Los desarrollos tecnológicos, las migraciones, las hambrunas, las guerras forzadas, el equilibrio macro económico, la higiene mental, la salud orgánica como su reflejo, y otros más se constituyen en grandes retos.
En el teléfono celular apareció una breve encuesta sobre prioridades en México, con un 46% marco en número uno la salud o el sistema del ramo asistencial, con un 34% la seguridad pública, y en tercer lugar se señaló el meteoro que impacto Acapulco. Esas dos vertientes dan pauta o línea y premura de trabajo en un sentido de prevención y atención hacia todos nosotros como ciudadanos, la educación pública también apareció en un cuarto lugar, parece que omitiera el desastre en Acapulco, pero creo que están siendo atendidos; un ciudadano de apellidos Solorio Almazán llegó a CDMX a manifestarse en masa al respecto, pero parece que iba muy alterado en su proceder, no sé más de él, sólo sé que a gritos y sombrerazos pocas veces se arregla algo.
Están creados dos sistemas capitalistas muy competitivos, hace poco el presidente AMLO estrechó las manos del primer ministro chino allá en los EEUU, y de hecho habló con el hombre más poderoso del mundo, la apertura del ejecutivo federal es inédita, el presidente Obrador es capaz de hacer hablar a las piedras. El expansionismo sin pudor, sin ética, sin razón moral, impacta con su negatividad en el atropello y mal funcionamiento de las democracias civilistas y sus derechos. No digo que estemos viviendo en un lecho de rosas, las guerras abiertas, crudas y desquiciadas han convertido la fas de los equilibrios entre las naciones en algo etéreo y fugaz, a la vez cada jefe de Estado procura su permanencia en el poder por razones más que políticas, sin embargo hoy vemos cómo se ha adelantado la sucesión presidencial y otros procesos muy importantes de tesitura político electoral a lo largo y ancho de todo nuestro país.
Es funesto imaginar lo siguiente: “Mira, qué carajo hacen todas esas grandes armas sin usarse, a los tanques se les va a pegar el motor, los ejércitos están ociosos, el gasto en tecnología militar es con mucho el más alto que cualquier otro rubro. Es necesario armar una guerra, es necesario buscar un enemigo, enarbolar banderas de combate para no estar ociosos”.
Recuerdan la “guerra de los pasteles” entre Francia y México, estoy seguro que sí, ya que tal conflicto se originó por la supuesta destrucción o atentado a un repostero francés en la ciudad de México, hecho que fue humillantemente sentido por el pueblo –me da risa- y el ejército francés de la época. Tal hecho ocurrió en el año de 1838, en el barrio de Tacubaya, entonces era un poblado vecino a la ciudad; pero Francia reclamaba 600.000 pesos de parte del gobierno mexicano, así como un acuerdo comercial muy ventajoso; e incluso se bloqueó a nuestra economía nacional por un año completo.
Con lo anterior podemos percatarnos que cualquier tipo de excusa es válida para iniciar un conflicto armado. México ha sido una manzana de la discordia al través de evoluciones constantes y permanentes, dadas en las luchas político electorales, en los acuerdos de los grupos de poder, algunos aspiran a someternos bajo presiones políticas y especialmente la “aculturación”, que es el proceso de recepción de otra cultura y adaptación a ella, en especial con pérdida de la cultura propia, creyendo falsamente que lo externo es superior y notablemente digno de admiración y demeritando lo muy nacional.