/ lunes 4 de marzo de 2024

Sumario político

Tiraron las nominaciones de Rafael Hernández Villalpando y de Tania Cruz, y ahora bajaron a la segunda fórmula al Senado a Manuel Huerta. ¿Qué sigue con las candidaturas de Morena?

Lo que siga con las candidaturas y el curso que tomarán la mayoría de las campañas morenistas en Veracruz lo sabe y lo decide prácticamente al 100% Rocío Nahle.

Quien se le oponga corre el riesgo de ser desbarrancado, es decir, perder la nominación en los casos de los registrados a las diputaciones federales o no aparecer en la lista de candidatos a la Legislatura del Estado.

El gobernador Cuitláhuac ya vio que su tiempo terminó ante una candidata que trae la escuela de no compartir el poder. La gente de Morena lo sabe y mejor consulta y responde a los intereses de la ex secretaria de Energía.

Si no lo hacen ya saben lo que les puede pasar y tienen como ejemplo al expoderoso exsecretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros, a quien la candidata impidió que regresara a la Secretaría, lo borró y le falta sacarlo de Veracruz y quién sabe qué más.

El único en Morena que le hacía cierto contrapeso a Nahle es el exdelegado de Bienestar, Manuel Huerta. Logró lo que ni el Gobernador, o sea, que varios de su grupo fueran nominados a las diputaciones federales.

Se mueve de manera independiente, decide cómo hacer su campaña (la rameada en Catemaco ya no pudo contrarrestar las malas vibras) y es escuchado a nivel central por altos mandos morenistas, pero eso tuvo consecuencias.

El fin de semana recibió el primer aviso, al ver que ya no encabeza la fórmula de candidatos al Senado y que esa posición le corresponde a Claudia Tello, casualmente amiga de Nahle.

Oficialmente podrán señalar que el enroque obedeció a cuadrar la equidad de género, pero con el movimiento obligan al exdelegado de Bienestar a trabajar más para lograr un triunfo claro y su pase al Senado, le dicen que no confían en él y se lanza un mensaje para otros que pretendan despegarse de la línea marcada por la exsecretaria de Estado.

La verdad es que los de Morena tienen a una candidata muy fuerte internamente. Si no la escuchan, si no atienden sus órdenes, si no se le cuadran totalmente hay consecuencias.

Así que todo el mundo en Morena a marchar derechito, a seguir las instrucciones y a no errar sobre quién manda en estos tiempos.

Así las cosas, a estas alturas, cuando aún es necesario ganar las elecciones, varios que saben que, por distintos motivos, se la deben a su candidata o tienen reportes negativos ante ella, andan nerviosos porque tendrán un panorama incierto a partir de diciembre si Nahle logra el triunfo.

Si a Patrocinio se la sentenció -contaron encumbrados morenistas locales- que de su cuenta corre que no se le vuelva a ver en Veracruz, ¿qué les espera a otros que no son ni la sombra de lo que fue el principal operador de Cuitláhuac García?