El tener poder y capacidad mineral, agrícola, industrial, el contar con un desarrollo ascendente, está reservado a las muy grandes naciones que saben ser unitarias; la capacidad militar por sí sola no es una garantía de desarrollo; un estado moderno debe poseer desarrollo y equilibrio en su internalidad.
México forma parte de América del norte por razones geográficas, a esto se le añade lo político del tema, hecho por el cual tenemos una economía mixta, donde el Estado y la iniciativa privada deben conjugar sus metas, acuerdos, normativas de producción, relaciones obrero-patronales, políticas razonables, todo ello dentro de un marco legal que ni otorgue todo en conjunto a lo privado, pero que tampoco deje sin nada al gobierno federal, a los estados de la República, y por supuesto a toda la ciudadanía en sus diversas actividades y requerimientos. La construcción de escuelas, hospitales, clínicas, la distribución de medicamentos al sector salud y privado, la seguridad pública interna, la manutención de las muy variadas instituciones de la nación, vienen a conformar un nacionalismo integral, íntegro, e integrador del desarrollo de base de toda nuestra nación mexicana.
Es de ignorantes el alegrarse de que a Donald Trump lo hayan tiroteado, y claro que tal atentado no se trató de un mero televiteatro, ahí falleció una persona la cual sacaron inmediatamente; si a Trump le hubieran atinado estaríamos en un desastre mundial, las repercusiones hubieran sido funestas, especialmente en lo económico; es el momento en que o ya renunció a su candidatura Joe Biden, o lo están empujando para que deje libre el paso a otro candidato del partido demócrata.
EU requiere mejores líderes, políticos que se entiendan con los países más involucrados, toda la zona de Europa, China, India, Rusia, Ucrania, Japón, Latinoamérica, y los países olvidados del continente africano. Trump afirma que cada vez que llega el presidente de Ucrania a EU se lleva unos 65 mil millones de dólares, y que aun así llegando a su patria, desde allá pide otra cantidad similar; así es el súper negocio de las armas de última generación pero aun convencionales, se deja ver como oro puro para los productores de las mismas, y el ciudadano común yanqui se ve desfavorecido en sus aspiraciones de mejoramiento; es un juego de nunca parar, aunque ya sabemos que la conformación del capitalismo global va apuntando directamente a Asia, y que los países satélite no son más que comparsas de un juego perverso por adueñarse de los recursos más valiosos en diversas partes de la geografía terrestre.
EU ha perdido fuerza por dejar la producción en manos de China, Vietnam, Corea del norte y sur, India, Brasil, y varios otros países pequeños en que su gente sí desea las fuentes de trabajo, ofreciendo calidad, buenos materiales en sus productos, excelentes maquilas, pero que tienen un detalle muy propio de las dictaduras verticalistas: no se aceptan los sindicatos de ningún tipo, y bajo ninguna circunstancia.
México tiene sindicatos de todo tipo, y aún con ello no se pierde el equilibrio en las relaciones de tesitura obrero-patronal; ello no quiere decir que todo sea miel sobre hojuelas, hay diferencias, inconformidades, cuestiones pendientes tanto en lo general, como en algunos casos particulares de trabajadores atropellados, ya sea por el patrón o por su propio sindicato disfrazado de un ente de solidaridad y protección laboral a los miembros del ramo que se trate.
Las relaciones internas del poder en México, giran en torno de múltiples factores, aquí la gobernabilidad del Estado de derecho debe ser renovada, en democracia sindical, en apertura al diálogo, en justicia a los que más la necesitan; a mí no me importa que un gánster sindical viva como príncipe, si es que así lo toleran sus agremiados, pero luego no se quejen de omisiones, incumplimientos, tranzas, burocratismo, o colusión entre sindicatos y algunos funcionarios meramente funestos y de paso.