Hace apenas un mes sentíamos el frío intenso en la parte montañosa del estado de Veracruz y en cuestión de semanas el ambiente se transformó para que nos azoten altas temperaturas como la que se registró ayer en el sur de la entidad, donde en algunos lugares se llegó a registrar 47 grados centígrados.
Junto con ese intenso calor se anunció con tiempo la presencia de una fuerte surada de hasta 90 kilómetros por hora, lo que se convierte en una amenaza para la salud por la deshidratación natural que se va a presentar en personas que no adopten los cuidados adecuados.
Según el reporte del Servicio Meteorológico de Protección Civil, será de 41 a 47 grados en planicie de la Huasteca y el Papaloapan; 35 a 41 grados en las costas y de 30 a 38 grados en la montaña central de la entidad.
Si usted tiene necesidad de salir y encontrar ese impacto de alta temperatura lo recomendable es que use ropa ligera, colores claros, manga larga, sombrero, gorra o sombrilla y de ser posible mantenerse en lugares ventilados e hidratarse frecuentemente. Hacer caso omiso a estas recomendaciones podría traer serias consecuencias en la salud como gripas, jaquecas y descompensaciones en todo el organismo, por lo que es necesario estar atento a las recomendaciones del sector salud y Protección Civil.
De igual forma evite arrojar artículos como botellas de vidrio en campos abiertos, porque con el calentamiento se producen incendios que después son difíciles de controlar.
Este cambio de temperatura es generalmente cíclico, es decir, cada año se presenta y debemos estar preparados para enfrentar esa situación, sin embargo, no sobra ninguna recomendación de las autoridades y extremar los cuidados con los niños y los adultos mayores.
Esta situación severa va a provocar el estiaje, entonces es importante extremar el cuidado del agua diariamente, porque en zonas remotas es probable que el abasto se reduzca de manera estricta y eso también afectaría la salud de personas y animales de esa región.
La idea no es alarmar a nadie, pero es importante que desde el inicio de la temporada se adopten las medidas más adecuadas, porque efectivamente, apenas estamos comenzando con este fenómeno meteorológico, pero se podría prolongar hasta el mes de agosto en condiciones tal vez más difíciles.
Reforestar el campo y las ciudades no debe ser frase de un discurso, debiera ser una realidad en la que todos estemos involucrados para cumplir con ese objetivo. Más claro ni el agua.
