/ miércoles 4 de agosto de 2021

Presiones al TEPJF

Quienes conocen a detalle del asunto, afirman que difícilmente el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) va a revertir el resultado del reciente proceso electoral en el municipio de Veracruz, donde triunfó el PAN, con todo y las presiones que se ejerzan para convocar a nuevas elecciones.

Ricardo Exsome Zapata, de hecho, ya arrió banderas, aunque insiste en que caso aún no termina y debe esperarse la determinación del TEPJF a la impugnación que hizo Morena por múltiples irregularidades, aunque en realidad el último recurso que se alega es que la candidata panista, Patricia Lobeira, rebasó el tope de campaña, lo cual no es consistente.

Es una lucha política que va a continuar hasta antes de diciembre, y ayer el propio presidente Andrés Manuel López Obrador abordó este tema de su interés, no sólo por tratarse del principal municipio del estado donde se localiza el puerto más importante del país, sino por su adversidad con el jefe del clan, Miguel Ángel Yunes Linares, a quien ni mastica ni traga. “En general la autoridad electoral no ha estado a la altura en cuanto a sancionar los fraudes electorales”, señaló el jefe del Ejecutivo federal, con lo cual siguió politizando la elección municipal.

En realidad, en el conteo de votos de decenas de casillas, a solicitud del candidato Exsome, no variaron sustancialmente los números, aunque sí se anularon varias decenas, pero sin alterar el resultado. Lobeira, esposa del abanderado panista que fue bajado de la contienda por incumplir el requisito de residencia efectiva de tres años en el municipio, participó de emergente y, contra lo esperado por sus opositores, ganó la elección, a pesar de todo el apoyo que recibió el aspirante morenista desde los más altos mandos del poder, aunque no del estado, por su distanciamiento o enemistad con el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quien logró una arrolladora victoria en el estado, pero sin lograr el municipio considerado como la catedral política de la entidad.

¿Qué debe esperarse? Hay quienes afirman que solamente por la vía política podría quitarse ese triunfo al PAN, aunque podría pagarse un elevado precio al convertirse en un escándalo de abuso de poder que escalaría no solamente a nivel nacional, sino hasta internacionalmente. ¿Tomará ese riesgo el propio Presidente? Quien sabe, pero por lo que se observa no quita ni quitará el dedo del renglón, por sus frecuentes visitas al puerto para encabezar actos protocolarios o políticos, sin cursar invitación al actual alcalde, Fernando Yunes Márquez, o criticando la construcción de un edificio cuya propiedad se atribuye al círculo cercano a esa familia, o con declaraciones como la que hizo este martes en su conferencia mañanera en contra del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que analiza la impugnación presentada por Morena.

Lo que también trasciende es que los Yunes, a su vez, velan armas jurídicas para defender la posición porteña, que resulta tan importante para su sobrevivencia política y, acaso, sea trampolín para que en 2024 pudieran arribar nuevamente a Palacio de Gobierno con un candidato de la familia o, en todo caso, con un aliado de su propio grupo.

opedro2006@gmail.com

Quienes conocen a detalle del asunto, afirman que difícilmente el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) va a revertir el resultado del reciente proceso electoral en el municipio de Veracruz, donde triunfó el PAN, con todo y las presiones que se ejerzan para convocar a nuevas elecciones.

Ricardo Exsome Zapata, de hecho, ya arrió banderas, aunque insiste en que caso aún no termina y debe esperarse la determinación del TEPJF a la impugnación que hizo Morena por múltiples irregularidades, aunque en realidad el último recurso que se alega es que la candidata panista, Patricia Lobeira, rebasó el tope de campaña, lo cual no es consistente.

Es una lucha política que va a continuar hasta antes de diciembre, y ayer el propio presidente Andrés Manuel López Obrador abordó este tema de su interés, no sólo por tratarse del principal municipio del estado donde se localiza el puerto más importante del país, sino por su adversidad con el jefe del clan, Miguel Ángel Yunes Linares, a quien ni mastica ni traga. “En general la autoridad electoral no ha estado a la altura en cuanto a sancionar los fraudes electorales”, señaló el jefe del Ejecutivo federal, con lo cual siguió politizando la elección municipal.

En realidad, en el conteo de votos de decenas de casillas, a solicitud del candidato Exsome, no variaron sustancialmente los números, aunque sí se anularon varias decenas, pero sin alterar el resultado. Lobeira, esposa del abanderado panista que fue bajado de la contienda por incumplir el requisito de residencia efectiva de tres años en el municipio, participó de emergente y, contra lo esperado por sus opositores, ganó la elección, a pesar de todo el apoyo que recibió el aspirante morenista desde los más altos mandos del poder, aunque no del estado, por su distanciamiento o enemistad con el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quien logró una arrolladora victoria en el estado, pero sin lograr el municipio considerado como la catedral política de la entidad.

¿Qué debe esperarse? Hay quienes afirman que solamente por la vía política podría quitarse ese triunfo al PAN, aunque podría pagarse un elevado precio al convertirse en un escándalo de abuso de poder que escalaría no solamente a nivel nacional, sino hasta internacionalmente. ¿Tomará ese riesgo el propio Presidente? Quien sabe, pero por lo que se observa no quita ni quitará el dedo del renglón, por sus frecuentes visitas al puerto para encabezar actos protocolarios o políticos, sin cursar invitación al actual alcalde, Fernando Yunes Márquez, o criticando la construcción de un edificio cuya propiedad se atribuye al círculo cercano a esa familia, o con declaraciones como la que hizo este martes en su conferencia mañanera en contra del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que analiza la impugnación presentada por Morena.

Lo que también trasciende es que los Yunes, a su vez, velan armas jurídicas para defender la posición porteña, que resulta tan importante para su sobrevivencia política y, acaso, sea trampolín para que en 2024 pudieran arribar nuevamente a Palacio de Gobierno con un candidato de la familia o, en todo caso, con un aliado de su propio grupo.

opedro2006@gmail.com