/ jueves 14 de octubre de 2021

Tropieza 4T con Dos Bocas

Un conflicto laboral donde se involucra a cerca de 5 mil trabajadores, que luchan por obtener mejores condiciones contractuales y la seguridad de promoción y permanencia en el trabajo, no se puede minimizar, sobre todo en tiempos de la pandemia del Covid 19, que ha generado una quiebra económica nacional, acompañada del desempleo y la demanda de cobertura en materia de salud pública.

De ahí que la declaración del presidente Andrés Manuel López Obrador, durante la conferencia mañanera de ayer, reduce el conflicto en la refinería de dos bocas, a un conflicto entre sindicatos que pelean por la titularidad de un contrato con la empresa ICA Fluor, en donde debió prevalecer la prudencia y el apego a las disposiciones constitucionales aplicables al caso, con ánimo conciliatorio y sin injerencia de partidos políticos o grupos de poder.

Para guardar equilibrio entre los representantes de la parte patronal, con los lideres sindicales que representan la fuerza de trabajo de quienes construyen el proyecto “Estrella” del presidente en su entidad natal, la autoridad laboral debe apersonarse de inmediato en el sitio del conflicto, para impedir que crezca y se distorsione por los intereses políticos y económicos inherentes a la explotación del petróleo, considerado El Oro negro como la principal fuente de riqueza y su explotación como área estratégica que influye en la política nacional.

Hace falta la presencia de la Secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde y de la Secretaria de Energía Rocío Nahle, para destrabar en una primera instancia, un conflicto que es de su competencia y en una segunda instancia impedir el juego de intereses que, al tiempo que llegaba a la mañanera, por impericia se suscitaron enfrentamientos entre los dos grupos de trabajadores y la guardia nacional, con las lamentables consecuencias de heridos y hospitalizados, que seguramente agravarán más el conflicto, exaltando los ánimos de quienes se duelen de cuestiones tan elementales como el pago de horas extras y equipos de seguridad y protección para su labor.

Un conflicto laboral donde se involucra a cerca de 5 mil trabajadores, que luchan por obtener mejores condiciones contractuales y la seguridad de promoción y permanencia en el trabajo, no se puede minimizar, sobre todo en tiempos de la pandemia del Covid 19, que ha generado una quiebra económica nacional, acompañada del desempleo y la demanda de cobertura en materia de salud pública.

De ahí que la declaración del presidente Andrés Manuel López Obrador, durante la conferencia mañanera de ayer, reduce el conflicto en la refinería de dos bocas, a un conflicto entre sindicatos que pelean por la titularidad de un contrato con la empresa ICA Fluor, en donde debió prevalecer la prudencia y el apego a las disposiciones constitucionales aplicables al caso, con ánimo conciliatorio y sin injerencia de partidos políticos o grupos de poder.

Para guardar equilibrio entre los representantes de la parte patronal, con los lideres sindicales que representan la fuerza de trabajo de quienes construyen el proyecto “Estrella” del presidente en su entidad natal, la autoridad laboral debe apersonarse de inmediato en el sitio del conflicto, para impedir que crezca y se distorsione por los intereses políticos y económicos inherentes a la explotación del petróleo, considerado El Oro negro como la principal fuente de riqueza y su explotación como área estratégica que influye en la política nacional.

Hace falta la presencia de la Secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde y de la Secretaria de Energía Rocío Nahle, para destrabar en una primera instancia, un conflicto que es de su competencia y en una segunda instancia impedir el juego de intereses que, al tiempo que llegaba a la mañanera, por impericia se suscitaron enfrentamientos entre los dos grupos de trabajadores y la guardia nacional, con las lamentables consecuencias de heridos y hospitalizados, que seguramente agravarán más el conflicto, exaltando los ánimos de quienes se duelen de cuestiones tan elementales como el pago de horas extras y equipos de seguridad y protección para su labor.