En plena pandemia, Twin Peaks dio su primer paso fuera de Estados Unidos con la apertura de su primera franquicia en la Ciudad de México, como parte de un plan de expansión de la marca dentro y fuera de la Unión Americana.
El proyecto para la capital del país llevaba dos años en gestión y considera hasta tres nuevas franquicias, adicionales a la recién inaugurada en Insurgentes sur, frente al World Trade Center, explica Marco Torres, director ejecutivo de Twin Peaks en México, en entrevista con El Sol de México.
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El plan prevé para 2021 nuevas sucursales en la capital de México, y para 2022 llevarla a Guadalajara y Puerto Vallarta, en Jalisco; Monterrey, en Nuevo León; Cancún, en Quintana Roo y la capital de Querétaro. La estrategia total es llegar a 100 unidades en un plazo de hasta 18 meses con estas aperturas y las planeadas en varios estados de la Unión Americana.
Twin Peaks se fundó en 2005 en el suburbio de Lewisville en Dallas, y ahora cuenta con 78 ubicaciones en 24 estados de la Unión Americana. La inversión estimada para operar la franquicia es de entre dos y 2.5 millones de dólares. Para México, la derrama económica potencial es de 18 millones de dólares en dos años.
La razón detrás de la llegada de la marca a México está el gran potencial de consumo en el país, con sus más de 120 millones de habitantes.
El concepto es el de un restaurante con apariencia de cabaña en medio del bosque y lejos del smog, donde ofrecen a los asistentes comida hecha desde cero y "la cerveza más fría del mercado", en un ambiente que generan con todos los deportes del mundo en un mismo sitio, dice su información corporativa.
Marco Torres confía en que la marca se posicione arriba de cualquier otro sport bar, impulsada por una técnica para servir cerveza en extremo fría y que, asegura, es única. Este es uno de sus principales diferenciadores respecto a sus competidores más cercanos como Hooters, adicional a sus 24 líneas de cervezas.
