Córdoba, Ver.- Rafael Chocolat Castro es perito médico forense en la Procuraduría Federal de Justicia y acreditado por el Consejo de la Judicatura Federal, desde hace 25 años trabaja de cerca con la muerte, pero desde el ámbito científico.
Pese a los mitos que hay alrededor de esta profesión, señala que no tiene temor de trabajar con un cuerpo sin vida, aunque aclara que desde que inició en la profesión tapa los ojos de los cadáveres pues siente como si lo estuvieran mirando.
Mencionó que quizá en el ámbito común hay otras historias donde los cadáveres se mueven, les hablan o hacen algún movimiento; sin embargo, en el caso de los peritos médicos forenses, solo les toca dictaminar y certificar la causa de muerte y la data que se ofrece al juzgador si es suicidio, homicidio, accidente.
"Lo que yo le ofrezca al juez es lo que va determinar, y mi trabajo es científico. El que está muerto, muerto está; su cuerpo pasa a otro estado ya inerte donde no hay vida", señala.
Mencionó que lo más complicado en su trabajo es la identificación forense, es decir, cuando hallan restos o partes de un cuerpo o solamente osamentas; indica que esto se ha incrementado de diez años a la fecha, con el tema de los desaparecidos.
Actualización es fundamental
Rafael Chocolat es muy conocido en la zona centro por su labor y trabajo en servicios periciales, considera que hay mucho morbo de las personas en torno a su profesión, e incluso entre risas menciona: "Mis amigos me dicen que soy el mejor médico de la región, no hay otro como yo, pero es porque ningún paciente de los que atiendo se queja, y es obvio, porque son muertos".
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El médico legista señala que estudió la Preparatoria en la ESBAO, continuó sus estudios en medicina en la Universidad Veracruzana; indica que tiene maestrías, un doctorado y varios diplomados en medicina forense.
"Siempre me vas a ver leyendo, actualizando mis estudios; es importante tener actualización, me gusta mucho lo que hago, sigo vigente en el Poder Judicial de la Federación y especializado en el protocolo de Estambul", agregó.
La medicina forense es su pasión y por ello también ha impartido clases en universidades particulares de Córdoba, enseñando a las nuevas generaciones.
¿Miedo a la muerte?
Rafael Chocolat, expuso que hay que tener miedo a la muerte, pero no a la imagen como tal, sino a la forma en que puedes morir, pues se puede presentar en cualquier momento.
"En mis 25 años de médico forense nunca vi nada anormal, algo que me dé miedo; quizá solo tapar los ojos de los cadáveres a los que les hacia necrocirugía, porque sentía que me miraban, pero dejé de hacerlo hace años, de ahí en fuera no me tocó nada más", enfatizó.