/ viernes 25 de septiembre de 2020

Xalapa y la ciclovía

Si bien la propuesta de la ciclovía en Xalapa es buena, cualquiera podría pensar que hay prioridades en las diferentes colonias de la ciudad...

La inversión de 14 millones de pesos para el proyecto genera un poco de ruido ante la infinidad de baches que existen, por ejemplo.

Pero también porque la población que habita en la periferia, en las colonias marginadas, desde hace tiempo demanda el apoyo de las autoridades municipales en materia de pavimentación de calles, banquetas, guarniciones, alumbrado y un largo etcétera.

El proyecto es bueno, decía, pero hay otras necesidades que atender; por ejemplo, existen zonas que se inundan cada vez que llueve. Hacen falta proyectos de infraestructura hidráulica que permitan absorber toda el agua para evitar que las calles y viviendas se inunden.

Uno de los casos más recientes es la repavimentación que se hizo en la calle Allende; ahora se inunda cuando llueve y ni siquiera los automóviles pueden pasar.

En algunas colonias los caminos son de lodo, no hay pasos peatonales y ni siquiera tienen agua potable.

El proyecto de la ciclovía que abarca desde la avenida Ruiz Cortines hasta la zona de Los Sauces es bien vista por un sector de la población, por quienes gustan de utilizar la bicicleta, pero no son todos los xalapeños, ni siquiera la mayoría.

Habría que preguntar a las miles de familias que viven en los extremos de la ciudad y que deben transportarse hasta en dos camiones para poder llegar a sus empleos si ese proyecto les ayuda o les beneficia.

Hay que tomar en cuenta que una bicicleta no es barata y si un padre de familia apenas tiene los ingresos mínimos para llevar alimento a casa y pagar los servicios esenciales como energía eléctrica, agua y gas, difícilmente podrá adquirir una.

A los sectores de la población xalapeña que se encuentran en la pobreza y en pobreza extrema de nada les sirve, buscan poder sobrevivir cada día.

Ahora con la pandemia generada por el coronavirus, estos sectores esperaban el respaldo del presidente municipal Hipólito Rodríguez Herrero y poco o nada recibieron. Las manifestaciones son el mejor ejemplo de la decepción, el desencanto y la inconformidad ciudadana ante un alcalde que se encuentra rebasado.

Antes de usar una bicicleta, ese sector de la población espera volver a trabajar para poder comer y mantener a sus hijos. Han transcurrido seis meses desde el inicio del Covid-19 y las autoridades han aplicado medidas que en nada han beneficiado a los sectores productivos.

Queda claro que en otros países se ha dado importancia al peatón y al uso de otro medio de transporte que no contamine como la bicicleta, pero también queda claro que se trata de un tema de educación, de un cambio de conciencia y México está muy lejos de lograrlo.

Si bien la propuesta de la ciclovía en Xalapa es buena, cualquiera podría pensar que hay prioridades en las diferentes colonias de la ciudad...

La inversión de 14 millones de pesos para el proyecto genera un poco de ruido ante la infinidad de baches que existen, por ejemplo.

Pero también porque la población que habita en la periferia, en las colonias marginadas, desde hace tiempo demanda el apoyo de las autoridades municipales en materia de pavimentación de calles, banquetas, guarniciones, alumbrado y un largo etcétera.

El proyecto es bueno, decía, pero hay otras necesidades que atender; por ejemplo, existen zonas que se inundan cada vez que llueve. Hacen falta proyectos de infraestructura hidráulica que permitan absorber toda el agua para evitar que las calles y viviendas se inunden.

Uno de los casos más recientes es la repavimentación que se hizo en la calle Allende; ahora se inunda cuando llueve y ni siquiera los automóviles pueden pasar.

En algunas colonias los caminos son de lodo, no hay pasos peatonales y ni siquiera tienen agua potable.

El proyecto de la ciclovía que abarca desde la avenida Ruiz Cortines hasta la zona de Los Sauces es bien vista por un sector de la población, por quienes gustan de utilizar la bicicleta, pero no son todos los xalapeños, ni siquiera la mayoría.

Habría que preguntar a las miles de familias que viven en los extremos de la ciudad y que deben transportarse hasta en dos camiones para poder llegar a sus empleos si ese proyecto les ayuda o les beneficia.

Hay que tomar en cuenta que una bicicleta no es barata y si un padre de familia apenas tiene los ingresos mínimos para llevar alimento a casa y pagar los servicios esenciales como energía eléctrica, agua y gas, difícilmente podrá adquirir una.

A los sectores de la población xalapeña que se encuentran en la pobreza y en pobreza extrema de nada les sirve, buscan poder sobrevivir cada día.

Ahora con la pandemia generada por el coronavirus, estos sectores esperaban el respaldo del presidente municipal Hipólito Rodríguez Herrero y poco o nada recibieron. Las manifestaciones son el mejor ejemplo de la decepción, el desencanto y la inconformidad ciudadana ante un alcalde que se encuentra rebasado.

Antes de usar una bicicleta, ese sector de la población espera volver a trabajar para poder comer y mantener a sus hijos. Han transcurrido seis meses desde el inicio del Covid-19 y las autoridades han aplicado medidas que en nada han beneficiado a los sectores productivos.

Queda claro que en otros países se ha dado importancia al peatón y al uso de otro medio de transporte que no contamine como la bicicleta, pero también queda claro que se trata de un tema de educación, de un cambio de conciencia y México está muy lejos de lograrlo.