/ lunes 14 de septiembre de 2020

Para el 2021, un presupuesto electorero y caprichoso

El martes pasado se presentó ante la Cámara de Diputados el Paquete Económico 2021. Lo que debió ser un golpe de timón para enfrentar la crisis y la pandemia, resultó el continuismo de un presupuesto enfocado a mantener la clientela electoral del Presidente y garantizar la construcción de sus tres elefantes blancos. En otras palabras, un presupuesto electorero y caprichoso.

Según las cifras de la Secretaría de Hacienda, el próximo año se prevé un crecimiento económico del 4.6%, siempre y cuando llegue a tiempo la vacuna y evite que la economía termine de colapsar. El pronóstico parece estar fuera de la realidad.

En 2019, sin pandemia, sin crisis económica, sin cierre de empresas ni la pérdida de millones de empleos y con un colchón financiero de cientos de miles de millones de pesos de fondos de estabilización, el gobierno de la 4T ni siquiera pudo mantener el PIB en cero. Ahora en 2021, con una disminución muy importante de los ingresos petroleros, la caída de la recaudación fiscal ante el cierre de comercios y el desempleo, y sin ninguna red de protección financiera, López Obrador nos dice que creceremos al 4.6%, ¡más que Alemania!

El optimismo del gobierno federal choca con su propuesta de presupuesto: no hay ningún paquete de estímulos para nadie. No hay un plan de reactivación económica ni apoyos a las pequeñas y medianas empresas -cero apoyos a las Pymes-; además, no se incluyeron estímulos a la inversión ni habrá programas para reactivar la vivienda.

En el presupuesto presentada por la SHCP tampoco se incorporaron las propuestas del PRI de apoyo a las familias mexicanas, es decir, no habrá deducción en colegiaturas, ni en gastos médicos, ni en aquéllos gastos que millones de personas han hecho derivado de la pandemia. Tampoco contempla la aprobación del ingreso vital propuesto por el PRI y la mayoría de los partidos políticos en el Congreso, lo que será una de las prioridades del Grupo Parlamentario del PRI en la discusión del paquete económico.

Tampoco cumple los compromisos de campaña de AMLO y su partido Morena de no contraer deuda pública. El propio gobierno federal ha previsto en el presupuesto 2021 que el 12% de sus ingresos sean por contratación de deuda, es decir, 172 mil 333 mdp más que en 2020. Pese a la insistencia de que el país no ha requerido de financiamiento, la deuda interna ya se incrementó en 30 por ciento.

El programa relativo a la construcción de carreteras para el próximo año será de 2 mil 788 mdp, es decir, casi 50% menos que en 2020 y más del 80% menos en respecto a 2018. Para el campo se propone un presupuesto de 49 mil mdp, apenas un incremento del 0.2% comparado con 2020 y casi 40 por ciento menos en términos reales que en el último año de la administración de Enrique Peña Nieto.

Al mismo tiempo, se prevé una reducción de 108 mil millones de pesos a los estados y municipios -de los cuales a Veracruz le “rebanarán” 15 mil millones de pesos-, lo que tendrá un fuerte impacto en la educación, salud, infraestructura social y seguridad pública. Entidades pagarán con su presupuesto los errores del presidente López Obrador en el manejo de la pandemia y la crisis económica.

Sin embargo, en el presupuesto para el 2021 el gobierno destinará el 77.5% de los 132.4 mmdp para infraestructura a alimentar sus tres elefantes blancos: Tren Maya, Santa Lucía y Dos Bocas. No habrá para lo que más urgente: hospitales, escuelas, carreteras y caminos rurales; no habrá dinero para la cultura, la ciencia y el deporte.

Mención aparte merece al trato discriminatorio que reciben los mexicanos migrantes que radican en el extranjero, quienes cada año envían más de 36 mil millones de dólares a sus familiares que residen en nuestro país, una cantidad que supera por mucho a las exportaciones petroleras o los ingresos por turismo. En “reciprocidad”, el gobierno de Morena ha desaparecido los programas “3x1” y el “Fondo de Apoyo a Migrantes”.

PD. Con un triste final, este martes 15 de septiembre concluirá el timo de la rifa del avión presidencial. Una historia en la que se quiso vender un avión que no se podía vender por estar arrendado; que se quiso rifar pero no se pudo porque la ley lo prohíbe. Al final, el gobierno federal inventó un sorteo con cien premios de 20 mdp cada uno, para lo cual el Presidente tuvo que chantajear a los más ricos del país para que le compraran el mayor número de boletos.

El desenlace todos lo sabemos. No habrá ganancias, por tanto, no se adquirirá el equipo médico para hospitales que se prometió. Pero eso no importa, el cuatroteísmo festinará ¡viva México!

Diputado federal del PRI

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El martes pasado se presentó ante la Cámara de Diputados el Paquete Económico 2021. Lo que debió ser un golpe de timón para enfrentar la crisis y la pandemia, resultó el continuismo de un presupuesto enfocado a mantener la clientela electoral del Presidente y garantizar la construcción de sus tres elefantes blancos. En otras palabras, un presupuesto electorero y caprichoso.

Según las cifras de la Secretaría de Hacienda, el próximo año se prevé un crecimiento económico del 4.6%, siempre y cuando llegue a tiempo la vacuna y evite que la economía termine de colapsar. El pronóstico parece estar fuera de la realidad.

En 2019, sin pandemia, sin crisis económica, sin cierre de empresas ni la pérdida de millones de empleos y con un colchón financiero de cientos de miles de millones de pesos de fondos de estabilización, el gobierno de la 4T ni siquiera pudo mantener el PIB en cero. Ahora en 2021, con una disminución muy importante de los ingresos petroleros, la caída de la recaudación fiscal ante el cierre de comercios y el desempleo, y sin ninguna red de protección financiera, López Obrador nos dice que creceremos al 4.6%, ¡más que Alemania!

El optimismo del gobierno federal choca con su propuesta de presupuesto: no hay ningún paquete de estímulos para nadie. No hay un plan de reactivación económica ni apoyos a las pequeñas y medianas empresas -cero apoyos a las Pymes-; además, no se incluyeron estímulos a la inversión ni habrá programas para reactivar la vivienda.

En el presupuesto presentada por la SHCP tampoco se incorporaron las propuestas del PRI de apoyo a las familias mexicanas, es decir, no habrá deducción en colegiaturas, ni en gastos médicos, ni en aquéllos gastos que millones de personas han hecho derivado de la pandemia. Tampoco contempla la aprobación del ingreso vital propuesto por el PRI y la mayoría de los partidos políticos en el Congreso, lo que será una de las prioridades del Grupo Parlamentario del PRI en la discusión del paquete económico.

Tampoco cumple los compromisos de campaña de AMLO y su partido Morena de no contraer deuda pública. El propio gobierno federal ha previsto en el presupuesto 2021 que el 12% de sus ingresos sean por contratación de deuda, es decir, 172 mil 333 mdp más que en 2020. Pese a la insistencia de que el país no ha requerido de financiamiento, la deuda interna ya se incrementó en 30 por ciento.

El programa relativo a la construcción de carreteras para el próximo año será de 2 mil 788 mdp, es decir, casi 50% menos que en 2020 y más del 80% menos en respecto a 2018. Para el campo se propone un presupuesto de 49 mil mdp, apenas un incremento del 0.2% comparado con 2020 y casi 40 por ciento menos en términos reales que en el último año de la administración de Enrique Peña Nieto.

Al mismo tiempo, se prevé una reducción de 108 mil millones de pesos a los estados y municipios -de los cuales a Veracruz le “rebanarán” 15 mil millones de pesos-, lo que tendrá un fuerte impacto en la educación, salud, infraestructura social y seguridad pública. Entidades pagarán con su presupuesto los errores del presidente López Obrador en el manejo de la pandemia y la crisis económica.

Sin embargo, en el presupuesto para el 2021 el gobierno destinará el 77.5% de los 132.4 mmdp para infraestructura a alimentar sus tres elefantes blancos: Tren Maya, Santa Lucía y Dos Bocas. No habrá para lo que más urgente: hospitales, escuelas, carreteras y caminos rurales; no habrá dinero para la cultura, la ciencia y el deporte.

Mención aparte merece al trato discriminatorio que reciben los mexicanos migrantes que radican en el extranjero, quienes cada año envían más de 36 mil millones de dólares a sus familiares que residen en nuestro país, una cantidad que supera por mucho a las exportaciones petroleras o los ingresos por turismo. En “reciprocidad”, el gobierno de Morena ha desaparecido los programas “3x1” y el “Fondo de Apoyo a Migrantes”.

PD. Con un triste final, este martes 15 de septiembre concluirá el timo de la rifa del avión presidencial. Una historia en la que se quiso vender un avión que no se podía vender por estar arrendado; que se quiso rifar pero no se pudo porque la ley lo prohíbe. Al final, el gobierno federal inventó un sorteo con cien premios de 20 mdp cada uno, para lo cual el Presidente tuvo que chantajear a los más ricos del país para que le compraran el mayor número de boletos.

El desenlace todos lo sabemos. No habrá ganancias, por tanto, no se adquirirá el equipo médico para hospitales que se prometió. Pero eso no importa, el cuatroteísmo festinará ¡viva México!

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