/ martes 25 de mayo de 2021

Regresa la pelota caliente

Después de más de tres años de ayuno, vuelve el beisbol a Veracruz, en beneficio de toda la afición del estado. Mucho tiene que ver el presidente de la República, quien recomendó al gobernador dar las facilidades y rescatar el inmueble “Beto Ávila”, casa del Águila de Veracruz, uno de los equipos con mayor tradición en la Liga Mexicana.

El Águila fue fundado en 1901 por la compañía petrolera “El Águila”, de ahí su nombre, donde los propietarios eran amantes del rey de los deportes.

Inició en la liga en 1903 y ha sido campeón en 1937, 1938, 1952, 1961, 1970 y 2012; puede apreciarse que ha sido una novena ganadora en Liga Mexicana. La última vez que abandonó el puerto fue en 2017, cuando se fue a Nuevo Laredo, Tamaulipas, para convertirse en los “Tecolotes de los Dos Laredos”.

El siglo pasado el estado tuvo tres equipos: “Petroleros de Poza Rica” (tierra del Pulpo Remes), “Cafeteros de Córdoba”, de Chara Mansur; hasta la fecha el cordobés más apasionado del beisbol y quien en 1974 trajo al jugador más grande que ha jugado en la liga: “Rico Carty”, un atleta de más de 90 kilos y casi dos metros de estatura, champion bat con los Bravos de Atlanta en 1970, con 101 carreras impulsadas, 25 jonrones y un promedio de bateo de .366, el más alto después de Ted Williams, con .388, en 1957. El tercer equipo es el glorioso “Águila de Veracruz”.

Para que esto fuera posible era necesario rescatar el inmueble de Leyes de Reforma, que adolecía de muchos deterioros: falta de equipamiento en alumbrado, pizarra electrónica, baños, vestidores, abandonado el campo de juego, goteras, drenaje deficiente.

Una vez que hubo empresarios interesados en este proyecto, el gobernador dio su apoyo para transformar el inmueble, dándole funcionalidad, adecuación a las condiciones de marketing que ahora se manejan en los estadios, que proporcionan a los fanáticos del beisbol opciones de ocio, variedad de comidas, tienda de suvenires con dinámica diferenciada de comercialización, dándole valor a la marca, e incluida una zona VIP.

Los inversionistas están representados por Bernardo Pasquel Méndez, empresario de medicamentos (intercontinental de medicamentos Intermed), sobrino-nieto de otro grande del beisbol, don Jorge Pasquel Casanueva, fundador de los Azules de Veracruz, que jugaron en el DF, y sus hermanos Bernardo, Gerardo y Alfonso (cuates) y Mario.

Bernardo traía ganas de tener una novena de beisbol, por lo que me preguntó: ¿quién en estos tiempos de pandemia pone un negocio de este tipo? La respuesta fue inmediata: un apasionado de la pelota caliente, El Águila de los 20 seguramente será un equipo ganador; ¡ojalá no me equivoque!

Y no crea que el asunto está fácil, la temporada se estima en cuarenta millones de pesos, incluye cubrir un rol de juegos de 66, gastos de viaje a 8 plazas, viáticos, boletos de avión, autobús y la nómina de un roster de peloteros y cuerpo técnico.

El roster anunciado es de 29 jugadores y el cuerpo de manejadores de 15; seguramente los ajustarán en la medida que se desarrolle la temporada, pero jugarán en la liga peloteros de calidad como Bartolo Colón, Adrián Gonzales “El Titán”, Yasiel Puig, Fernando Salas, Addison Russell,

Roberto Osuna, Cristian Villanueva, Fernando Rodney, Oliver Pérez y el novato sensación del Águila: Héctor Mora de Medellín.

El rol es de 66 juegos, iniciando en la Ciudad de México con los Diablos Rojos, el 21 de mayo, y concluyendo el 5 de agosto, cuando visite los Tigres de Quinta Roo.

Se visitan las plazas de Pericos de Puebla, Guerreros de Oaxaca, Leones de Yucatán, Olmecas de Tabasco, Piratas de Campeche y Bravos de León. Ya están disponibles los abonos y los boletos los han puesto a la venta.

Suerte a los hermanos Pasquel Méndez, al Gobierno del Estado y a toda la gran fanaticada que vivimos en este hermoso estado.

Lamento no poder asistir al juego inagural –hoy– en compañía de un Salón de la Fama como Domigo Setién Fernández, dado las causas de fuerza mayor que lo aquejan, pero como él dice: play ball, que inicie la “pelota caliente”.

Después de más de tres años de ayuno, vuelve el beisbol a Veracruz, en beneficio de toda la afición del estado. Mucho tiene que ver el presidente de la República, quien recomendó al gobernador dar las facilidades y rescatar el inmueble “Beto Ávila”, casa del Águila de Veracruz, uno de los equipos con mayor tradición en la Liga Mexicana.

El Águila fue fundado en 1901 por la compañía petrolera “El Águila”, de ahí su nombre, donde los propietarios eran amantes del rey de los deportes.

Inició en la liga en 1903 y ha sido campeón en 1937, 1938, 1952, 1961, 1970 y 2012; puede apreciarse que ha sido una novena ganadora en Liga Mexicana. La última vez que abandonó el puerto fue en 2017, cuando se fue a Nuevo Laredo, Tamaulipas, para convertirse en los “Tecolotes de los Dos Laredos”.

El siglo pasado el estado tuvo tres equipos: “Petroleros de Poza Rica” (tierra del Pulpo Remes), “Cafeteros de Córdoba”, de Chara Mansur; hasta la fecha el cordobés más apasionado del beisbol y quien en 1974 trajo al jugador más grande que ha jugado en la liga: “Rico Carty”, un atleta de más de 90 kilos y casi dos metros de estatura, champion bat con los Bravos de Atlanta en 1970, con 101 carreras impulsadas, 25 jonrones y un promedio de bateo de .366, el más alto después de Ted Williams, con .388, en 1957. El tercer equipo es el glorioso “Águila de Veracruz”.

Para que esto fuera posible era necesario rescatar el inmueble de Leyes de Reforma, que adolecía de muchos deterioros: falta de equipamiento en alumbrado, pizarra electrónica, baños, vestidores, abandonado el campo de juego, goteras, drenaje deficiente.

Una vez que hubo empresarios interesados en este proyecto, el gobernador dio su apoyo para transformar el inmueble, dándole funcionalidad, adecuación a las condiciones de marketing que ahora se manejan en los estadios, que proporcionan a los fanáticos del beisbol opciones de ocio, variedad de comidas, tienda de suvenires con dinámica diferenciada de comercialización, dándole valor a la marca, e incluida una zona VIP.

Los inversionistas están representados por Bernardo Pasquel Méndez, empresario de medicamentos (intercontinental de medicamentos Intermed), sobrino-nieto de otro grande del beisbol, don Jorge Pasquel Casanueva, fundador de los Azules de Veracruz, que jugaron en el DF, y sus hermanos Bernardo, Gerardo y Alfonso (cuates) y Mario.

Bernardo traía ganas de tener una novena de beisbol, por lo que me preguntó: ¿quién en estos tiempos de pandemia pone un negocio de este tipo? La respuesta fue inmediata: un apasionado de la pelota caliente, El Águila de los 20 seguramente será un equipo ganador; ¡ojalá no me equivoque!

Y no crea que el asunto está fácil, la temporada se estima en cuarenta millones de pesos, incluye cubrir un rol de juegos de 66, gastos de viaje a 8 plazas, viáticos, boletos de avión, autobús y la nómina de un roster de peloteros y cuerpo técnico.

El roster anunciado es de 29 jugadores y el cuerpo de manejadores de 15; seguramente los ajustarán en la medida que se desarrolle la temporada, pero jugarán en la liga peloteros de calidad como Bartolo Colón, Adrián Gonzales “El Titán”, Yasiel Puig, Fernando Salas, Addison Russell,

Roberto Osuna, Cristian Villanueva, Fernando Rodney, Oliver Pérez y el novato sensación del Águila: Héctor Mora de Medellín.

El rol es de 66 juegos, iniciando en la Ciudad de México con los Diablos Rojos, el 21 de mayo, y concluyendo el 5 de agosto, cuando visite los Tigres de Quinta Roo.

Se visitan las plazas de Pericos de Puebla, Guerreros de Oaxaca, Leones de Yucatán, Olmecas de Tabasco, Piratas de Campeche y Bravos de León. Ya están disponibles los abonos y los boletos los han puesto a la venta.

Suerte a los hermanos Pasquel Méndez, al Gobierno del Estado y a toda la gran fanaticada que vivimos en este hermoso estado.

Lamento no poder asistir al juego inagural –hoy– en compañía de un Salón de la Fama como Domigo Setién Fernández, dado las causas de fuerza mayor que lo aquejan, pero como él dice: play ball, que inicie la “pelota caliente”.