Córdoba, Ver.- Han transcurrido 28 años desde que se suscitó un cortocircuito en una formulada de plaguicidas conocida como Agricultura Nacional de Veracruz S.A. (Anaversa) el cual dejó como resultado graves repercusiones que hasta la fecha continúan presentes en el medio ambiente y la sociedad.
En la actualidad el inmueble está en venta a lo que opina el consultor ambiental Guillermo Montealegre Quintero que el terreno mantendrá un propietario hasta que las autoridades determinen lo contrario.
“El propietario tiene todo el derecho de hacer con el terreno lo que considere más oportuno a sus intereses, lo que la autoridad determine será muy aparte de la venta del terreno”, explicó.
Agregó que la peligrosidad del predio para cualquier fin la tendrá que determinar la autoridad a través de un análisis previo.
“No se puede aceptar que un luchador social diga que se están muriendo… un análisis de laboratorio serio va a dar la pauta para saber si existe riesgo de alguna sustancia nociva para la salud o no, nadie más”.
Recalcó que a partir de dicho suceso la autoridad puso más énfasis en este rubro industrial ya que en 1991 no había un control estricto para este sector.
“Afortunadamente hoy es distinto. Hay un Sistema Nacional de Prevención de Desastes, Sistema Nacional de Protección Civil y unidades municipales que tienen toda la facultad legal para poder verificar, investigar, visitar e incluso sancionar negocios que incumplan con los principios de prevención de riesgos y contaminación”.
En declaraciones pasadas, Rosalinda Huerta Rivadeneyra, presidenta de la Asociación de Asistencia a los Afectados por Anaversa, AC dijo que todavía son numerosos los casos de cáncer y malformaciones en la región, todos ellos a causa de uno de los accidentes toxicológicos más graves de América Latina.
Indicó que debido a la magnitud del siniestro han solicitado en más de una ocasión se construya en Córdoba un hospital oncológico, lamentablemente no han tenido respuesta por las autoridades.
Incendio, explosión, contaminación y muerte por Anaversa
El 3 de mayo de 1991 se registró un corto circuito en la industria de plaguicidas ubicada en el barrio de Las Estaciones.
Cabe mencionar que Anaversa abrió sus puertas en 1962 en la ciudad de Córdoba.
Oficialmente formulaba cinco plaguicidas aunque también fungía como almacén y punto de venta para más de 20 productos los cuales contenían sustancias tóxicas como el paraquat, paratión, pentaclorofeno y plaguicidas de alta toxicidad prohibidos en Estados Unidos y Canadá.
Tras el incendio registrado alrededor del mediodía acudió al lugar la corporación de bomberos, quienes no sabían cuales eran las sustancias formuladas, no contaban con equipos de protección personal adecuados y desconocían como combatir este tipo de contingencias.
Al lugar se expusieron vecinos que “pretendían ayudar”, personal de Bomberos y Cruz Roja y elementos del Ejército quienes tenían órdenes de permanecer rodeando el inmueble.
Las acciones tomadas fueron insuficientes ya que por la magnitud de los hechos no llevaron un registro ni trataron de forma adecuada a los afectados.
Muchas personas tuvieron que padecer graves enfermedades que las condujeron a la muerte, algo considerado para nuestra ciudad un evento muy catastrófico, por fortuna “gracias a esa experiencia se ha avanzado muchísimo en seguridad y protección del medio ambiente”, finalizó Montealegre Quintero.
