición de las candidaturas, en Morena se manejan con insistencia los nombres de los actuales legisladores local y federal: Adriana Esther Martínez y Rodrigo Calderón, respectivamente.

La legisladora cuenta con una muy buena relación con grupos de peso dentro del Movimiento en la entidad y sus expresiones favorables a la dupla Ramírez Zepeta-Gómez Cazarín así lo hacen ver. Como diputada, Adriana Martínez ha cultivado esas relaciones y ello podría inclinar la balanza a la hora de la definición de las candidaturas en Morena.

Rodrigo Calderón, por su parte, es un empresario local que se dedica a la exportación de limón persa; no tiene mala imagen ni escándalos de corrupción; y ha realizado un trabajo discreto pero eficiente a la hora de armar una estructura de apoyo.

Cualquiera de los dos sería un candidato competitivo en 2021, sobre todo por el peso de la marca de Morena; recordemos que el partido que tiene en López Obrador a su líder simplemente arrasó en ese distrito, como en la mayor parte del territorio, en el más reciente proceso electoral.

Martínez de la Torre es un municipio en el que el PAN ha sentado sus reales desde hace dos décadas, cuando Jesús de la Torre Sánchez obtuvo la victoria en las elecciones locales.

Después de la muerte del ex alcalde, su hermano José de la Torre tomó la batuta del panismo martinense; ha ganado tres veces la presidencia municipal, pero por obvias razones enfrenta un fuerte desgaste.

En las dos ocasiones anteriores que ha sido alcalde, José de la Torre no pudo dar continuidad a su proyecto político; es decir, las dos veces que ocupó la presidencia municipal intentó pero no logró dejar sucesor; como edil fue derrotado por el PRI, primero con Hilario Ruiz Zurita y después por Rolando Olivares Ahumada.

Ello nos dice que De la Torre Sánchez gana sin mayores problemas la alcaldía cuando él se postula, pero cuando intenta dejar a cualquier otro miembro de su grupo, es incapaz de prolongar su periodo. Perdió, incluso, cuando postuló como candidata a su esposa, Rosa María Martínez Díaz, actual presidenta del DIF Municipal, y también cuando intentó dejar a su hermano Cenobio de la Torre.

Para la dirigencia estatal del PAN en Veracruz es indiscutible el peso de José de la Torre en la cabecera distrital de Martínez, donde controla a placer la estructura del partido; el problema para el actual alcalde es que ese peso en las decisiones del albiazul no garantiza una victoria en 2021; el presidente municipal panista no cuenta en su grupo con ningún perfil de peso y su mezquindad política podría poner la mesa para la llegada de Morena a ese cargo.

De la Torre Sánchez podría en 2021 dar continuidad a su historia política: en las dos ocasiones en que ha sido alcalde perdió la elección siguiente… esta sería la tercera.

En Martínez de la Torre, como en otros municipios veracruzanos, la posible alianza entre PAN, PRI y PRD podría llevar la contienda por la presidencia municipal a un escenario de polarización con sólo dos protagonistas: los respectivos candidatos de dicha coalición y de Morena-PVEM-PT.

En las vísperas de la definición de las candidaturas, en Morena se manejan con insistencia los nombres de los actuales legisladores local y federal: Adriana Esther Martínez y Rodrigo Calderón, respectivamente.

La legisladora cuenta con una muy buena relación con grupos de peso dentro del Movimiento en la entidad y sus expresiones favorables a la dupla Ramírez Zepeta-Gómez Cazarín así lo hacen ver. Como diputada, Adriana Martínez ha cultivado esas relaciones y ello podría inclinar la balanza a la hora de la definición de las candidaturas en Morena.

Rodrigo Calderón, por su parte, es un empresario local que se dedica a la exportación de limón persa; no tiene mala imagen ni escándalos de corrupción; y ha realizado un trabajo discreto pero eficiente a la hora de armar una estructura de apoyo.

Cualquiera de los dos sería un candidato competitivo en 2021, sobre todo por el peso de la marca de Morena; recordemos que el partido que tiene en López Obrador a su líder simplemente arrasó en ese distrito, como en la mayor parte del territorio, en el más reciente proceso electoral.

Martínez de la Torre es un municipio en el que el PAN ha sentado sus reales desde hace dos décadas, cuando Jesús de la Torre Sánchez obtuvo la victoria en las elecciones locales.

Después de la muerte del ex alcalde, su hermano José de la Torre tomó la batuta del panismo martinense; ha ganado tres veces la presidencia municipal, pero por obvias razones enfrenta un fuerte desgaste.

En las dos ocasiones anteriores que ha sido alcalde, José de la Torre no pudo dar continuidad a su proyecto político; es decir, las dos veces que ocupó la presidencia municipal intentó pero no logró dejar sucesor; como edil fue derrotado por el PRI, primero con Hilario Ruiz Zurita y después por Rolando Olivares Ahumada.

Ello nos dice que De la Torre Sánchez gana sin mayores problemas la alcaldía cuando él se postula, pero cuando intenta dejar a cualquier otro miembro de su grupo, es incapaz de prolongar su periodo. Perdió, incluso, cuando postuló como candidata a su esposa, Rosa María Martínez Díaz, actual presidenta del DIF Municipal, y también cuando intentó dejar a su hermano Cenobio de la Torre.

Para la dirigencia estatal del PAN en Veracruz es indiscutible el peso de José de la Torre en la cabecera distrital de Martínez, donde controla a placer la estructura del partido; el problema para el actual alcalde es que ese peso en las decisiones del albiazul no garantiza una victoria en 2021; el presidente municipal panista no cuenta en su grupo con ningún perfil de peso y su mezquindad política podría poner la mesa para la llegada de Morena a ese cargo.

De la Torre Sánchez podría en 2021 dar continuidad a su historia política: en las dos ocasiones en que ha sido alcalde perdió la elección siguiente… esta sería la tercera.