/ miércoles 13 de enero de 2021

Mal augurio descalificar al INE antes de la elección

Mal se ve el presidente López Obrador quejándose públicamente de la prohibición del INE para continuar con las conferencias mañaneras, a partir del próximo 4 de abril, por la falta de equidad que representa, la intromisión y proselitismo del Ejecutivo federal en favor del partido Morena.

Lo anterior es resultado del criterio sostenido por el INE y validado por el TEPJF, en el sentido de que “las conferencias presidenciales constituyen propaganda gubernamental”, por lo que desde que inician las campañas y hasta el día de la jornada electoral, el INE ha exhortado a evitar que se influya en el voto ciudadano publicitando las obras de cualquier gobierno.

Esta regla no es nueva, podemos recordar el proceso electoral en los estados de Coahuila e Hidalgo, en 2020, al impedir la transmisión completa de las conferencias de prensa presidenciales. Lo que ahora argumenta el consejero presidente del INE, a fin de aclarar los alcances de la llamada “tutela inhibitoria”, es que significa poner un límite a las conferencias matutinas del Presidente, porque cometen una flagrante violación al artículo 134 constitucional y al principio de imparcialidad en la “aplicación de recursos” que deben destinarse a las actividades gubernativas que abarcan los programas sociales.

Vale la pena destacar que el criterio expresado por el consejero presidente del INE no lleva dedicatoria para limitar la libertad de expresión del presidente AMLO, puesto que dicha regla de no inducir el voto mediante conferencias de prensa, con el pretexto de resaltar las actividades realizadas por el gobierno, también se le aplicó a los expresidentes Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón y al propio Vicente Fox.

Por otro lado, hay que observar que el mismo consejo del INE y también con Lorenzo Córdova al frente, desoyendo a los críticos de Andrés Manuel López Obrador en su tercer intento por alcanzar la presidencia, reconocieron el triunfo y la legalidad de la elección del líder tabasqueño en 2018, con lo que quedó demostrada la imparcialidad con la que trabaja el Instituto Nacional Electoral en favor de la democracia.

La insurrección convocada la semana pasada por Donald Trump para que sus seguidores irrumpieran en el Capitolio, en Washington, no debe copiarse como argumento de los derrotados para impugnar a sus adversarios. En México debemos preservar la vigencia de las instituciones y el Estado de derecho, aunque moleste a los autócratas.

Mal se ve el presidente López Obrador quejándose públicamente de la prohibición del INE para continuar con las conferencias mañaneras, a partir del próximo 4 de abril, por la falta de equidad que representa, la intromisión y proselitismo del Ejecutivo federal en favor del partido Morena.

Lo anterior es resultado del criterio sostenido por el INE y validado por el TEPJF, en el sentido de que “las conferencias presidenciales constituyen propaganda gubernamental”, por lo que desde que inician las campañas y hasta el día de la jornada electoral, el INE ha exhortado a evitar que se influya en el voto ciudadano publicitando las obras de cualquier gobierno.

Esta regla no es nueva, podemos recordar el proceso electoral en los estados de Coahuila e Hidalgo, en 2020, al impedir la transmisión completa de las conferencias de prensa presidenciales. Lo que ahora argumenta el consejero presidente del INE, a fin de aclarar los alcances de la llamada “tutela inhibitoria”, es que significa poner un límite a las conferencias matutinas del Presidente, porque cometen una flagrante violación al artículo 134 constitucional y al principio de imparcialidad en la “aplicación de recursos” que deben destinarse a las actividades gubernativas que abarcan los programas sociales.

Vale la pena destacar que el criterio expresado por el consejero presidente del INE no lleva dedicatoria para limitar la libertad de expresión del presidente AMLO, puesto que dicha regla de no inducir el voto mediante conferencias de prensa, con el pretexto de resaltar las actividades realizadas por el gobierno, también se le aplicó a los expresidentes Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón y al propio Vicente Fox.

Por otro lado, hay que observar que el mismo consejo del INE y también con Lorenzo Córdova al frente, desoyendo a los críticos de Andrés Manuel López Obrador en su tercer intento por alcanzar la presidencia, reconocieron el triunfo y la legalidad de la elección del líder tabasqueño en 2018, con lo que quedó demostrada la imparcialidad con la que trabaja el Instituto Nacional Electoral en favor de la democracia.

La insurrección convocada la semana pasada por Donald Trump para que sus seguidores irrumpieran en el Capitolio, en Washington, no debe copiarse como argumento de los derrotados para impugnar a sus adversarios. En México debemos preservar la vigencia de las instituciones y el Estado de derecho, aunque moleste a los autócratas.