/ lunes 21 de septiembre de 2020

Recuperación económica

La pandemia de Coronavirus ha representado la quiebra para cientos de pequeñas empresas veracruzanas.

La titular de la Secretaría de Turismo del Gobierno del Estado, Xóchitl Arbesú Lago, por ejemplo, reconoció que debido a la emergencia sanitaria y a las medidas de confinamiento recomendadas por el Sector Salud, unos 200 hoteles de la entidad cerraron temporalmente. Al menos 8 lo hicieron de forma definitiva.

Restaurantes, cafeterías y negocios dedicados al comercio y los servicios enfrentan graves problemas.

Todo el país y podríamos decir que todo el mundo está, en mayor o menor medida, en circunstancias parecidas. Datos del Instituto Mexicano del Seguro Social indican que son cientos de miles los empleos perdidos en México durante la crisis sanitaria por el Covid-19.

En Veracruz se estima que la pérdida de empleos formales ascendería a 50 mil; sin embargo, también habría que decir que la entidad fue durante el mes de julio, la novena del país con la mayor recuperación de empleos; se generaron casi 5 mil durante el séptimo mes del año, lo cual indica un avance, aunque sea ligero.

Todos los días, los medios informativos consignan notas sobre la enfermedad, los miles de nuevos casos en todo el país y, en cuanto a Veracruz, los 32 mil contagios y las más de 4 mil defunciones que se han acumulado.

No falta quien intente un uso digamos político de los datos de la pandemia para referirse a una supuesta incapacidad gubernamental para enfrentar este problema de salud y sus implicaciones económicas; sin embargo, habría que decir que se trata de una crisis mundial de la que México y Veracruz no son ajenos.

En lo sanitario, de poco sirven las acciones de conversión de hospitales y la ampliación en la capacidad de camas de terapia intensiva, si la población insiste en llevar una vida sin cuidados, sin cubreboca o careta, sin gel antibacterial y andando por lugares concurridos como si nada de esto estuviera ocurriendo, y como si las miles de vidas que se han perdido no sirvieran como un llamado de atención para adoptar, desde el ámbito personal y familiar, medidas responsables.

En lo relacionado con el impacto económico, hay pequeñas acciones que la población puede instrumentar para apoyar al comercio local y a las pequeñas y medianas empresas, que hoy más que nunca están en riesgo.

Una medida gubernamental surgida desde Veracruz que llamó la atención de forma reciente, por cierto, fue la relacionada con el apoyo a las empresas locales para que extendieran sus mercados.

El gobernador Cuitláhuac García dio el banderazo de salida a un contendedor que lleva productos de 11 marcas con el sello “Hecho en Veracruz”, a la Exposición Internacional de Importaciones de China, que se llevará a efecto 05 al 10 de noviembre, en Shanghái.

El ejecutivo estatal se refirió a los altos estándares de calidad de los productos veracruzanos que fueron a competir a uno de los mercados más grandes, el segundo del mundo, y más competidos.

La pandemia de Coronavirus ha representado la quiebra para cientos de pequeñas empresas veracruzanas.

La titular de la Secretaría de Turismo del Gobierno del Estado, Xóchitl Arbesú Lago, por ejemplo, reconoció que debido a la emergencia sanitaria y a las medidas de confinamiento recomendadas por el Sector Salud, unos 200 hoteles de la entidad cerraron temporalmente. Al menos 8 lo hicieron de forma definitiva.

Restaurantes, cafeterías y negocios dedicados al comercio y los servicios enfrentan graves problemas.

Todo el país y podríamos decir que todo el mundo está, en mayor o menor medida, en circunstancias parecidas. Datos del Instituto Mexicano del Seguro Social indican que son cientos de miles los empleos perdidos en México durante la crisis sanitaria por el Covid-19.

En Veracruz se estima que la pérdida de empleos formales ascendería a 50 mil; sin embargo, también habría que decir que la entidad fue durante el mes de julio, la novena del país con la mayor recuperación de empleos; se generaron casi 5 mil durante el séptimo mes del año, lo cual indica un avance, aunque sea ligero.

Todos los días, los medios informativos consignan notas sobre la enfermedad, los miles de nuevos casos en todo el país y, en cuanto a Veracruz, los 32 mil contagios y las más de 4 mil defunciones que se han acumulado.

No falta quien intente un uso digamos político de los datos de la pandemia para referirse a una supuesta incapacidad gubernamental para enfrentar este problema de salud y sus implicaciones económicas; sin embargo, habría que decir que se trata de una crisis mundial de la que México y Veracruz no son ajenos.

En lo sanitario, de poco sirven las acciones de conversión de hospitales y la ampliación en la capacidad de camas de terapia intensiva, si la población insiste en llevar una vida sin cuidados, sin cubreboca o careta, sin gel antibacterial y andando por lugares concurridos como si nada de esto estuviera ocurriendo, y como si las miles de vidas que se han perdido no sirvieran como un llamado de atención para adoptar, desde el ámbito personal y familiar, medidas responsables.

En lo relacionado con el impacto económico, hay pequeñas acciones que la población puede instrumentar para apoyar al comercio local y a las pequeñas y medianas empresas, que hoy más que nunca están en riesgo.

Una medida gubernamental surgida desde Veracruz que llamó la atención de forma reciente, por cierto, fue la relacionada con el apoyo a las empresas locales para que extendieran sus mercados.

El gobernador Cuitláhuac García dio el banderazo de salida a un contendedor que lleva productos de 11 marcas con el sello “Hecho en Veracruz”, a la Exposición Internacional de Importaciones de China, que se llevará a efecto 05 al 10 de noviembre, en Shanghái.

El ejecutivo estatal se refirió a los altos estándares de calidad de los productos veracruzanos que fueron a competir a uno de los mercados más grandes, el segundo del mundo, y más competidos.