/ viernes 30 de octubre de 2020

Xalapa: semihuérfana

Pasan muchas cosas graves en esta entrañable ciudad-municipio que ameritan comentarios y acciones ciudadanas, sin dejar de apelar a las responsabilidades oficiales.

Se agravia de manera tan obvia y sistemática a la población que pareciera que estamos huérfanos de representantes populares y autoridades en general. La clase política en general, cuya porción abrumadoramente mayoritaria es del partido Morena, vive en su burbuja, a espaldas de la gente, sin tomar nota y ejercer actos sobre la problemática social. El Presidente municipal se lanza a la precampaña de su partido reactivando sus apariciones públicas e iniciando informes de labores por zonas, mientras el Cabildo es omiso respecto a los problemas concretos de la ciudadanía. Esos informes, innecesarios e insustanciales, riñen con la Lógica en tiempos de Covid-19. Lamento que un académico como el Doctor Hipólito, caiga en prácticas anacrónicas, de la vieja política y quede igual que políticos vetustos. Excepto el senador Ahued, que toma posición con la gente aun fuera de la línea partidaria, los legisladores y las legisladoras de Xalapa, locales y federales, brillan por su ausencia y están lejos de sus representados. Cuando mucho aparecen por ahí para apoyar al Poder Ejecutivo y opinar sobre los asuntos de su partido; son idénticos a la vieja clase política. Lo obvio es que no se cuenta con su respaldo para resolver problemas populares. Pasa lo mismo con instituciones como la Comisión de Derechos Humanos y otras, cuya labor es prácticamente inexistente. Estamos casi solos, como antes, como siempre.

Se han muerto dos personas este año en los separos del cuartel de la policía estatal sin investigación pública y justicia a las víctimas. Es un hecho gravísimo que cuestiona la gobernabilidad en nuestra ciudad, que nos pone ante una realidad de profunda ilegalidad y peligros para los ciudadanos. Son los familiares y amigos de los muertos quienes se han movilizado para protestar, con amplia difusión mediática, sin acompañamiento de instituciones y organismos civiles. Es un retroceso en materia de seguridad y del nivel de la policía en Xalapa. No lo debemos permitir. La tarea sigue siendo contar con una policía profesional y respetuosa de los derechos humanos. Es una vergüenza, e indigna, que ocurran ese tipo de hechos entre nosotros. A la culta ciudad de las flores se le mancha con estos actos de primitivismo.

Otro atropello insultante para la ciudadanía xalapeña lo representan las grúas particulares y de la Dirección de Tránsito del Estado, que se dedican a levantar automóviles y recolectar recursos para negocios privados y públicos. Llevarse un vehículo es una medida extrema que se justificaría si obstruyen accesos a hospitales, centrales de bomberos, Cruz Roja, etc.. Pero no es así. Colocaron letreros de prohibición de estacionamiento en lugares donde no se justifica tal medida para darse gusto infraccionando a confiados automovilistas. Es una agresión al ciudadano. No se le ayuda, se le ve como fuente de recursos económicos. Y está solo, sin oficina, teléfono o funcionario disponible para apoyarlo.

El Covid-19 nos ha traído crisis de salud y económica, con contagios, muertes, cierre de comercios y desempleo sin que haya políticas y programas fuertes de parte del Ayuntamiento y el Gobierno del Estado. En esta terrible realidad igualmente los ciudadanos estamos prácticamente solos. El colmo es que la representación popular, siendo ausente en esta problemática social, todavía se aprovecha de recursos públicos para hacer clientelismo preelectoral.

Toda esta problemática xalapeña, sostenida por autoridades ajenas a la historia de nuestra ciudad, cuestiona nuestra vocación democrática y la cualidad destacada de ser una población con capital socialmente positivo. Habrá que salir del marasmo de lo políticamente correcto, los cambios fallidos, la apatía, ocio de la clase política, lo indigno, representantes que no representan y del partidismo real o falso; y reafirmar lo local y al ciudadano. Más Xalapa, donde podamos vivir seguros y en pleno ejercicio de derechos.

Recadito: la "patria" salió de las estampitas y vino a Xalapa para alumbrar a la demagogia precoz.

mail: ufa.1959@gmail.com

Pasan muchas cosas graves en esta entrañable ciudad-municipio que ameritan comentarios y acciones ciudadanas, sin dejar de apelar a las responsabilidades oficiales.

Se agravia de manera tan obvia y sistemática a la población que pareciera que estamos huérfanos de representantes populares y autoridades en general. La clase política en general, cuya porción abrumadoramente mayoritaria es del partido Morena, vive en su burbuja, a espaldas de la gente, sin tomar nota y ejercer actos sobre la problemática social. El Presidente municipal se lanza a la precampaña de su partido reactivando sus apariciones públicas e iniciando informes de labores por zonas, mientras el Cabildo es omiso respecto a los problemas concretos de la ciudadanía. Esos informes, innecesarios e insustanciales, riñen con la Lógica en tiempos de Covid-19. Lamento que un académico como el Doctor Hipólito, caiga en prácticas anacrónicas, de la vieja política y quede igual que políticos vetustos. Excepto el senador Ahued, que toma posición con la gente aun fuera de la línea partidaria, los legisladores y las legisladoras de Xalapa, locales y federales, brillan por su ausencia y están lejos de sus representados. Cuando mucho aparecen por ahí para apoyar al Poder Ejecutivo y opinar sobre los asuntos de su partido; son idénticos a la vieja clase política. Lo obvio es que no se cuenta con su respaldo para resolver problemas populares. Pasa lo mismo con instituciones como la Comisión de Derechos Humanos y otras, cuya labor es prácticamente inexistente. Estamos casi solos, como antes, como siempre.

Se han muerto dos personas este año en los separos del cuartel de la policía estatal sin investigación pública y justicia a las víctimas. Es un hecho gravísimo que cuestiona la gobernabilidad en nuestra ciudad, que nos pone ante una realidad de profunda ilegalidad y peligros para los ciudadanos. Son los familiares y amigos de los muertos quienes se han movilizado para protestar, con amplia difusión mediática, sin acompañamiento de instituciones y organismos civiles. Es un retroceso en materia de seguridad y del nivel de la policía en Xalapa. No lo debemos permitir. La tarea sigue siendo contar con una policía profesional y respetuosa de los derechos humanos. Es una vergüenza, e indigna, que ocurran ese tipo de hechos entre nosotros. A la culta ciudad de las flores se le mancha con estos actos de primitivismo.

Otro atropello insultante para la ciudadanía xalapeña lo representan las grúas particulares y de la Dirección de Tránsito del Estado, que se dedican a levantar automóviles y recolectar recursos para negocios privados y públicos. Llevarse un vehículo es una medida extrema que se justificaría si obstruyen accesos a hospitales, centrales de bomberos, Cruz Roja, etc.. Pero no es así. Colocaron letreros de prohibición de estacionamiento en lugares donde no se justifica tal medida para darse gusto infraccionando a confiados automovilistas. Es una agresión al ciudadano. No se le ayuda, se le ve como fuente de recursos económicos. Y está solo, sin oficina, teléfono o funcionario disponible para apoyarlo.

El Covid-19 nos ha traído crisis de salud y económica, con contagios, muertes, cierre de comercios y desempleo sin que haya políticas y programas fuertes de parte del Ayuntamiento y el Gobierno del Estado. En esta terrible realidad igualmente los ciudadanos estamos prácticamente solos. El colmo es que la representación popular, siendo ausente en esta problemática social, todavía se aprovecha de recursos públicos para hacer clientelismo preelectoral.

Toda esta problemática xalapeña, sostenida por autoridades ajenas a la historia de nuestra ciudad, cuestiona nuestra vocación democrática y la cualidad destacada de ser una población con capital socialmente positivo. Habrá que salir del marasmo de lo políticamente correcto, los cambios fallidos, la apatía, ocio de la clase política, lo indigno, representantes que no representan y del partidismo real o falso; y reafirmar lo local y al ciudadano. Más Xalapa, donde podamos vivir seguros y en pleno ejercicio de derechos.

Recadito: la "patria" salió de las estampitas y vino a Xalapa para alumbrar a la demagogia precoz.

mail: ufa.1959@gmail.com