Veracruz, Ver.- Con la llegada de la temporada de calor, profesionales de la salud llaman a tener cuidado con los golpes de calor y el manejo de alimentos.
Noé de la Cruz, coordinador del área médica de la Cruz Roja delegación Veracruz, advierte que con el aumento de las temperaturas suelen incrementarse las deshidrataciones, los golpes de calor, la insolación y las enfermedades diarreicas agudas y/o cólera, derivadas de hongos y bacterias que suelen desarrollarse con rapidez en los alimentos.
Aunque toda la población es susceptible a padecer alguna de estas enfermedades, el llamado es extremar precauciones sobre todo en adultos mayores y menores de cinco años, toda vez que la pérdida de líquidos y electrolitos en estos últimos sectores son más sensibles.
Durante esta temporada las consultas tienden a incrementarse en un 30 por ciento o hasta más y el golpe de calor ocurre cuando el cuerpo se pone demasiado caliente, los cual puede ser por causa del ejercicio o por clima muy caliente.
Los síntomas para identificar este padecimiento son: sentirse débil, presentar dolor de cabeza, estar mareado o preocupado, con aceleramiento de los latidos del corazón, llegar a deshidratarse y orinar muy poco.
En el caso de la insolación puede ocurrir cuando el cuerpo se calienta demasiado, o después de un golpe de calor, la insolación es mucho más grave y puede ocasionar la muerte.
La gente que está insolada puede parecer confundida, tener convulsiones o entrar en coma y presentar fiebre.
Entre las señales de alarma se encuentran la piel que se siente caliente y seca pero no sudorosa, confusión o pérdida del conocimiento, vómitos frecuentes, sensación de que falta el aire y problemas para respirar.
Ante ello destaca la importancia de reforzar las medidas de prevención y protección, pues de lo contrario podría comprometer la vida de las personas.
Es por ello que entre las que recomendaciones que da es: el evitar la exposición prolongada al sol en un horario de 11:00 de la mañana a 4:00 de la tarde, ya que los rayos del sol penetran directamente al cuerpo; utilizar ropa clara; no comer alimentos crudos o mariscos en las calles; hervir muy bien los líquidos que se tomen; lavarse las manos antes y después de ir al baño y antes de cocinar.
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Refrigerar los alimentos sobrantes para evitar su descomposición y tomar mínimo dos litros de agua al día.
Del mismo recomienda que, al adquirir productos del mar, las amas de casa se fijen que el pescado tenga ojos de color brillante, la textura de la piel sea rígida y las escamas estén completamente fijadas, pues eso garantiza que está en buenas condiciones para el consumo.
Nota publicada en Diario de Xalapa
