/ martes 10 de agosto de 2021

Los programas sociales de la 4T y su aumento de pobres

El “genuino” amor a los pobres que tanto pregonó Andrés Manuel López Obrador, en campaña quedó en eso, en simples promesas de campaña, porque ya vimos que su gobierno solo ha multiplicado la pobreza en el país y ahora lo posiciona como el presidente con más millones de pobres.

Y es que, en el reciente informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el Informe de 2020 nos muestra un escenario nada alentador por el aumento de la pobreza en México, donde hay 3 millones 800 mil pobres, más que en 2018.

Las cifras presentadas por el Coneval, son rotundas e irrefutables, aunque el presidente salga en su mañanera a desacreditar a la institución o diga su conocida frase que tiene “otros datos”. Y si bien es cierto la pandemia del Covid-19, también vino a complicar aún más la situación económica del país, por no implementar las estrategias necesarias.

Si bien recordamos, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, y su partido Morena, desde los primeros estragos de la pandemia se opusieron rotundamente en apoyar a los desempleados, bajo el argumento que sus programas sociales-clientelares serían más que suficientes.

A más de un año de este virus, se provocó una enorme crisis sanitaria, y con ello un alto índice de pobreza, con un total de 55,7 millones de pobres, un 7 por ciento más que en 2018 cuando López Obrador, llegó al poder.

Si el país ya venía arrastrando una contracción económica. En estos tres años estamos viendo el daño que Morena ha causado en la economía mexicana, y queda también demostrado que, el gasto social de este régimen ayuda a menos personas en situación de pobreza, y los deja sin protección alguna.

En sus 18 años de campaña, López Obrador, se comprometió a velar por los menos favorecidos y soltaba su conocida frase “en México, primero los pobres”, pero ahora vemos que esta franja va creciendo en este gobierno de la supuesta transformación.

Y lo dicen las cifras de los organismos encargados de medir la pobreza en el país, tan solo la semana pasada, en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), desmintió al gobierno morenista, al informar que no es verdad que, el 95 por ciento de las personas que viven en pobreza extrema reciben los apoyos o ayuda económica de los programas del Bienestar.

Ante tantas irregularidades López Obrador, y los encargados de los programas sociales, deben aclarar a dónde van en realidad esos apoyos, por qué aumentó el número de pobres, por qué sus programas que según reducirían la desigualdad, como el de Sembrando Vida, Jóvenes Construyendo el Futuro, las becas, pensiones y hasta sus tandas del bienestar, no están dando resultados.

Está claro que su marca conocida como “Bienestar”, no está beneficiando a nadie, no están sirviendo para superar la pobreza, ni reducir la desigualdad, sólo sabe ofrecer a los más pobres un discurso y proyectos al vacío que, hasta ahora, ellos, los más pobres son los que están pagando sus terribles decisiones.

El “genuino” amor a los pobres que tanto pregonó Andrés Manuel López Obrador, en campaña quedó en eso, en simples promesas de campaña, porque ya vimos que su gobierno solo ha multiplicado la pobreza en el país y ahora lo posiciona como el presidente con más millones de pobres.

Y es que, en el reciente informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el Informe de 2020 nos muestra un escenario nada alentador por el aumento de la pobreza en México, donde hay 3 millones 800 mil pobres, más que en 2018.

Las cifras presentadas por el Coneval, son rotundas e irrefutables, aunque el presidente salga en su mañanera a desacreditar a la institución o diga su conocida frase que tiene “otros datos”. Y si bien es cierto la pandemia del Covid-19, también vino a complicar aún más la situación económica del país, por no implementar las estrategias necesarias.

Si bien recordamos, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, y su partido Morena, desde los primeros estragos de la pandemia se opusieron rotundamente en apoyar a los desempleados, bajo el argumento que sus programas sociales-clientelares serían más que suficientes.

A más de un año de este virus, se provocó una enorme crisis sanitaria, y con ello un alto índice de pobreza, con un total de 55,7 millones de pobres, un 7 por ciento más que en 2018 cuando López Obrador, llegó al poder.

Si el país ya venía arrastrando una contracción económica. En estos tres años estamos viendo el daño que Morena ha causado en la economía mexicana, y queda también demostrado que, el gasto social de este régimen ayuda a menos personas en situación de pobreza, y los deja sin protección alguna.

En sus 18 años de campaña, López Obrador, se comprometió a velar por los menos favorecidos y soltaba su conocida frase “en México, primero los pobres”, pero ahora vemos que esta franja va creciendo en este gobierno de la supuesta transformación.

Y lo dicen las cifras de los organismos encargados de medir la pobreza en el país, tan solo la semana pasada, en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), desmintió al gobierno morenista, al informar que no es verdad que, el 95 por ciento de las personas que viven en pobreza extrema reciben los apoyos o ayuda económica de los programas del Bienestar.

Ante tantas irregularidades López Obrador, y los encargados de los programas sociales, deben aclarar a dónde van en realidad esos apoyos, por qué aumentó el número de pobres, por qué sus programas que según reducirían la desigualdad, como el de Sembrando Vida, Jóvenes Construyendo el Futuro, las becas, pensiones y hasta sus tandas del bienestar, no están dando resultados.

Está claro que su marca conocida como “Bienestar”, no está beneficiando a nadie, no están sirviendo para superar la pobreza, ni reducir la desigualdad, sólo sabe ofrecer a los más pobres un discurso y proyectos al vacío que, hasta ahora, ellos, los más pobres son los que están pagando sus terribles decisiones.