Agresividad casi terminó con sus vidas; así se salvaron

Mujeres cuentan en sus testimonios que en su tiempo llegaron a lastimar a sus familias

Guadalupe Castillo |  El Sol de Córdoba

  · viernes 28 de agosto de 2020

Foto: Jaime Ramírez | El Sol de Córdoba

Córdoba, Ver.- El encierro social que hoy se vive por la pandemia del Covid-19, el no conocerse como persona, no saber los límites a los que se puede llegar, la forma de pensar y de actuar de cada persona puede generar problemas de agresividad en quienes llegan a tener cuadros de ansiedad o depresión, llegando a lastimar a sus familiares, amigos, hijos y parejas; Mariana y Magaly nos cuentan sus experiencias en el tema de la agresión.

Estos dos testimonios de mujeres que en su tiempo llegaron a lastimar a sus familias, reciben actualmente terapia en Neuróticos Anónimos grupo “Buena Voluntad”, sin saber que ellas y sus familiares eran víctimas de una falta de canalizar las emociones o bien saber como controlarlas.

Foto: Jaime Ramírez | El Sol de Córdoba

En el caso de Mariana, la pandemia del Coronavirus le ha generado insomnio y ansiedad, le ha hecho tener pensamientos futuros de que pueda pasar si el virus se quedará por más tiempo en la zona, una de esas situaciones detonó en ella un cuadro de ansiedad, “me decían todo estaba bien, pero me sentía mal, el médico me dijo que con la ansiedad las arterias se cierra, me dio tranquilizantes, me dijeron que entrara a la terapia, entre y ahora no tomo los medicamentos, llegue a tomar ansiolíticos, antidepresivos, se que los médicos hacen su labor pero lo que tenía era algo emocional”.

Sin saberlo, esa situación le hizo darse cuenta que era una persona agresiva y pensando en su infancia está situación fue normalizada en ella ya que esto lo vivió con sus padres, “no he matado no he robado y no sabia que tenia hasta que entre al grupo supe que tenía agresión, cuando algo no me gustaba de mi pareja pues me le iba a los golpes, recordé y desde niña era yo así, era como los demás, aguantaba y aguantaba hasta que explotaba”.

Mariana dijo que los medicamentos que le recetan los doctores como antidepresivos y ansiolíticos no le funcionaban, narró que se llegaba a molestar con sus vecinos, amigos, familiares e incluso llegó a agredir a sus propios hijos.

“Fui madre golpeadora y ahora lo veo, el tiempo pasó y yo cambié y ahora me siento afortunada pues empecé a recuperar a mi familia, mis hijos varones ya tomaban y andaban juntándose con personas malas, hoy día enderezaron su camino, estoy bien con mi pareja la cual llegó a pensar en divorciarse de mi”.

Foto: Jaime Ramírez | El Sol de Córdoba

El grupo de Apoyo de Neuróticos Anónimos le ayudó a sentirse mejor, recibió la ayuda que necesitaba pues sus emociones estaban colapsadas, aprendió a hablar de ella y no solo de las cosas que pasaban a su alrededor, fue conociéndose mejor.

Otros testimonio de la agresividad fue narrado por Magaly, quien expresó que su vida fue difícil , tuvo malas relaciones entre ellas las laborales. Su familia se preocupaba al verla tan alterada y eso no le permitía a ellos poder apoyarla, “una de mis hermanas me decía que siempre estaba enojada, me chocaba que rozaran conmigo, que pasaron junto a mi, siempre de mal humor, nunca perdí la oportunidad de expresar mi agresividad y ver que esas relaciones las perdí, eran malas” dijo.

La relación con sus superiores laborales eran pésimas, pues en su mente ella debía de tener la razón en todo y que las cosas como las realizaba eran las correctas y los demás estaban equivocados, “me molestaba por el simple hecho de que alguien pasara junto de mi y me golpeara el hombro, la bolsa o se me quedara viendo”.

Foto: Jaime Ramírez | El Sol de Córdoba

Hace 7 años, Magaly entró al grupo de ayuda de Neuróticos Anónimos “Buena Voluntad”, donde ahora ve su pasado y se siente satisfecha de los avances que ha tenido, llegué a agredir a mis hermanas y el ver como mi mamá fue a dar al hospital por ver como me ponía y no era fácil controlarme, el doctor nos dijo esa vez que cual haya sido el motivo por el cual a mi mamá se le subió la presión otra acción de esas y ella no vivía, agredía fuertemente a mis hermanas y no me importaba”.

El grupo de Neuróticos Anónimos atienden diariamente una llamada de personas que se sienten “atrapadas” en sus emociones y por medio de terapias telefónicas han estado escuchando a esa persona y otras más que llegan a comunicarse a los teléfonos 71-2-80-42, 71-2-36-35 y 71-6-39-49.

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