/ lunes 11 de enero de 2021

Los leales que se necesitan como diputados; traiciones y las decisiones en la política

Hoy más que nunca, cuando la polarización no sólo es entre los partidos políticos sino abarca otros sectores de la sociedad, es de suponerse que el proceso electoral será una verdadera guerra y que pelearán metro a metro todo lo que esté en disputa.

Por eso en Morena, que es una organización nueva, tendrían que postular a los mejores hombres y mujeres a su alcance, sean o no militantes.

Y los opositores, en este caso PAN, PRI y PRD, tendrían que ir en alianza en el mayor número de postulaciones posibles, peeero…

Hay que tomar en cuenta que en esta elección confluyen varios factores de importancia que tendrán repercusión estatal y nacional. El que resbale, el que se equivoque, el que haga mal sus cálculos o el que de plano caiga en la indolencia podría pagar una factura muy cara.

Está en juego el control de la Cámara de Diputados y lo que eso representa para la segunda parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Morena conserva la mayoría, con la aportación de triunfos en los estados clave como Veracruz, o el Presidente no solo no podrá sacar adelante sus proyectos importantes, sino que empezarán sus aprietos.

También está en juego lo que significa tener mayoría y gente leal en el Congreso local, en la Legislatura que saldrá junto con el gobernador Cuitláhuac García Jiménez.

Así como tener alcaldes del mismo partido o cuando menos aliados, en municipios importantes y en buen número, para lo que representa la etapa expuesta líneas arriba, pues ya se sabe eso de que es más importante la salida que la entrada a los cargos públicos. El Gobernador requerirá no solo el control sobre la Legislatura, sino además varios diputados 100% leales, y unos deberán llegar vía el voto popular y otros por la representación proporcional.

Y los opositores, reviven ahora, con esta elección, o les será muy difícil resucitar a sus muertos para lo que vendrá después.

Así las cosas, lo que suceda en materia de resultados en junio próximo repercutirá en gran medida para la sucesión de 2024.

En síntesis, se requieren triunfos y más triunfos y para que ello suceda es necesario postular a quienes sean garantía de victorias, representen dar la pelea para ganar o por lo menos se sepa que darán un buen número de votos en su municipio o distrito, pues a la hora final todo cuenta.

Los amigos, compadres o aduladores, si como candidatos no van a dar votos para ganar deben quedar fuera. Peeero… Pero la política es inestable, llena de traiciones y, como todo en la vida, reclama decisiones y a veces se toman las acertadas y en ocasiones se cometen errores que se pagan caros.

Por lo pronto Morena está en su proceso de seleccionar a quienes serán sus candidatos y ya se verá cuántos aciertos o equivocaciones comete, en tanto la alianza opositora ya tuvo su primera fractura y gran yerro.

Dicen los dirigentes del PRI y del PRD, Marlon Ramírez y Sergio Cadena (que tiene atrás a Rogelio Franco) que Joaquín Guzmán Avilés (PAN) quería quedarse con la mayoría de las candidaturas de una manera ventajosa y que incluso obedece a factores externos.

El panista afirma que sí hay disposición, pero que debe ser tomada en cuenta la fuerza de cada organización.

Cada quien dirá lo que le convenga, pero lo cierto es que al día de hoy la alianza pierde fuerza y alguien será el culpable de eso, aunque Marlon dejó abierta la puerta de volver a sentarse (sólo que del CEN del PAN obliguen a Joaquín) para restablecer acuerdos.

Así es la política y falta ver más cosas de aquí a junio.

Hoy más que nunca, cuando la polarización no sólo es entre los partidos políticos sino abarca otros sectores de la sociedad, es de suponerse que el proceso electoral será una verdadera guerra y que pelearán metro a metro todo lo que esté en disputa.

Por eso en Morena, que es una organización nueva, tendrían que postular a los mejores hombres y mujeres a su alcance, sean o no militantes.

Y los opositores, en este caso PAN, PRI y PRD, tendrían que ir en alianza en el mayor número de postulaciones posibles, peeero…

Hay que tomar en cuenta que en esta elección confluyen varios factores de importancia que tendrán repercusión estatal y nacional. El que resbale, el que se equivoque, el que haga mal sus cálculos o el que de plano caiga en la indolencia podría pagar una factura muy cara.

Está en juego el control de la Cámara de Diputados y lo que eso representa para la segunda parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Morena conserva la mayoría, con la aportación de triunfos en los estados clave como Veracruz, o el Presidente no solo no podrá sacar adelante sus proyectos importantes, sino que empezarán sus aprietos.

También está en juego lo que significa tener mayoría y gente leal en el Congreso local, en la Legislatura que saldrá junto con el gobernador Cuitláhuac García Jiménez.

Así como tener alcaldes del mismo partido o cuando menos aliados, en municipios importantes y en buen número, para lo que representa la etapa expuesta líneas arriba, pues ya se sabe eso de que es más importante la salida que la entrada a los cargos públicos. El Gobernador requerirá no solo el control sobre la Legislatura, sino además varios diputados 100% leales, y unos deberán llegar vía el voto popular y otros por la representación proporcional.

Y los opositores, reviven ahora, con esta elección, o les será muy difícil resucitar a sus muertos para lo que vendrá después.

Así las cosas, lo que suceda en materia de resultados en junio próximo repercutirá en gran medida para la sucesión de 2024.

En síntesis, se requieren triunfos y más triunfos y para que ello suceda es necesario postular a quienes sean garantía de victorias, representen dar la pelea para ganar o por lo menos se sepa que darán un buen número de votos en su municipio o distrito, pues a la hora final todo cuenta.

Los amigos, compadres o aduladores, si como candidatos no van a dar votos para ganar deben quedar fuera. Peeero… Pero la política es inestable, llena de traiciones y, como todo en la vida, reclama decisiones y a veces se toman las acertadas y en ocasiones se cometen errores que se pagan caros.

Por lo pronto Morena está en su proceso de seleccionar a quienes serán sus candidatos y ya se verá cuántos aciertos o equivocaciones comete, en tanto la alianza opositora ya tuvo su primera fractura y gran yerro.

Dicen los dirigentes del PRI y del PRD, Marlon Ramírez y Sergio Cadena (que tiene atrás a Rogelio Franco) que Joaquín Guzmán Avilés (PAN) quería quedarse con la mayoría de las candidaturas de una manera ventajosa y que incluso obedece a factores externos.

El panista afirma que sí hay disposición, pero que debe ser tomada en cuenta la fuerza de cada organización.

Cada quien dirá lo que le convenga, pero lo cierto es que al día de hoy la alianza pierde fuerza y alguien será el culpable de eso, aunque Marlon dejó abierta la puerta de volver a sentarse (sólo que del CEN del PAN obliguen a Joaquín) para restablecer acuerdos.

Así es la política y falta ver más cosas de aquí a junio.