/ lunes 18 de julio de 2022

Recomponer el camino

En los últimos días han ocurrido dos hechos relevantes que pueden ilustrar lo que el estado puede hacer, pero no lo hace, para frenar la violencia generada por el crimen organizado. El 13, en Topilejo al sur de la ciudad de México, un contingente de 150 elementos, incluidos de la Guardia Nacional y Ejército, realizaron un efectivo operativo para detener a 14 delincuentes presumibles miembros del cártel de Sinaloa, cuatro de ellos liberados el viernes al comprobarse que no tenían nexos con este grupo, en lo que se ha considerado la mayor ofensiva realizada por el actual gobierno en contra de grupos criminales, aunque esas acciones no las realizó el gobierno federal sino la policía de la capital de la República, dirigida por el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, quien hace un año escapó con vida a un atentado, atribuida al Cártel de Jalisco Nueva Generación. El 15, hace sólo cuatro días, un grupo élite de la Secretaría de Marina, apoyado por información de inteligencia de la agencia antinarcóticos norteamericana conocida como DEA, logró la detención del narcotraficante Rafael Caro Quintero, por quien el Departamento de Estado de Estados Unidos ofreció 20 millones de pesos para su localización para llevarlo a juicio por la muerte del agente antidrogas estadounidense Enrique Camarena, ocurrida en 1985. En el primer caso, el enfrentamiento dejó dos oficiales heridos, pero la fuerza mostrada por las instituciones del estado, apoyado hasta con helicópteros, logró la captura de los criminales, a quienes les decomisaron chalecos tácticos, armas largas incluida una Barret.50 y una ametralladora, droga y la liberación de dos personas que permanecían cautivas por ese grupo delincuencial. La orden llegó desde la oficina de la jefa del gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, y seguramente consultada con el presidente de la República, quien un día antes se habría reunido en la Casa Blanca con el presidente de EEUU, Joe Biden. ¿La detención de Caro Quintero también se consultó con Andrés Manuel López Obrador?

opedro2006@gmail.com

En los últimos días han ocurrido dos hechos relevantes que pueden ilustrar lo que el estado puede hacer, pero no lo hace, para frenar la violencia generada por el crimen organizado. El 13, en Topilejo al sur de la ciudad de México, un contingente de 150 elementos, incluidos de la Guardia Nacional y Ejército, realizaron un efectivo operativo para detener a 14 delincuentes presumibles miembros del cártel de Sinaloa, cuatro de ellos liberados el viernes al comprobarse que no tenían nexos con este grupo, en lo que se ha considerado la mayor ofensiva realizada por el actual gobierno en contra de grupos criminales, aunque esas acciones no las realizó el gobierno federal sino la policía de la capital de la República, dirigida por el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, quien hace un año escapó con vida a un atentado, atribuida al Cártel de Jalisco Nueva Generación. El 15, hace sólo cuatro días, un grupo élite de la Secretaría de Marina, apoyado por información de inteligencia de la agencia antinarcóticos norteamericana conocida como DEA, logró la detención del narcotraficante Rafael Caro Quintero, por quien el Departamento de Estado de Estados Unidos ofreció 20 millones de pesos para su localización para llevarlo a juicio por la muerte del agente antidrogas estadounidense Enrique Camarena, ocurrida en 1985. En el primer caso, el enfrentamiento dejó dos oficiales heridos, pero la fuerza mostrada por las instituciones del estado, apoyado hasta con helicópteros, logró la captura de los criminales, a quienes les decomisaron chalecos tácticos, armas largas incluida una Barret.50 y una ametralladora, droga y la liberación de dos personas que permanecían cautivas por ese grupo delincuencial. La orden llegó desde la oficina de la jefa del gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, y seguramente consultada con el presidente de la República, quien un día antes se habría reunido en la Casa Blanca con el presidente de EEUU, Joe Biden. ¿La detención de Caro Quintero también se consultó con Andrés Manuel López Obrador?

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