/ miércoles 3 de febrero de 2021

Un gobierno asintomático ante un país en crisis

Ha pasado más de una semana desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que había dado positivo a Covid-19 y a la fecha se desconoce de manera oficial su estado de salud, y no es que se le desee nada malo, todo lo contrario, todos esperamos que se recupere pronto y dé la cara al país.

Que sea pronta su recuperación, claro, atendido por excelentes médicos, y por supuesto que no le falten los medicamentos necesarios durante su “confinamiento”, y así, completamente sano dé la cara a un país que cada día parece asintomático, inmune y protegido ante las pandemias que pasamos los mexicanos, y no solo me refiero al Covid-19.

Al contrario de él, más de un millón 857 mil 230 personas se han contagiado de coronavirus en México y la mayoría tiene una historia lamentable por no recibir la atención inmediata, adecuada y oportuna, además de la falta de medicamentos y el “peregrinar” en los diversos hospitales en busca de una cama.

Estamos ante un gobierno que se sabe enfermo, pero presume que no. Cada día en cada mañanera vemos grandes mentiras y mucha carencia en verdaderos argumentos, entre ellos el desmantelamiento en el sector salud a cambio del Insabi, con menos presupuesto, y todavía nos dice el Presidente desde su cuarentena en Palacio Nacional que “tiene esperanza que resistamos”.

Yo también tengo la misma esperanza, que el pueblo resista, resista a que se acabe esta pandemia del “morenavirus”, que está acabando con más vidas que el coronavirus, que ya tiene en sus estadísticas a más de 150 mil mexicanos que perdieron la vida, que pudo evitarse y que aún no quieren reconocer.

La gente cercana del Presidente dice que él está bien, “que casi no tuvo síntomas”, “que es casi asintomático”, “que tiene buen ánimo” y “que mejora rápidamente”. Qué bueno por él y por su familia, ojalá eso lo haga reflexionar y que vea que esta enfermedad terminó por colapsar el sistema de salud del país.

Que su falta de estrategia ha dejado a más de 20 millones de mexicanos sin empleo y esto ocasionó una crisis económica donde más de 55 millones de mexicanos no tienen para comer. Y no es por ser fatalistas, pero el país ahora ocupa el tercer lugar con más personas fallecidas por este virus letal.

Esta pandemia no solo mostró que no tenemos el sistema de salud de primer mundo que AMLO había prometido, ni crecimiento del PIB, todo lo contrario, en 2020 sufrió una caída del 8.5 por ciento, ya ni hablar de “acabar” con la corrupción y la impunidad, porque como siempre, para el Presidente todo es culpa del pasado.

*Senador por Veracruz del PAN

Ha pasado más de una semana desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que había dado positivo a Covid-19 y a la fecha se desconoce de manera oficial su estado de salud, y no es que se le desee nada malo, todo lo contrario, todos esperamos que se recupere pronto y dé la cara al país.

Que sea pronta su recuperación, claro, atendido por excelentes médicos, y por supuesto que no le falten los medicamentos necesarios durante su “confinamiento”, y así, completamente sano dé la cara a un país que cada día parece asintomático, inmune y protegido ante las pandemias que pasamos los mexicanos, y no solo me refiero al Covid-19.

Al contrario de él, más de un millón 857 mil 230 personas se han contagiado de coronavirus en México y la mayoría tiene una historia lamentable por no recibir la atención inmediata, adecuada y oportuna, además de la falta de medicamentos y el “peregrinar” en los diversos hospitales en busca de una cama.

Estamos ante un gobierno que se sabe enfermo, pero presume que no. Cada día en cada mañanera vemos grandes mentiras y mucha carencia en verdaderos argumentos, entre ellos el desmantelamiento en el sector salud a cambio del Insabi, con menos presupuesto, y todavía nos dice el Presidente desde su cuarentena en Palacio Nacional que “tiene esperanza que resistamos”.

Yo también tengo la misma esperanza, que el pueblo resista, resista a que se acabe esta pandemia del “morenavirus”, que está acabando con más vidas que el coronavirus, que ya tiene en sus estadísticas a más de 150 mil mexicanos que perdieron la vida, que pudo evitarse y que aún no quieren reconocer.

La gente cercana del Presidente dice que él está bien, “que casi no tuvo síntomas”, “que es casi asintomático”, “que tiene buen ánimo” y “que mejora rápidamente”. Qué bueno por él y por su familia, ojalá eso lo haga reflexionar y que vea que esta enfermedad terminó por colapsar el sistema de salud del país.

Que su falta de estrategia ha dejado a más de 20 millones de mexicanos sin empleo y esto ocasionó una crisis económica donde más de 55 millones de mexicanos no tienen para comer. Y no es por ser fatalistas, pero el país ahora ocupa el tercer lugar con más personas fallecidas por este virus letal.

Esta pandemia no solo mostró que no tenemos el sistema de salud de primer mundo que AMLO había prometido, ni crecimiento del PIB, todo lo contrario, en 2020 sufrió una caída del 8.5 por ciento, ya ni hablar de “acabar” con la corrupción y la impunidad, porque como siempre, para el Presidente todo es culpa del pasado.

*Senador por Veracruz del PAN