/ lunes 11 de abril de 2022

Listo San Lázaro para discutir reforma de energía

Los próximos días serán cruciales para el desarrollo económico del país, toda vez que la reforma constitucional en materia de energía ha entrado a la etapa final, en lo que se refiere a la elaboración del dictamen por parte de las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Energía, y posterior análisis, discusión y, en su caso aprobación en el salón plenario.

En el recinto de San Lázaro estamos listos para abordar de cara a la sociedad este asunto de la mayor relevancia, con la seriedad y responsabilidad que amerita y para propiciar el debate de ideas, del intercambio de argumentos y construcción de acuerdos. Las y los mexicanos han estado al pendiente del proceso legislativo de esta reforma constitucional, desde que el titular del Poder Ejecutivo envió la iniciativa a la Cámara de Diputados el 1 de octubre de 2021, hasta la elaboración del dictamen.

Mención aparte merece el acuerdo de los coordinadores de los grupos parlamentarios para la realización del Parlamento Abierto que se llevó a cabo del 17 de enero al 28 de febrero, el cual se puede calificar de histórico, porque además de su importancia como ejercicio de participación democrática contó con la máxima difusión de los foros a través de los medios de comunicación.

Durante más de 180 horas y mediante 28 mesas de diálogo, el Parlamento Abierto fue el espacio propicio para la participación de especialistas, integrantes de la comunidad científica, académicos, altos ejecutivos de empresas generadoras de energía eléctrica, organizaciones sociales, sindicales, comunicadores y servidores públicos, quienes con absoluta libertad y más allá de posturas ideológicas expresaron sus puntos de vista a favor y en contra de la reforma en materia de energía.

Para la Cámara de Diputados el tema representa una prioridad y es por ello que ha generado un espacio para el quehacer político con la finalidad de construir, en el marco del diálogo y de la concertación, la vía que conduzca a la aprobación del dictamen en el salón plenario. En los próximos días habrá de reiterarse el alcance de la iniciativa de reformas en materia de energía que envió al Congreso el presidente Andrés Manuel López Obrador, que además de garantizar que el litio sea propiedad de la nación, tiene el propósito de establecer tarifas de luz justas, generación de energías limpias y con fuentes renovables, participación del 46 por ciento de empresarios con ganancias razonables en el sector eléctrico y el fortalecimiento de la Comisión Federal de Electricidad, con lo que se garantizaría la rectoría del Estado en el sistema eléctrico nacional.

Quienes nos dedicamos a la política debemos seguir la ruta del diálogo para poder hallar el acuerdo con base en las coincidencias. Estoy completamente seguro que las y los diputados de los diferentes grupos parlamentarios tienen la voluntad, en primer término, de abordar este tema con ánimo constructivo, incluso de presentar propuestas de modificación que enriquezcan el dictamen y se traduzcan en beneficios para la ciudadanía.

Todo ello con el propósito de alcanzar los consensos necesarios para fortalecer el sistema eléctrico, corregir fallas en la distribución y mejorar su funcionamiento en beneficio de las y los mexicanos.

Estoy convencido que el interés superior de México es valorado por los grupos parlamentarios en el propósito por desahogar este asunto trascendente para el desarrollo y la vida económica del país, por tratarse de preservar la soberanía energética y por ser un tema de seguridad nacional.

Para quienes tenemos el orgullo y la responsabilidad de ser legisladores afrontaremos el reto de propiciar un debate de altura en las sesiones por realizarse en los próximos días. Estaremos ahí todas y todos los legisladores que queremos lo mejor para nuestro pueblo.

Vamos juntos y juntas a reformar la Constitución para que haya un mercado eléctrico que beneficie a los que por décadas fueron olvidados.

(*) Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados

Los próximos días serán cruciales para el desarrollo económico del país, toda vez que la reforma constitucional en materia de energía ha entrado a la etapa final, en lo que se refiere a la elaboración del dictamen por parte de las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Energía, y posterior análisis, discusión y, en su caso aprobación en el salón plenario.

En el recinto de San Lázaro estamos listos para abordar de cara a la sociedad este asunto de la mayor relevancia, con la seriedad y responsabilidad que amerita y para propiciar el debate de ideas, del intercambio de argumentos y construcción de acuerdos. Las y los mexicanos han estado al pendiente del proceso legislativo de esta reforma constitucional, desde que el titular del Poder Ejecutivo envió la iniciativa a la Cámara de Diputados el 1 de octubre de 2021, hasta la elaboración del dictamen.

Mención aparte merece el acuerdo de los coordinadores de los grupos parlamentarios para la realización del Parlamento Abierto que se llevó a cabo del 17 de enero al 28 de febrero, el cual se puede calificar de histórico, porque además de su importancia como ejercicio de participación democrática contó con la máxima difusión de los foros a través de los medios de comunicación.

Durante más de 180 horas y mediante 28 mesas de diálogo, el Parlamento Abierto fue el espacio propicio para la participación de especialistas, integrantes de la comunidad científica, académicos, altos ejecutivos de empresas generadoras de energía eléctrica, organizaciones sociales, sindicales, comunicadores y servidores públicos, quienes con absoluta libertad y más allá de posturas ideológicas expresaron sus puntos de vista a favor y en contra de la reforma en materia de energía.

Para la Cámara de Diputados el tema representa una prioridad y es por ello que ha generado un espacio para el quehacer político con la finalidad de construir, en el marco del diálogo y de la concertación, la vía que conduzca a la aprobación del dictamen en el salón plenario. En los próximos días habrá de reiterarse el alcance de la iniciativa de reformas en materia de energía que envió al Congreso el presidente Andrés Manuel López Obrador, que además de garantizar que el litio sea propiedad de la nación, tiene el propósito de establecer tarifas de luz justas, generación de energías limpias y con fuentes renovables, participación del 46 por ciento de empresarios con ganancias razonables en el sector eléctrico y el fortalecimiento de la Comisión Federal de Electricidad, con lo que se garantizaría la rectoría del Estado en el sistema eléctrico nacional.

Quienes nos dedicamos a la política debemos seguir la ruta del diálogo para poder hallar el acuerdo con base en las coincidencias. Estoy completamente seguro que las y los diputados de los diferentes grupos parlamentarios tienen la voluntad, en primer término, de abordar este tema con ánimo constructivo, incluso de presentar propuestas de modificación que enriquezcan el dictamen y se traduzcan en beneficios para la ciudadanía.

Todo ello con el propósito de alcanzar los consensos necesarios para fortalecer el sistema eléctrico, corregir fallas en la distribución y mejorar su funcionamiento en beneficio de las y los mexicanos.

Estoy convencido que el interés superior de México es valorado por los grupos parlamentarios en el propósito por desahogar este asunto trascendente para el desarrollo y la vida económica del país, por tratarse de preservar la soberanía energética y por ser un tema de seguridad nacional.

Para quienes tenemos el orgullo y la responsabilidad de ser legisladores afrontaremos el reto de propiciar un debate de altura en las sesiones por realizarse en los próximos días. Estaremos ahí todas y todos los legisladores que queremos lo mejor para nuestro pueblo.

Vamos juntos y juntas a reformar la Constitución para que haya un mercado eléctrico que beneficie a los que por décadas fueron olvidados.

(*) Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados