/ miércoles 30 de diciembre de 2020

Las posiciones en la alianza PAN-PRD-PRI

El pasado lunes 28, el Consejo Estatal del PAN autorizó a la Comisión Permanente analizar y, en su caso, suscribir alianzas con otras fuerzas políticas.

En realidad, el tema de la coalición PAN-PRD-PRI ya está amarrado desde hace meses.

A estas alturas, en el inicio del proceso local electoral 2020-2021, lo que ocupa a los líderes estatales de esos tres partidos es la definición tanto de los distritos donde postularán candidatos como de los nombres de los abanderados.

La sesión del Consejo Estatal panista fue sólo un formulismo para cumplir con los estatutos. En los hechos, la alianza con el PRI y con el PRD ya está definida. Joaquín Guzmán, dirigente estatal del albiazul, apuntó que “el análisis de ir en alianza con otras fuerzas políticas es resultado del llamado ciudadano para recuperar a Veracruz y a México de las atrocidades cometidas por Morena”.

En la encerrona panista, por cierto, se decidió algo que de antemano se daba por sentado: que la alianza no se podría realizar con Morena.

En los temas relacionados con la alianza PAN-PRD-PRI, la determinación de las dirigencias nacionales para que en Veracruz llevara mano Acción Nacional generó ruido al interior del tricolor, cuyos militantes esperaban más que únicamente 4 distritos (los dos de Xalapa, el de Coatepec y el de Orizaba).

Pareciera que al postular candidatos en nueve distritos, el PAN se convierte en el gran protagonista de dicha coalición; sin embargo, en el contexto nacional, al blanquiazul tendrá el mismo número de abanderados que el PRI.

En los corrillos políticos estatales, sin embargo, no parece tener tanta importancia el tema de la contienda por las diputaciones federales; la atención se centra en las negociaciones que establecerán los dirigentes de PAN, PRD y PRI para decidir las candidaturas a las diputaciones locales y sobre todo a los cargos edilicios. En ese punto podrían entramparse Joaquín Guzmán, Sergio Cadena y Marlon Ramírez.

En los círculos cercanos al comité estatal del tricolor hay cierto recelo porque saben perfectamente que en la definición de las candidaturas, uno de los factores más importantes es el relativo a los resultados obtenidos por los partidos en las elecciones más recientes: 2016, 2017 y 2018; y en las tres, el PAN obtuvo mejores números que sus actuales aliados.

En la elección de 2016 para gobernador del estado, Acción Nacional sacó 4 puntos de ventaja al PRI; en 2017, en alianza con el PRD, el PAN ganó 107 ayuntamientos, en tanto que el PRI, unido al Verde, sólo tuvo 40; y en 2018, los priistas quedaron muy reducidos, al obtener menos del 14 por ciento de los votos en la elección para gobernador y sobre todo al no ganar un sólo distrito, de los 30 en disputa.

En 2018, el PAN tuvo 900 mil votos más que el PRI; por eso no debería extrañar a los priistas que Acción Nacional intente postular abanderados en los municipios más poblados de Veracruz, donde, además, es mucho más competitivo que sus aliados.

Por otro lado, los dirigentes de los tres partidos que integrarán dicha coalición saben bien que separados serán derrotados sin mayores problemas por Morena. La única opción para sobrevivir sin ser aplastados electoralmente es una alianza que hasta hace una o dos décadas resultaba impensable.

El pasado lunes 28, el Consejo Estatal del PAN autorizó a la Comisión Permanente analizar y, en su caso, suscribir alianzas con otras fuerzas políticas.

En realidad, el tema de la coalición PAN-PRD-PRI ya está amarrado desde hace meses.

A estas alturas, en el inicio del proceso local electoral 2020-2021, lo que ocupa a los líderes estatales de esos tres partidos es la definición tanto de los distritos donde postularán candidatos como de los nombres de los abanderados.

La sesión del Consejo Estatal panista fue sólo un formulismo para cumplir con los estatutos. En los hechos, la alianza con el PRI y con el PRD ya está definida. Joaquín Guzmán, dirigente estatal del albiazul, apuntó que “el análisis de ir en alianza con otras fuerzas políticas es resultado del llamado ciudadano para recuperar a Veracruz y a México de las atrocidades cometidas por Morena”.

En la encerrona panista, por cierto, se decidió algo que de antemano se daba por sentado: que la alianza no se podría realizar con Morena.

En los temas relacionados con la alianza PAN-PRD-PRI, la determinación de las dirigencias nacionales para que en Veracruz llevara mano Acción Nacional generó ruido al interior del tricolor, cuyos militantes esperaban más que únicamente 4 distritos (los dos de Xalapa, el de Coatepec y el de Orizaba).

Pareciera que al postular candidatos en nueve distritos, el PAN se convierte en el gran protagonista de dicha coalición; sin embargo, en el contexto nacional, al blanquiazul tendrá el mismo número de abanderados que el PRI.

En los corrillos políticos estatales, sin embargo, no parece tener tanta importancia el tema de la contienda por las diputaciones federales; la atención se centra en las negociaciones que establecerán los dirigentes de PAN, PRD y PRI para decidir las candidaturas a las diputaciones locales y sobre todo a los cargos edilicios. En ese punto podrían entramparse Joaquín Guzmán, Sergio Cadena y Marlon Ramírez.

En los círculos cercanos al comité estatal del tricolor hay cierto recelo porque saben perfectamente que en la definición de las candidaturas, uno de los factores más importantes es el relativo a los resultados obtenidos por los partidos en las elecciones más recientes: 2016, 2017 y 2018; y en las tres, el PAN obtuvo mejores números que sus actuales aliados.

En la elección de 2016 para gobernador del estado, Acción Nacional sacó 4 puntos de ventaja al PRI; en 2017, en alianza con el PRD, el PAN ganó 107 ayuntamientos, en tanto que el PRI, unido al Verde, sólo tuvo 40; y en 2018, los priistas quedaron muy reducidos, al obtener menos del 14 por ciento de los votos en la elección para gobernador y sobre todo al no ganar un sólo distrito, de los 30 en disputa.

En 2018, el PAN tuvo 900 mil votos más que el PRI; por eso no debería extrañar a los priistas que Acción Nacional intente postular abanderados en los municipios más poblados de Veracruz, donde, además, es mucho más competitivo que sus aliados.

Por otro lado, los dirigentes de los tres partidos que integrarán dicha coalición saben bien que separados serán derrotados sin mayores problemas por Morena. La única opción para sobrevivir sin ser aplastados electoralmente es una alianza que hasta hace una o dos décadas resultaba impensable.