/ sábado 11 de septiembre de 2021

Ve por qué una tortuga se puede convertir en un peligro

De acuerdo a las observaciones que realiza en su investigación, los perros y gatos sin dueño se han convertido en un problema para las especies silvestres

Uno de los regalos más comunes para un infante es una pequeña tortuga japonesa; es vistosa, inofensiva y parece de fácil cuidado.

Sin embargo, cuando pasan algunos meses, esa tortuguita crece o cuidarla se vuelve tedioso, así que termina siendo abandonada en algún cuerpo de agua de la ciudad. La tortuga japonesa es una de las cien especies más invasoras y dañinas del mundo, de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

Rafael Flores Peredo, investigador del Instituto de Investigaciones Forestales de la Universidad Veracruzana, indica que infortunadamente así pasa con muchas especies exóticas que las personas adquieren porque son vistosas o extrañas, sin tomar en consideración si podrán cuidar realmente de ellas; el problema es que muchos de estos animales exóticos se convierten en invasores y terminan matando a los animales silvestres de la zona donde los abandonan y modificando ese entorno natural.

El académico explica que en México las especies exóticas invasoras son la tercera causa de pérdida de biodiversidad. Xalapa se encuentra en semáforo naranja de alerta por especies endémicas en peligro por la invasión de animales exóticos.

Pero el problema no sólo viene de peces, aves, felinos o hasta lagartos que son abandonados en áreas naturales, Flores Pereda agrega que de acuerdo a las observaciones que realiza en su investigación, los perros y gatos sin dueño se han convertido en un problema para las especies silvestres. En Xalapa al menos 62 especies silvestres son cazadas por perros y gatos.

QUÉ PASA CON LAS ESPECIES EXÓTICAS

Flores Pereda señala que una especie exótica es aquella introducida intencional o accidentalmente en un hábitat y que se encuentra fuera de su área de distribución natural. El investigador agrega que algunas de estas especies por su rápida reproducción, adaptabilidad, colonización y distribución pueden convertirse en especies invasoras, al ser altamente adaptables, competitivas, oportunistas y sumamente prolíficas, es decir, tienen mucha descendencia.

Ejemplo de ello son algunas especies de peces que venden en los acuarios y al ser liberados después en lagos o ríos se reproducen rápidamente, acaparando alimento, espacio e incluso comiéndose a los peces nativos.

A nivel mundial hay cerca de 16 mil a 45 mil especies exóticas o consideradas invasoras; en México, de acuerdo con la Comisión Nacional de Biodiversidad (Conabi) hay mil 100 especies exóticas y de ellas 348 son consideradas invasoras.

Flores Pereda indica que estos datos son preocupantes porque tan solo en la zona neotropical del país, donde se ubica Veracruz, hay cerca de 10 mil especies de anfibios, reptiles, aves y mamíferos, de las cuales 2 mil 304 especies son endémicas de esta zona, las cuales están conviviendo con especies invasoras que las ponen en riesgo de desaparecer. Recordemos que una especie endémica quiere decir que es única y solo vive en ese lugar, por lo que no es posible encontrarla en otra parte del país o planeta.

POTENCIAL DISEMINADOR DE ENFERMEDADES

Las especies exóticas invasoras pueden estar enfermas de parásitos, bacterias, virus, protozoarios, hongos, etcétera, y lo llevan a los ambientes de donde no son nativas, infectando a las especies silvestres.

El académico indica que además estas enfermedades suelen ser altamente diseminables, es decir, se expanden muy rápido, y regularmente es por contacto, por ingestión, por inhalación, entre otras formas de contagio. Las especies invasoras al tener una amplia distribución son potencialmente diseminadoras de enfermedades en los entornos silvestres, pero el ser humano, al cada vez más intervenir más las áreas verdes, también se pone en riesgo de estar en contacto con estas enfermedades.

En el caso de las especies silvestres y nativas, nos explica que éstas no tienen las defensas para sobreponerse a una enfermedad de una invasora, por lo que pueden morir e incluso extinguirse masivamente.

Pero, ¿qué pasa si se extingue una especie?, además de su pérdida, el investigador recuerda que en la naturaleza todos los animales juegan un papel importante para la conservación de todo el hábitat; así, las aves y mamíferos son grandes dispersores de semillas, por lo que perder una especie significa también perder flores, plantas y frutos, lo cual tiene un impacto negativo para todos los seres vivos, incluyendo al ser humano.

PERROS Y GATOS, UN SERIO PROBLEMA

En áreas verdes urbanas, sobre todo en los parques como El Haya, el Natura, entre otros, un problema que comienza a ser recurrente y que alarma a los investigadores es la presencia creciente de jaurías. Perros que fueron abandonados por sus dueños terminan agrupándose y llegando a zonas donde puedan sobrevivir, lo que va en detrimento de las especies silvestres.

Te puede interesar: Estamos perdiendo nuestros árboles y plantas nativos

El doctor Rafael Flores indica que en el Laboratorio de Ecología del Instituto de Investigaciones Forestales de la UV se han dado a la tarea, desde 2015, de incursionar mediante investigación científica en el efecto que tienen animales exóticos y ferales sobre el comportamiento, ecología, interacciones y dinámica de fauna silvestre que habita áreas verdes urbanas y cuerpos de agua urbanos en la ciudad de Xalapa.

Uno de los resultados que han obtenido es que la presencia de orina de perros en las áreas verdes impacta en la alimentación de los animales silvestres, pues al percatarse de la orina del perro lo identifican como un probable depredador y entonces no se alimentan, lo que puede originar destrucción e inclusión que mueran de inanición.

Otro aspecto que han observado es que animales silvestres están enfermos e incluso mueren por virus o bacterias que son, por ejemplo, propio de los perros.

Indica que es necesario contar con reglas de bioseguridad, pues “a la gente se le hace muy fácil meter a su perro al parque y no levanta sus heces, pero si no es un dueño responsable y no le lleva un control con un veterinario, a través de esas heces puede estar contaminando de alguna enfermedad a animales silvestres".


El biólogo llama a las personas a ser responsables a la hora de adquirir una mascota, no abandonarlos, no dejarlos salir sin supervisión en áreas verdes y mantener un control veterinario de ellos.

Uno de los regalos más comunes para un infante es una pequeña tortuga japonesa; es vistosa, inofensiva y parece de fácil cuidado.

Sin embargo, cuando pasan algunos meses, esa tortuguita crece o cuidarla se vuelve tedioso, así que termina siendo abandonada en algún cuerpo de agua de la ciudad. La tortuga japonesa es una de las cien especies más invasoras y dañinas del mundo, de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

Rafael Flores Peredo, investigador del Instituto de Investigaciones Forestales de la Universidad Veracruzana, indica que infortunadamente así pasa con muchas especies exóticas que las personas adquieren porque son vistosas o extrañas, sin tomar en consideración si podrán cuidar realmente de ellas; el problema es que muchos de estos animales exóticos se convierten en invasores y terminan matando a los animales silvestres de la zona donde los abandonan y modificando ese entorno natural.

El académico explica que en México las especies exóticas invasoras son la tercera causa de pérdida de biodiversidad. Xalapa se encuentra en semáforo naranja de alerta por especies endémicas en peligro por la invasión de animales exóticos.

Pero el problema no sólo viene de peces, aves, felinos o hasta lagartos que son abandonados en áreas naturales, Flores Pereda agrega que de acuerdo a las observaciones que realiza en su investigación, los perros y gatos sin dueño se han convertido en un problema para las especies silvestres. En Xalapa al menos 62 especies silvestres son cazadas por perros y gatos.

QUÉ PASA CON LAS ESPECIES EXÓTICAS

Flores Pereda señala que una especie exótica es aquella introducida intencional o accidentalmente en un hábitat y que se encuentra fuera de su área de distribución natural. El investigador agrega que algunas de estas especies por su rápida reproducción, adaptabilidad, colonización y distribución pueden convertirse en especies invasoras, al ser altamente adaptables, competitivas, oportunistas y sumamente prolíficas, es decir, tienen mucha descendencia.

Ejemplo de ello son algunas especies de peces que venden en los acuarios y al ser liberados después en lagos o ríos se reproducen rápidamente, acaparando alimento, espacio e incluso comiéndose a los peces nativos.

A nivel mundial hay cerca de 16 mil a 45 mil especies exóticas o consideradas invasoras; en México, de acuerdo con la Comisión Nacional de Biodiversidad (Conabi) hay mil 100 especies exóticas y de ellas 348 son consideradas invasoras.

Flores Pereda indica que estos datos son preocupantes porque tan solo en la zona neotropical del país, donde se ubica Veracruz, hay cerca de 10 mil especies de anfibios, reptiles, aves y mamíferos, de las cuales 2 mil 304 especies son endémicas de esta zona, las cuales están conviviendo con especies invasoras que las ponen en riesgo de desaparecer. Recordemos que una especie endémica quiere decir que es única y solo vive en ese lugar, por lo que no es posible encontrarla en otra parte del país o planeta.

POTENCIAL DISEMINADOR DE ENFERMEDADES

Las especies exóticas invasoras pueden estar enfermas de parásitos, bacterias, virus, protozoarios, hongos, etcétera, y lo llevan a los ambientes de donde no son nativas, infectando a las especies silvestres.

El académico indica que además estas enfermedades suelen ser altamente diseminables, es decir, se expanden muy rápido, y regularmente es por contacto, por ingestión, por inhalación, entre otras formas de contagio. Las especies invasoras al tener una amplia distribución son potencialmente diseminadoras de enfermedades en los entornos silvestres, pero el ser humano, al cada vez más intervenir más las áreas verdes, también se pone en riesgo de estar en contacto con estas enfermedades.

En el caso de las especies silvestres y nativas, nos explica que éstas no tienen las defensas para sobreponerse a una enfermedad de una invasora, por lo que pueden morir e incluso extinguirse masivamente.

Pero, ¿qué pasa si se extingue una especie?, además de su pérdida, el investigador recuerda que en la naturaleza todos los animales juegan un papel importante para la conservación de todo el hábitat; así, las aves y mamíferos son grandes dispersores de semillas, por lo que perder una especie significa también perder flores, plantas y frutos, lo cual tiene un impacto negativo para todos los seres vivos, incluyendo al ser humano.

PERROS Y GATOS, UN SERIO PROBLEMA

En áreas verdes urbanas, sobre todo en los parques como El Haya, el Natura, entre otros, un problema que comienza a ser recurrente y que alarma a los investigadores es la presencia creciente de jaurías. Perros que fueron abandonados por sus dueños terminan agrupándose y llegando a zonas donde puedan sobrevivir, lo que va en detrimento de las especies silvestres.

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El doctor Rafael Flores indica que en el Laboratorio de Ecología del Instituto de Investigaciones Forestales de la UV se han dado a la tarea, desde 2015, de incursionar mediante investigación científica en el efecto que tienen animales exóticos y ferales sobre el comportamiento, ecología, interacciones y dinámica de fauna silvestre que habita áreas verdes urbanas y cuerpos de agua urbanos en la ciudad de Xalapa.

Uno de los resultados que han obtenido es que la presencia de orina de perros en las áreas verdes impacta en la alimentación de los animales silvestres, pues al percatarse de la orina del perro lo identifican como un probable depredador y entonces no se alimentan, lo que puede originar destrucción e inclusión que mueran de inanición.

Otro aspecto que han observado es que animales silvestres están enfermos e incluso mueren por virus o bacterias que son, por ejemplo, propio de los perros.

Indica que es necesario contar con reglas de bioseguridad, pues “a la gente se le hace muy fácil meter a su perro al parque y no levanta sus heces, pero si no es un dueño responsable y no le lleva un control con un veterinario, a través de esas heces puede estar contaminando de alguna enfermedad a animales silvestres".


El biólogo llama a las personas a ser responsables a la hora de adquirir una mascota, no abandonarlos, no dejarlos salir sin supervisión en áreas verdes y mantener un control veterinario de ellos.

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