/ miércoles 5 de enero de 2022

Lizzette Álvarez y el cambio

Muy probablemente, la parte de Alvarado que colinda con Boca del Río es la zona con el más importante desarrollo inmobiliario de Veracruz.

Este municipio, conurbado con Boca del Río, Medellín de Bravo y Veracruz, es en términos inmobiliarios una joya; ahí, el precio de la tierra por metro cuadrado es más elevado que prácticamente en cualquier otro punto de la geografía veracruzana.

Cuenta con más de 55 mil habitantes, de los cuales casi la mitad habitan en la cabecera; el resto, en comunidades como Antón Lizardo, Paso Nacional, Las Escolleras y Mandinga; uno de los grandes problemas de Alvarado es un alto nivel de analfabetismo; de acuerdo con fuentes oficiales, este se ubica cerca del 10 por ciento.

Hasta 2015, datos del INEGI, el 53 por ciento de la población alvaradeña sobrevivía en condiciones de pobreza; y 13.2 por ciento, en situación paupérrima, pobreza extrema; aun así, dado el bajo nivel de carencias sociales y debido a que sólo 5 por ciento de la gente del lugar es vulnerable por bajos ingresos, la Sedesol ubica a este municipio con un grado de rezago social muy bajo; de hecho, ocupa el lugar número mil 732 del país en rezago social.

En el escenario estatal, Alvarado es tiene el lugar 184 en marginación; en pocas palabras, sólo está entre los 30 municipios veracruzanos con los mejores indicadores de desarrollo social.

En las elecciones de 2021, la candidata de la alianza Morena-PVEM-PT a la alcaldía de Alvarado, Lizzette Álvarez Vera, obtuvo una cerrada victoria, misma que fue ratificada por en las tres instancias: en el Tribunal Electoral de Veracruz; y en las salas Regional y Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Tras una feroz batalla electoral, el abanderado de PAN-PRD-PRI, Octavio Ruiz Barroso, mordió el polvo; impugnó, pero sus recursos de inconformidad fueron desechados por los magistrados.

El clima político se enrareció en este municipio, luego de que desde Palacio de Gobierno, Cuitláhuac García revelara que existía una investigación que involucraba tanto al alcalde en funciones, que en ese momento era Boga Ruiz, como a la alcaldesa electa.

Esa declaración del gobernador fue suficiente para que se desataran todo tipo de especulaciones sobre el rumbo que podría tomar el cambio en el Ayuntamiento; algunos medios, incluso, difundieron que la edil electa había desaparecido de Alvarado; en realidad, Álvarez Vera se concentraba en la preparación de su trabajo al frente del gobierno municipal; al tiempo que atendía sus negocios: básicamente una fábrica de hielo, el barco pesquero “La Tempestad”, y un astillero del que dependen más de 150 familias en este municipio.

En abril del año pasado, previo al inicio de las campañas electorales, por cierto, la entonces aspirante a la candidatura se reunía con el empresario Sami Hayek Domínguez, quien anunciaba una fuerte inversión en el astillero de Álvarez Vera, para generar 360 empleos más.

Al final, la aparición pública de Lizzette Álvarez durante la última semana de 2021, desbarató todas las especulaciones sobre su imposibilidad para asumir el cargo; la mujer rindió protesta sin mayores problemas, de dijo afín al proyecto político de Cuitláhuac García y se asumió como parte de la 4T.

El reto de Álvarez Vera en Alvarado será recomponer el rumbo de un ayuntamiento desprestigiado, el de Bogar Ruiz, que dejó pasar la oportunidad de transformar al municipio y terminó por naufragar en un mar de mediocridad y falta de resultados.

Muy probablemente, la parte de Alvarado que colinda con Boca del Río es la zona con el más importante desarrollo inmobiliario de Veracruz.

Este municipio, conurbado con Boca del Río, Medellín de Bravo y Veracruz, es en términos inmobiliarios una joya; ahí, el precio de la tierra por metro cuadrado es más elevado que prácticamente en cualquier otro punto de la geografía veracruzana.

Cuenta con más de 55 mil habitantes, de los cuales casi la mitad habitan en la cabecera; el resto, en comunidades como Antón Lizardo, Paso Nacional, Las Escolleras y Mandinga; uno de los grandes problemas de Alvarado es un alto nivel de analfabetismo; de acuerdo con fuentes oficiales, este se ubica cerca del 10 por ciento.

Hasta 2015, datos del INEGI, el 53 por ciento de la población alvaradeña sobrevivía en condiciones de pobreza; y 13.2 por ciento, en situación paupérrima, pobreza extrema; aun así, dado el bajo nivel de carencias sociales y debido a que sólo 5 por ciento de la gente del lugar es vulnerable por bajos ingresos, la Sedesol ubica a este municipio con un grado de rezago social muy bajo; de hecho, ocupa el lugar número mil 732 del país en rezago social.

En el escenario estatal, Alvarado es tiene el lugar 184 en marginación; en pocas palabras, sólo está entre los 30 municipios veracruzanos con los mejores indicadores de desarrollo social.

En las elecciones de 2021, la candidata de la alianza Morena-PVEM-PT a la alcaldía de Alvarado, Lizzette Álvarez Vera, obtuvo una cerrada victoria, misma que fue ratificada por en las tres instancias: en el Tribunal Electoral de Veracruz; y en las salas Regional y Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Tras una feroz batalla electoral, el abanderado de PAN-PRD-PRI, Octavio Ruiz Barroso, mordió el polvo; impugnó, pero sus recursos de inconformidad fueron desechados por los magistrados.

El clima político se enrareció en este municipio, luego de que desde Palacio de Gobierno, Cuitláhuac García revelara que existía una investigación que involucraba tanto al alcalde en funciones, que en ese momento era Boga Ruiz, como a la alcaldesa electa.

Esa declaración del gobernador fue suficiente para que se desataran todo tipo de especulaciones sobre el rumbo que podría tomar el cambio en el Ayuntamiento; algunos medios, incluso, difundieron que la edil electa había desaparecido de Alvarado; en realidad, Álvarez Vera se concentraba en la preparación de su trabajo al frente del gobierno municipal; al tiempo que atendía sus negocios: básicamente una fábrica de hielo, el barco pesquero “La Tempestad”, y un astillero del que dependen más de 150 familias en este municipio.

En abril del año pasado, previo al inicio de las campañas electorales, por cierto, la entonces aspirante a la candidatura se reunía con el empresario Sami Hayek Domínguez, quien anunciaba una fuerte inversión en el astillero de Álvarez Vera, para generar 360 empleos más.

Al final, la aparición pública de Lizzette Álvarez durante la última semana de 2021, desbarató todas las especulaciones sobre su imposibilidad para asumir el cargo; la mujer rindió protesta sin mayores problemas, de dijo afín al proyecto político de Cuitláhuac García y se asumió como parte de la 4T.

El reto de Álvarez Vera en Alvarado será recomponer el rumbo de un ayuntamiento desprestigiado, el de Bogar Ruiz, que dejó pasar la oportunidad de transformar al municipio y terminó por naufragar en un mar de mediocridad y falta de resultados.