/ viernes 22 de abril de 2022

Los acuerdos por verse

Sorprende ese viraje hacia el diálogo político y la civilidad ofrecido en los últimos días por la 4T a sus adversarios, negada en los últimos 39 meses, cuando desde hace una semana han linchado mediáticamente desde lo más alto del poder y por la bancada morenista en la Cámara de Diputados junto con sus aliados del PT y PVEM, a sus opositores del PAN, PRI, PRD y MC acusándolos de “traidores a la patria” por votar en contra de la iniciativa presidencial de reforma eléctrica. Es incipiente señal es alentadora y, por lo pronto, atempera los ánimos de fanatismo en redes sociales contra los legisladores de oposición, en franca violación a su libertad de disentir y a sus derechos humanos, naturales en una democracia. El presidente López Obrador, a su vez, invitó a una reunión a los ecologistas que alertaron y cuestionaron el daño a miles de hectáreas de la selva y cenotes en la ruta de construcción del Tren Maya, también después de que el propio Ejecutivo los tachara de “falsos ambientalistas”. ¿En realidad se vislumbra un cambio en el ejercicio del poder para tender puentes de entendimiento con las distintas voces de la sociedad, que evite más polarización? Podría serlo, aunque haya quienes lo duden, al no ser la característica del actual gobierno; sin embargo, podría ser el inicio de un gradual cambio de paradigma que haría un mejor tránsito hacia el final del gobierno. Este mismo comportamiento acaba de presentarse a nivel local con el gobernador Cuitláhuac García Jiménez y los alcaldes de Veracruz y Boca del Río, Patricia Lobeira Rodríguez y Juan Manuel de Unanue Abascal, respectivamente, quienes forman parte del grupo panista archirrival de Morena. Se reunieron anteayer para la firma del convenio de cobro del impuesto predial, del municipio al estado, con lo cual esos municipios y otros 69 en el estado accederán al 30 por ciento del Fondo de Fomento Municipal, destinados a obras sociales. Además, los tres coordinan la celebración del Festival de la Salsa, a celebrarse del 2 al 4 de junio próximo, que se ha posicionado como uno de los mayores atractivos turísticos de esta zona con la asistencia de miles de visitantes de la entidad y de otros estados de la República. No puede ser un acto casual, sus implicaciones políticas son muy relevantes, a un año de que cada partido defina a sus candidatos a la gubernatura del estado y, como se sabe, la más importante zona conurbada puede definir el triunfo por tener el mayor número de electores, en su mayoría a favor del PAN. ¿Es un acuerdo? Cada quien diseña sus estrategias y, hasta ahora, todo permanece en calma en esa tensa relación entre el presidente de la República y Miguel Ángel Yunes Linares, quien por un tiempo evitó dejarse ver públicamente, y ahora lo ha hecho eventualmente. Si Yunes vuelve a aparecer en la escena pública en los próximos días, no dejará duda de que tiene la total certeza de que no hay nada que pueda poner en riesgo su libertad, no tiene razón para mantenerse alejado de Veracruz, y eso explicaría, también, que ya se haya dejado de lado ese pleito ranchero de la Torre Centro que AMLO condenó y pidió públicamente que legalmente fuera “rebanada” por afectar la imagen urbana del Centro Histórico de Veracruz. Debe esperarse entonces a ver cómo evolucionan los próximos acontecimientos para saber si, en realidad, existe un acuerdo político.

Correo: opedro2006@gmail.com

Sorprende ese viraje hacia el diálogo político y la civilidad ofrecido en los últimos días por la 4T a sus adversarios, negada en los últimos 39 meses, cuando desde hace una semana han linchado mediáticamente desde lo más alto del poder y por la bancada morenista en la Cámara de Diputados junto con sus aliados del PT y PVEM, a sus opositores del PAN, PRI, PRD y MC acusándolos de “traidores a la patria” por votar en contra de la iniciativa presidencial de reforma eléctrica. Es incipiente señal es alentadora y, por lo pronto, atempera los ánimos de fanatismo en redes sociales contra los legisladores de oposición, en franca violación a su libertad de disentir y a sus derechos humanos, naturales en una democracia. El presidente López Obrador, a su vez, invitó a una reunión a los ecologistas que alertaron y cuestionaron el daño a miles de hectáreas de la selva y cenotes en la ruta de construcción del Tren Maya, también después de que el propio Ejecutivo los tachara de “falsos ambientalistas”. ¿En realidad se vislumbra un cambio en el ejercicio del poder para tender puentes de entendimiento con las distintas voces de la sociedad, que evite más polarización? Podría serlo, aunque haya quienes lo duden, al no ser la característica del actual gobierno; sin embargo, podría ser el inicio de un gradual cambio de paradigma que haría un mejor tránsito hacia el final del gobierno. Este mismo comportamiento acaba de presentarse a nivel local con el gobernador Cuitláhuac García Jiménez y los alcaldes de Veracruz y Boca del Río, Patricia Lobeira Rodríguez y Juan Manuel de Unanue Abascal, respectivamente, quienes forman parte del grupo panista archirrival de Morena. Se reunieron anteayer para la firma del convenio de cobro del impuesto predial, del municipio al estado, con lo cual esos municipios y otros 69 en el estado accederán al 30 por ciento del Fondo de Fomento Municipal, destinados a obras sociales. Además, los tres coordinan la celebración del Festival de la Salsa, a celebrarse del 2 al 4 de junio próximo, que se ha posicionado como uno de los mayores atractivos turísticos de esta zona con la asistencia de miles de visitantes de la entidad y de otros estados de la República. No puede ser un acto casual, sus implicaciones políticas son muy relevantes, a un año de que cada partido defina a sus candidatos a la gubernatura del estado y, como se sabe, la más importante zona conurbada puede definir el triunfo por tener el mayor número de electores, en su mayoría a favor del PAN. ¿Es un acuerdo? Cada quien diseña sus estrategias y, hasta ahora, todo permanece en calma en esa tensa relación entre el presidente de la República y Miguel Ángel Yunes Linares, quien por un tiempo evitó dejarse ver públicamente, y ahora lo ha hecho eventualmente. Si Yunes vuelve a aparecer en la escena pública en los próximos días, no dejará duda de que tiene la total certeza de que no hay nada que pueda poner en riesgo su libertad, no tiene razón para mantenerse alejado de Veracruz, y eso explicaría, también, que ya se haya dejado de lado ese pleito ranchero de la Torre Centro que AMLO condenó y pidió públicamente que legalmente fuera “rebanada” por afectar la imagen urbana del Centro Histórico de Veracruz. Debe esperarse entonces a ver cómo evolucionan los próximos acontecimientos para saber si, en realidad, existe un acuerdo político.

Correo: opedro2006@gmail.com