/ martes 4 de agosto de 2020

Nahle arropa a exsome

Este fin de semana la secretaria de Energía, Rocío Nahle, se reunió en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río con el gobernador Cuitláhuac García.

Conversó con empresarios locales de la industria de la construcción sobre los proyectos de la Sener para reactivar la economía del estado y, como colofón, tiró “línea” a favor del diputado federal Ricardo Exsome como aspirante de Morena a la alcaldía porteña.

Y es que a Exsome, quien hasta hace poco caminaba solo llevando obras a las colonias marginadas del puerto de Veracruz, se le atravesó repentinamente la popular periodista porteña Rosa María Hernández Espejo, quien renunció como subdelegada de la Secretaría de Bienestar para buscar también la candidatura municipal. Junto con Hernández Espejo renunciaron a la dependencia federal Adrián González Naveda, a quien candidatean para la alcaldía de Coatepec, y Gerardo Rosales Victoria, perfilado para Córdoba. Los tres son considerados candidatos naturales para ser postulados el año próximo a un cargo de elección popular, dado el trabajo que desde hace más de un año estuvieron realizando en sus respectivos municipios con los programas sociales de la federación. El delegado estatal de la Secretaría de Bienestar, Manuel Huerta, trató de explicar que “ellos han presentado su renuncia, cosa que yo he aceptado, (porque) sin duda ser parte de una estructura de gobierno te da una lógica de que tienes que actuar para todos, limita tus opciones y opiniones y ellos tal vez tienen la necesidad de tener más libertad de accionar por otras causas que ellos tendrán que explicar”. Sin embargo, los exfuncionarios salieron con una ventaja sobre sus propios correligionarios y, por supuesto, sobre los aspirantes de la oposición: los padrones de beneficiarios de los programas asistenciales del gobierno federal, los cuales obviamente no podían manipular en su beneficio permaneciendo en el servicio público, pero que ahora fuera de él sí podrán hacerlo con libertad porque ya tienen identificados y saben dónde están los potenciales votantes. Huerta dijo que respetaba su decisión pero que él y otros “hemos decidido continuar la ruta de la transformación dentro del gobierno federal”. A su vez Exsome, entrevistado sobre la renuncia de Hernández Espejo a su cargo como coordinadora de programas sociales en la ciudad de Veracruz, respondió que “Rosa María va a buscar hacer proselitismo para buscar la candidatura y es congruente (…) De ser la candidata sería una gran candidata y gran alcaldesa”. En realidad no sorprende que ahora los exfuncionarios de la Secretaría de Bienestar sigan el mismo manual de priistas y panistas que en su momento se aprovecharon también de los programas sociales “Oportunidades” y “Prospera”. Pero recuérdese que a mediados de junio pasado el presidente López Obrador les advirtió que no permitirá que ningún funcionario federal se involucre o participe en procesos electorales, al resaltar que uno de los compromisos fundamentales de la transformación es garantizar la democracia, para que el pueblo elija libremente a sus autoridades.

¿Lo acatará Nahle también?

Este fin de semana la secretaria de Energía, Rocío Nahle, se reunió en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río con el gobernador Cuitláhuac García.

Conversó con empresarios locales de la industria de la construcción sobre los proyectos de la Sener para reactivar la economía del estado y, como colofón, tiró “línea” a favor del diputado federal Ricardo Exsome como aspirante de Morena a la alcaldía porteña.

Y es que a Exsome, quien hasta hace poco caminaba solo llevando obras a las colonias marginadas del puerto de Veracruz, se le atravesó repentinamente la popular periodista porteña Rosa María Hernández Espejo, quien renunció como subdelegada de la Secretaría de Bienestar para buscar también la candidatura municipal. Junto con Hernández Espejo renunciaron a la dependencia federal Adrián González Naveda, a quien candidatean para la alcaldía de Coatepec, y Gerardo Rosales Victoria, perfilado para Córdoba. Los tres son considerados candidatos naturales para ser postulados el año próximo a un cargo de elección popular, dado el trabajo que desde hace más de un año estuvieron realizando en sus respectivos municipios con los programas sociales de la federación. El delegado estatal de la Secretaría de Bienestar, Manuel Huerta, trató de explicar que “ellos han presentado su renuncia, cosa que yo he aceptado, (porque) sin duda ser parte de una estructura de gobierno te da una lógica de que tienes que actuar para todos, limita tus opciones y opiniones y ellos tal vez tienen la necesidad de tener más libertad de accionar por otras causas que ellos tendrán que explicar”. Sin embargo, los exfuncionarios salieron con una ventaja sobre sus propios correligionarios y, por supuesto, sobre los aspirantes de la oposición: los padrones de beneficiarios de los programas asistenciales del gobierno federal, los cuales obviamente no podían manipular en su beneficio permaneciendo en el servicio público, pero que ahora fuera de él sí podrán hacerlo con libertad porque ya tienen identificados y saben dónde están los potenciales votantes. Huerta dijo que respetaba su decisión pero que él y otros “hemos decidido continuar la ruta de la transformación dentro del gobierno federal”. A su vez Exsome, entrevistado sobre la renuncia de Hernández Espejo a su cargo como coordinadora de programas sociales en la ciudad de Veracruz, respondió que “Rosa María va a buscar hacer proselitismo para buscar la candidatura y es congruente (…) De ser la candidata sería una gran candidata y gran alcaldesa”. En realidad no sorprende que ahora los exfuncionarios de la Secretaría de Bienestar sigan el mismo manual de priistas y panistas que en su momento se aprovecharon también de los programas sociales “Oportunidades” y “Prospera”. Pero recuérdese que a mediados de junio pasado el presidente López Obrador les advirtió que no permitirá que ningún funcionario federal se involucre o participe en procesos electorales, al resaltar que uno de los compromisos fundamentales de la transformación es garantizar la democracia, para que el pueblo elija libremente a sus autoridades.

¿Lo acatará Nahle también?

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