En tiempo y forma la Secretaría de Hacienda entregó hace tres días las propuestas contenidas en el denominado “paquete económico”, que servirá a los integrantes de la Cámara de Diputados para examinar, discutir, modificar y finalmente aprobar las propuestas hechas por el presidente de la República, quien a través del titular de la SHCP, Arturo Herrera, dictó la propuesta para programar el ingreso y los gastos, que constituyen el Presupuesto de Egresos de la Federación para el próximo ejercicio fiscal 2021.
Es importante mencionar la consecuencia de incumplir con los tiempos establecidos en la Constitución para la publicación del presupuesto en el Diario Oficial de la Federación, porque de lo contrario se tendría que ejercer el presupuesto público del ejercicio anterior. Hay que recordar que cada presupuesto está vigente por una anualidad, que comienza el 1 de enero y termina el 31 de diciembre del mismo año.
La SHCP, en voz de su titular, señala que la economía nacional crecerá 4.6% el próximo año, sin embargo, del paquete económico que se entregó al Congreso, el Banco de México estimó una caída en la economía nacional hasta de 12.8%, ante los efectos de la pandemia que ha generado una contracción económica en México sin precedentes.
Los contribuyentes mexicanos y extranjeros con inversiones, todavía ( vigentes ) en nuestro país, se manifiestan desconcertados, puesto que el documento base para el paquete económico 2021 no contiene la política de austeridad a la que se comprometió recientemente el presidente López Obrador y tampoco se incluye alguna política pública encaminada a la reposición del millón y medio de empleos perdidos por el cierre de negocios por el coronavirus.
Los presidentes de la Concanaco y Servytur permanecen incrédulos ante el anuncio de un crecimiento de 4.6% frente a la caída de un 10% de la economía. Resulta demasiado optimista la actitud del secretario Arturo Herrera, sobre todo porque ninguno de los “proyectos estrella” de AMLO sufrirán alguna reducción.
Y ahora a todas las promesas incumplidas por el gobierno de la 4T habrá que agregar la quiebra financiera personal que pondrá a los mexicanos, durante todo el año 2021, “de rodillas” durante el proceso electoral y a vender sus votos para completar el gasto familiar.
