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En el año de su arranque, la construcción de la refinería de Dos Bocas tuvo varias irregularidades, tanto en el diseño del proyecto como en su ejecución y su inversión, detectó la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
De acuerdo con la tercera entrega de la Cuenta Pública 2019, el proyecto insignia inició su construcción sin tomar en cuenta los riesgos para el medio ambiente ni de inundaciones.
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En junio de ese año, el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) publicó un documento en el que advertía que por su ubicación geográfica, el proyecto estaba a merced de inundaciones por lluvia, huracanes o marejadas.
De acuerdo con la ASF, la “premura” con la que se iniciaron las obras a cargo de la Secretaría de Energía no dio pie a que se considerarán medidas de mitigación a la afectación ambiental en la zona.
El reporte señala que las proyecciones, tanto de gasto como de rentabilidad, no corresponden con la realidad, lo que tiene afectaciones en la obra.
“Existe el riesgo de que disminuyan los ingresos esperados, se requiera de un mayor monto de inversión y el proyecto no genere el valor económico ni la rentabilidad originalmente previstos”, indicó.
La ASF también detectó recursos faltantes por 75.6 millones de pesos, resultado de la duplicidad de pagos, retribuciones fuera de norma y diferencias entre contratos y los servicios obtenidos.
La auditoría detectó deficiencias en la gobernanza y control interno de la obra que amenazan con postergar su arranque.
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