/ domingo 13 de septiembre de 2020

Pirañas en cuaresma

Mucha hambre, como pirañas en cuaresma, traen unos diputados locales a la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas (Ceapp).

Parecieran vivir obsesionados con descarrilar a la presidenta, la reportera Ana Laura Mendoza. Ella, sin embargo, parece, terminará su nuevo periodo en el mes de diciembre, pero a varios legisladores les urge destituirla.

Quizá evidenciarla para la historia para trascender como una presidenta destituida. Ahora, en el tendedero público la rafaguea el diputado de Morena, Nahúm Álvarez Pellico.

El pretexto es el secuestro, desaparición, asesinato y decapitación del reportero de Tezonapa, Julio Valdivia Rodríguez, el miércoles 9 de septiembre del año desventurado que trota.

El político guinda y marrón dijo, por ejemplo, que en la Ceapp hay racismo, xenofobia y segregación, pues a unos reporteros tratan bien y a otros con desdén… sin detallar hechos.

También enfocó la guillotina sobre los comisionados y que según versiones ganan unos cuarenta mil pesos mensuales con la única obligación de unas juntitas mensuales para lanzarse incienso, pero sin trascender, elegidos, todos, por el dedazo superior.

En el camino, la presidenta ha sido bombardeada, incluso, y hasta donde se sabe si se sabe bien, con fuego amigo. Y sobrevivido a los peores vientos huracanados.

Pero desde la LXV Legislatura insisten. El bombardeo lo comenzó una diputada panista y ahora lo retoma un legislador de Morena, ambos militantes del par de partidos políticos mejor posicionados en Veracruz.

Incluso, en la cancha reporteril trascienden que unas tribus de Morena, concentradas en la secretaría General de Gobierno donde suelen coleccionar cargos públicos con algún objetivo político, tienen a una reportera como favorita para relevar a Ana Laura Mendoza.

El reparto de las mieles del poder. Así fue en el tiempo priista y el panista. Mucho, entonces, gustará y hará feliz el cargo a la presidenta de la CEAPP para aguantar vara. Quizá su vocación social. Acaso el deseo limpio de servir a los colegas. Quizá los ideales y principios en los que cree. Acaso, nadie lo dudaría, la proyección política acariciando una nueva vida pública.

Quizá, desde luego, el sueldo mensual que nunca obtendría, tampoco los comisionados, como simples y sencillos asalariados de un medio, el que mejor paga, parece, 8 mil pesos mensuales, una estación televisiva, aun cuando hay salarios insultantes de mil pesos semanales.

Suetonio, el autor del libro "Los doce Césares" fue recomendado por su amigo Plotino con la emperatriz. Lo contrató de asesor político.

Las otras tribus lo empezaron a intrigar y la emperatriz escuchó los cánticos de las sirenas y lo despidió.

Plotino le garantizó que hablaría con la jefa para corregir el error. Suetonio dio las gracias y se concentró en su trabajo de maestro y escritor.

Pero Ana Laura Mendoza tiene, parece, otros sueños. Enfrenta. Sigue pa’lante. Sin ceder. Honrando el cargo. Empeñada en sus logros.

Mucha hambre, como pirañas en cuaresma, traen unos diputados locales a la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas (Ceapp).

Parecieran vivir obsesionados con descarrilar a la presidenta, la reportera Ana Laura Mendoza. Ella, sin embargo, parece, terminará su nuevo periodo en el mes de diciembre, pero a varios legisladores les urge destituirla.

Quizá evidenciarla para la historia para trascender como una presidenta destituida. Ahora, en el tendedero público la rafaguea el diputado de Morena, Nahúm Álvarez Pellico.

El pretexto es el secuestro, desaparición, asesinato y decapitación del reportero de Tezonapa, Julio Valdivia Rodríguez, el miércoles 9 de septiembre del año desventurado que trota.

El político guinda y marrón dijo, por ejemplo, que en la Ceapp hay racismo, xenofobia y segregación, pues a unos reporteros tratan bien y a otros con desdén… sin detallar hechos.

También enfocó la guillotina sobre los comisionados y que según versiones ganan unos cuarenta mil pesos mensuales con la única obligación de unas juntitas mensuales para lanzarse incienso, pero sin trascender, elegidos, todos, por el dedazo superior.

En el camino, la presidenta ha sido bombardeada, incluso, y hasta donde se sabe si se sabe bien, con fuego amigo. Y sobrevivido a los peores vientos huracanados.

Pero desde la LXV Legislatura insisten. El bombardeo lo comenzó una diputada panista y ahora lo retoma un legislador de Morena, ambos militantes del par de partidos políticos mejor posicionados en Veracruz.

Incluso, en la cancha reporteril trascienden que unas tribus de Morena, concentradas en la secretaría General de Gobierno donde suelen coleccionar cargos públicos con algún objetivo político, tienen a una reportera como favorita para relevar a Ana Laura Mendoza.

El reparto de las mieles del poder. Así fue en el tiempo priista y el panista. Mucho, entonces, gustará y hará feliz el cargo a la presidenta de la CEAPP para aguantar vara. Quizá su vocación social. Acaso el deseo limpio de servir a los colegas. Quizá los ideales y principios en los que cree. Acaso, nadie lo dudaría, la proyección política acariciando una nueva vida pública.

Quizá, desde luego, el sueldo mensual que nunca obtendría, tampoco los comisionados, como simples y sencillos asalariados de un medio, el que mejor paga, parece, 8 mil pesos mensuales, una estación televisiva, aun cuando hay salarios insultantes de mil pesos semanales.

Suetonio, el autor del libro "Los doce Césares" fue recomendado por su amigo Plotino con la emperatriz. Lo contrató de asesor político.

Las otras tribus lo empezaron a intrigar y la emperatriz escuchó los cánticos de las sirenas y lo despidió.

Plotino le garantizó que hablaría con la jefa para corregir el error. Suetonio dio las gracias y se concentró en su trabajo de maestro y escritor.

Pero Ana Laura Mendoza tiene, parece, otros sueños. Enfrenta. Sigue pa’lante. Sin ceder. Honrando el cargo. Empeñada en sus logros.

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