/ miércoles 25 de noviembre de 2020

Pobreza laboral

Desde que iniciaron en México los problemas derivados de la pandemia de coronavirus, las prioridades en la agenda púbica se modificaron.

La salud y la economía, generación de empleos, se convirtieron en las principales preocupaciones de la población.

No es para menos, al corte del 23 de noviembre, México registró un millón 49 mil 358 casos confirmados de Covid-19 y cerca de 102 mil defunciones; Veracruz, 39 mil contagios y 5 mil 367 muertes.

Lo peor de las cifras del coronavirus en la entidad veracruzana es la elevada tasa de letalidad. De cada 100 casos confirmados, 14 han terminado en defunción.

De manera informal, un médico que presta sus servicios en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) comentaba con preocupación el altísimo porcentaje de personas fallecidas, con relación a los ingresos.

Casi el 100 por ciento de quienes son intubados en el IMSS han muerto y en general, la tasa de letalidad que presenta el Instituto es una de las más altas entre los organismos similares; 19 de cada 100 pacientes que ingresan por Covid-19 mueren.

A ello se debe la justificada preocupación de la población por el tema de la pandemia, que además detona otro problema: el económico y la generación de empleos.

A pesar de que las cifras difundidas por fuentes oficiales, como el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, consignan una recuperación de espacios laborales, la realidad parece divorciada de las cuentas alegres.

De acuerdo al IMSS, por ejemplo, durante agosto se recuperaron más de 92 mil empleos formales en el país. En septiembre, según la misma fuente, se generaron 113 mil 850.

En la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, del INEGI, se consigna que uno de los estados con menor desempleo es Veracruz, con una desocupación de 2.8 por ciento.

Esas versiones, que consignan impresionantes cifras en cuanto a la generación de empleos, son alentadas desde las instancias gubernamentales; al comparecer ante el Congreso local, el secretario de Desarrollo Económico de Veracruz, Enrique Nachón García, apuntó que un plan emergente permitió conservar más de 21 empleos en la entidad: los microempresarios veracruzanos “dispusieron de 10 mil créditos sin intereses para resarcir la caída del comercio, con el ejercicio de 100 millones de pesos; lo que ayudó a conservar 21 mil 458 empleos en 195 municipios, beneficiando a 85 mil 832 personas”; y que en el tercer trimestre del año, Veracruz acumula un 9% más del total de inversión extranjera directa percibida en 2019, alcanzando mil 173 millones de dólares…”

Sin embargo, otras fuentes, como la organización México ¿Cómo vamos?, consignan una caída dramática en los niveles del empleo en Veracruz. En su semáforo económico estatal, la citada ONG señala que al tercer trimestre de 2020, la entidad perdió 40 mil 697 empleos; y que, al menos al segundo trimestre del año, el crecimiento económico fue de -16.5 por ciento.

La pobreza laboral, indica la fuente, aumentó en dos décimas de punto con relación a 2019.

No es todo: el Consejo Nacional de Evaluación de la Política del Desarrollo Social, Coneval, difundió recientemente la información sobre el índice de pobreza laboral.

Desde que iniciaron en México los problemas derivados de la pandemia de coronavirus, las prioridades en la agenda púbica se modificaron.

La salud y la economía, generación de empleos, se convirtieron en las principales preocupaciones de la población.

No es para menos, al corte del 23 de noviembre, México registró un millón 49 mil 358 casos confirmados de Covid-19 y cerca de 102 mil defunciones; Veracruz, 39 mil contagios y 5 mil 367 muertes.

Lo peor de las cifras del coronavirus en la entidad veracruzana es la elevada tasa de letalidad. De cada 100 casos confirmados, 14 han terminado en defunción.

De manera informal, un médico que presta sus servicios en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) comentaba con preocupación el altísimo porcentaje de personas fallecidas, con relación a los ingresos.

Casi el 100 por ciento de quienes son intubados en el IMSS han muerto y en general, la tasa de letalidad que presenta el Instituto es una de las más altas entre los organismos similares; 19 de cada 100 pacientes que ingresan por Covid-19 mueren.

A ello se debe la justificada preocupación de la población por el tema de la pandemia, que además detona otro problema: el económico y la generación de empleos.

A pesar de que las cifras difundidas por fuentes oficiales, como el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, consignan una recuperación de espacios laborales, la realidad parece divorciada de las cuentas alegres.

De acuerdo al IMSS, por ejemplo, durante agosto se recuperaron más de 92 mil empleos formales en el país. En septiembre, según la misma fuente, se generaron 113 mil 850.

En la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, del INEGI, se consigna que uno de los estados con menor desempleo es Veracruz, con una desocupación de 2.8 por ciento.

Esas versiones, que consignan impresionantes cifras en cuanto a la generación de empleos, son alentadas desde las instancias gubernamentales; al comparecer ante el Congreso local, el secretario de Desarrollo Económico de Veracruz, Enrique Nachón García, apuntó que un plan emergente permitió conservar más de 21 empleos en la entidad: los microempresarios veracruzanos “dispusieron de 10 mil créditos sin intereses para resarcir la caída del comercio, con el ejercicio de 100 millones de pesos; lo que ayudó a conservar 21 mil 458 empleos en 195 municipios, beneficiando a 85 mil 832 personas”; y que en el tercer trimestre del año, Veracruz acumula un 9% más del total de inversión extranjera directa percibida en 2019, alcanzando mil 173 millones de dólares…”

Sin embargo, otras fuentes, como la organización México ¿Cómo vamos?, consignan una caída dramática en los niveles del empleo en Veracruz. En su semáforo económico estatal, la citada ONG señala que al tercer trimestre de 2020, la entidad perdió 40 mil 697 empleos; y que, al menos al segundo trimestre del año, el crecimiento económico fue de -16.5 por ciento.

La pobreza laboral, indica la fuente, aumentó en dos décimas de punto con relación a 2019.

No es todo: el Consejo Nacional de Evaluación de la Política del Desarrollo Social, Coneval, difundió recientemente la información sobre el índice de pobreza laboral.