A trabajadores del Seguro Social en la Delegación Norte, sobre todo a los del puerto, les está yendo muy mal. Los mal dirigen, trabajan en malas condiciones y...los secuestran.
Lo de trabajar en malas condiciones no tiene para cuándo acabar. En el Centro Médico Nacional Adolfo Ruiz Cortines es un problema lo del mal estado de los elevadores. Advierten que "hay tráfico congestionado” de pacientes en camillas ante la espera para entrar al elevador que funciona.
Lo de la falta de aires acondicionados es otro problema, al igual que la carencia de algunos equipos.
Por eso los trabajadores protestaron en las calles en semanas pasadas. El director del Centro Médico Nacional presionó para que no se manifestaran y apretó con el reglamento interno, pero las mejoras aún no se notan.
Y los empleados señalan lo que acaba de suceder con un familiar muy cercano a un alto directivo. Aseguran que, valiéndose de su jerarquía, hizo que fuera atendido en el área más especializada a la que solo tienen acceso casos muy especiales.
A los trabajadores les advierten con la aplicación de la norma interna al 100%, sin embargo exponen que al familiar del alto directivo, pasándose el reglamento por alto, le dieron prioridad y señalan que tuvieron que retirar a otro enfermo del área que necesitaba para ubicar ahí al familiar del directivo.
Contrasta esta atención inmediata y de primer nivel, dicen, con el caso reciente de un joven al que le informaron que lo operarán hasta el próximo año, pese a la necesidad de intervenirlo ya.
Por otra parte, también tienen que lidiar con la inseguridad y la amenaza de ser secuestrados.
No se sabe con certeza qué pasa, pero prácticamente a todos los aspirantes a la dirigencia sindical (representación del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, SNTSS) los han secuestrado.
Esa situación está que arde, pues lógicamente ha provocado miedo pero también coraje al ser notorio que alguien o algún grupo interviene para hacerse de la delegación del SNTSS, pues no puede ser coincidencia que apenas alguien expresa su deseo y realiza acciones para participar en las elecciones y lo plagian.
Han sido ya tres o cuatro casos así y hasta ahora han tratado de mantenerlos sin hacer ruido, como si no tuvieran relación entre sí, pero trabajadores del IMSS saben que no son hechos aislados.
El último caso, exponen empleados, sucedió hace unos días y fue tan “escandaloso” que esta vez no pudo ser ocultado, aunque las autoridades no lo han abordado como un secuestro y que está vinculado a otros casos iguales, al menos públicamente.
En la Secretaría de Seguridad Pública y de la Fiscalía General del Estado tienen que abocarse con más fuerza, pues no solo están en riesgo trabajadores de una institución tan importante para la salud como el IMSS, sino que uno de sus elementos ya fue asesinado.
La situación ha causado tanto escozor que las planillas de estos trabajadores para elegir a los delegados a la asamblea nacional no han sido inscritas en Xalapa sino que de plano se van hasta Puebla. ¿Qué seguirá, más violencia?