/ lunes 24 de mayo de 2021

Los debates en Veracruz

Con la organización de debates entre los candidatos a las alcaldías y diputaciones locales, el OPLE Veracruz realiza un esfuerzo por presentar a los ciudadanos las diferentes opciones y propuestas de cara a la jornada electoral del primer domingo de junio.

Los debates son una oportunidad para contrastar las ideas, las propuestas y las plataformas de los candidatos; saber qué piensan hacer de ganar las elecciones y cómo proponen enfrentar los problemas de sus municipios y de Veracruz.

El portal de noticias Al Calor Político, en Xalapa; y algunas estaciones de radio, como la XEU del puerto, han realizado por años estos ejercicios con mucho éxito; y la autoridad electoral del país, el INE y antes el IFE, y de Veracruz, el OPLE y antes el IEV, también organizan estos encuentros.

Recordamos, por ejemplo, cómo catapultó el debate de 1994 al candidato presidencial panista Diego Fernández de Cevallos.

En esta ocasión, en Veracruz, el OPLE, que encabeza José Alejandro Bonilla, determinó que en todos los distritos y municipios se organizarían debates, para que la población tenga acceso a los mensajes de los candidatos, en condiciones de equidad.

La idea es fortalecer la promoción del voto y la cultura democrática, pero no todos los candidatos están dispuestos a intercambiar puntos de vista: algunos debates programados por el órgano electoral quedaron desiertos, por lo que el árbitro de la contienda determinó implementar el protocolo de cancelación, ante la negativa de los aspirantes a participar, sobre todo en municipios pequeños o rurales.

Hasta ahora, la mayoría de los debates se han realizado con buena participación; el OPLE desplegó a sus productores, moderadores y organizadores, para garantizar que en todas las cabeceras distritales –donde se ubican las sedes de los eventos– existan condiciones aceptables; sólo en algunos municipios los candidatos decidieron no acudir.

En todo caso, ¿a qué se debe la negativa de los candidatos a participar en los debates?; no se sabe con exactitud; supongo que cada caso es diferente; algunos aspirantes, al sentirse punteros, optan por evitar riesgos; otros, por falta de preparación y algunos más, por miedo a las cámaras y micrófonos.

El debate entre candidatos a la presidencia municipal de Xalapa, organizado por Al calor político, dejó en una lamentable posición a uno de los aspirantes, que terminó por ofrecer disculpas por su nerviosismo.

Durante las últimas dos décadas hemos visto casos en todo el país de candidatos que hacen el ridículo en los debates; las redes sociales, sobre todo en el último lustro, terminan por volverlos motivo de mofa y escarnio.

Ese puede ser uno de los motivos por los que los aspirantes a las alcaldías y diputaciones prefieran cuidar el prestigio y no participar, en vez de prepararse a conciencia para realizar exposiciones y planteamientos claros; probablemente tienen miedo de exhibir sus limitaciones, porque en muchos casos, los debates se convierten en largas listas de propuestas irreales, planteamientos irreflexivos y estulticias de todo tipo.

Con la organización de debates entre los candidatos a las alcaldías y diputaciones locales, el OPLE Veracruz realiza un esfuerzo por presentar a los ciudadanos las diferentes opciones y propuestas de cara a la jornada electoral del primer domingo de junio.

Los debates son una oportunidad para contrastar las ideas, las propuestas y las plataformas de los candidatos; saber qué piensan hacer de ganar las elecciones y cómo proponen enfrentar los problemas de sus municipios y de Veracruz.

El portal de noticias Al Calor Político, en Xalapa; y algunas estaciones de radio, como la XEU del puerto, han realizado por años estos ejercicios con mucho éxito; y la autoridad electoral del país, el INE y antes el IFE, y de Veracruz, el OPLE y antes el IEV, también organizan estos encuentros.

Recordamos, por ejemplo, cómo catapultó el debate de 1994 al candidato presidencial panista Diego Fernández de Cevallos.

En esta ocasión, en Veracruz, el OPLE, que encabeza José Alejandro Bonilla, determinó que en todos los distritos y municipios se organizarían debates, para que la población tenga acceso a los mensajes de los candidatos, en condiciones de equidad.

La idea es fortalecer la promoción del voto y la cultura democrática, pero no todos los candidatos están dispuestos a intercambiar puntos de vista: algunos debates programados por el órgano electoral quedaron desiertos, por lo que el árbitro de la contienda determinó implementar el protocolo de cancelación, ante la negativa de los aspirantes a participar, sobre todo en municipios pequeños o rurales.

Hasta ahora, la mayoría de los debates se han realizado con buena participación; el OPLE desplegó a sus productores, moderadores y organizadores, para garantizar que en todas las cabeceras distritales –donde se ubican las sedes de los eventos– existan condiciones aceptables; sólo en algunos municipios los candidatos decidieron no acudir.

En todo caso, ¿a qué se debe la negativa de los candidatos a participar en los debates?; no se sabe con exactitud; supongo que cada caso es diferente; algunos aspirantes, al sentirse punteros, optan por evitar riesgos; otros, por falta de preparación y algunos más, por miedo a las cámaras y micrófonos.

El debate entre candidatos a la presidencia municipal de Xalapa, organizado por Al calor político, dejó en una lamentable posición a uno de los aspirantes, que terminó por ofrecer disculpas por su nerviosismo.

Durante las últimas dos décadas hemos visto casos en todo el país de candidatos que hacen el ridículo en los debates; las redes sociales, sobre todo en el último lustro, terminan por volverlos motivo de mofa y escarnio.

Ese puede ser uno de los motivos por los que los aspirantes a las alcaldías y diputaciones prefieran cuidar el prestigio y no participar, en vez de prepararse a conciencia para realizar exposiciones y planteamientos claros; probablemente tienen miedo de exhibir sus limitaciones, porque en muchos casos, los debates se convierten en largas listas de propuestas irreales, planteamientos irreflexivos y estulticias de todo tipo.